Miedo al dolor
No s¨®lo es el s¨ªntoma m¨¢s com¨²n. Puede convertirse en una enfermedad en s¨ª misma. Ostenta adem¨¢s el n¨²mero uno de la lista de todos los temores del siglo XXI.
Resulta parad¨®jico que el miedo al dolor f¨ªsico (algofobia) -que no es ¨²nicamente una experiencia sensorial, ya que tambi¨¦n implica m¨²ltiples factores ps¨ªquicos y emocionales- sea el temor m¨¢s acusado en el siglo XXI. En la segunda mitad del XX era el miedo a volar, por ejemplo. Antes, el de ser enterrado vivo. Y esta paradoja se explica porque nunca como hasta ahora ha habido en la medicina tanta sensibilidad para que el paciente no sufra por dolor. En los ¨²ltimos 15 a?os han aparecido m¨¢s medicamentos analg¨¦sicos que en todo el resto de la historia de la farmacolog¨ªa.
Seg¨²n la Fundaci¨®n Gr¨¹nenthal, con gran experiencia y estrecha relaci¨®n con la Sociedad Espa?ola para el Estudio del Dolor (SED), nueve millones de espa?oles sufren dolor y ¨¦ste representa el principal motivo de consulta al m¨¦dico. Entre el 40% y el 80% de las visitas est¨¢n relacionadas con ¨¦l.
Los mismos datos revelan que el 54,9% de los espa?oles ha sufrido alg¨²n tipo de dolor en los dos ¨²ltimos meses. Suelen sufrirlo m¨¢s las mujeres (62,4%) que los hombres (46,3%) y se incrementa la prevalencia con la edad.
"La Asociaci¨®n Internacional para el Estudio del Dolor lo define como una experiencia sensorial o emocional desagradable, que molesta e impide realizar tareas diarias. Es una alerta del organismo de que algo no funciona bien. Siempre hay un componente subjetivo, que lo hace a¨²n m¨¢s complejo de valorar", se?ala Manuel Rodr¨ªguez, anestesi¨®logo y jefe de la unidad del dolor del hospital Carlos Haya de M¨¢laga.
Seg¨²n este especialista, el dolor cr¨®nico, que sufren 50 millones de europeos, es el que m¨¢s interfiere en la calidad de vida del paciente: produce sufrimiento, origina alteraciones emocionales y ps¨ªquicas que afectan a su conducta, genera miedo incluso m¨¢s que a la muerte, causa alteraciones en el sue?o, llega a producir depresi¨®n (en el 29% de los casos), un gran absentismo laboral y puede ser causa de incapacidad laboral. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) considera que puede dejar de ser un s¨ªntoma para convertirse en una enfermedad en s¨ª.
El coste econ¨®mico que suponen en Espa?a los tratamientos contra el dolor cr¨®nico asciende a m¨¢s de 15.000 millones de euros anuales. Se integran las bajas laborales, los gastos por estancias hospitalarias y f¨¢rmacos. Casi el 80% de las prescripciones de analg¨¦sicos se hace en el ¨¢mbito de la atenci¨®n primaria. Y, seg¨²n los propios pacientes, el m¨¦dico de cabecera parece estar m¨¢s preocupado por la causa del dolor que por ¨¦ste.
Los expertos de las unidades hospitalarias de dolor espa?olas demandan que los facultativos de atenci¨®n primaria "reciban formaci¨®n espec¨ªfica e incluyan la medici¨®n del dolor como quinto signo vital, junto a la toma de la presi¨®n arterial, la temperatura, la respiraci¨®n y el pulso". A pesar de que hay subjetividad en la percepci¨®n del dolor, existen escalas para medirlo. Una es la escala visual anal¨®gica (EVA), por la que el paciente punt¨²a de 1 a 10 su sensaci¨®n."Cuando un paciente consulta por dolor, el m¨¦dico debe realizar una r¨¢pida evaluaci¨®n de los s¨ªntomas e iniciar un tratamiento analg¨¦sico sin esperar a determinar la causa que genera el dolor", subraya el doctor Rodr¨ªguez.
Fotograf¨ªa de Jeffrey Coolidge
C¨®mo combatirlo
F¨¢rmacos
Analg¨¦sicos no AINES (paracetamol y metamizol, m¨¢s conocido como Nolotil).
Analg¨¦sicos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) (¨¢cido acetilsalic¨ªlico, ibuprofeno).
Opi¨¢ceos y opioides (code¨ªna, morfina, buprenorfina transd¨¦rmica y tramadol).
Antidepresivos y anticonvulsionantes.
T¨¦cnicas
Neuroestimulaci¨®n.
Fisioterapia.
Bloqueo nervioso y neurol¨ªtico.
Administraci¨®n de f¨¢rmacos por v¨ªa intratecal.
Cirug¨ªa.
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