Percusi¨®n 'zen'
El latido de la monta?a parte de una fractura narrativa con la que todo cin¨¦filo af¨ªn al cine policiaco oriental se habr¨¢ topado en m¨¢s de una ocasi¨®n y que el Takeshi Kitano de la excepcional Sonatine (1993) lanz¨® a un territorio regido por una hondura po¨¦tica y una libertad creativa irrepetibles: el impuesto limbo del exilio, con fecha de caducidad, al que se ve temporalmente condenado el criminal mientras las cosas se calman en las malas calles de la ciudad.
Aqu¨ª, el hijo de un mafioso de poco vuelo es enviado de vacaciones forzosas a una zona rural de Taiwan tras haber sublevado a un poderoso g¨¢nster hongkon¨¦s con la seducci¨®n de su joven amante. En su retiro, la oveja negra descubrir¨¢ las bondades de la percusi¨®n zen para la regeneraci¨®n espiritual, de la mano de una austera comunidad tambi¨¦n abonada al tai-chi y las artes marciales. El planteamiento puede sonar disuasorio, pero el resultado sabe mantener las distancias con la obviedad y el sentimentalismo redentor.
EL LATIDO DE LA MONTA?A
Direcci¨®n: Kenneth Bi.
Int¨¦rpretes: Jycee Chan, Tony Leung, Lee Sinje, Roy Cheung, Josie Ho.
G¨¦nero: drama. Hong Kong, 2007.
Duraci¨®n: 119 minutos.
Hijo de dos estrellas de la escuder¨ªa Shaw Brothers -empresa clave en la evoluci¨®n del cine de artes marciales-, Kenneth Bi conf¨ªa el papel protagonista de su segundo largometraje a un ensimismado Jaycee Chan, hijo de Jackie Chan. Ni el director ni la estrella parecen interesados en erigirse en revelo generacional de sus padres en este aparente matrimonio contranatura entre el filme de g¨¦nero (negro) y la delicada, y siempre peligrosa, cr¨®nica de un renacimiento espiritual. El cineasta no revela un perfecto control de su identidad estil¨ªstica, pero s¨ª una apreciable ambici¨®n narrativa al cerrar un relato que crece mucho m¨¢s all¨¢ de su premisa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.