?Pagar¨ªa 200 euros por un billete de 20?
?Se imagina pujando m¨¢s de 200 euros por un billete de 20 en una subasta diab¨®lica? Probablemente pensar¨¢ que es la propuesta m¨¢s idiota que le han hecho en mucho tiempo.
Pues todos los a?os un profesor de la clase de negociaci¨®n de la Harvard Business School subasta entre sus alumnos un billete de 20 d¨®lares. Las dos ¨²nicas condiciones son que las pujas s¨®lo pueden incrementarse de d¨®lar en d¨®lar y que los dos ¨²ltimos postores pagan su apuesta, aunque ¨²nicamente el ganador se lleva el billete.
Ya les anticipo que s¨®lo se ganar¨ªa si hubiera un acuerdo entre los alumnos para que uno de ellos ofreciera un d¨®lar. En el momento en el que interviene un segundo jugador pensando que dos d¨®lares es un buen precio, el profesor ya ha ganado. ?Por qu¨¦?, se preguntar¨¢n. Pues porque a partir de ese momento, ninguno de los dos quiere perder. Y aunque al principio pueden animarse varios licitadores que suben r¨¢pido la puja, ¨¦sta se ralentiza al llegar a los 15 ¨® 16 d¨®lares, con la particularidad de que s¨®lo quedan dos, que siguen subiendo y subiendo la oferta de forma irracional para no perder frente al otro, al principio sin darse cuenta y luego, entre las carcajadas de sus compa?eros, siendo conscientes del pozo sin fondo en el que se han metido. El r¨¦cord, seg¨²n me cuentan, est¨¢ en 204 d¨®lares.
El 'caso Egunkaria' ha entrado en una puja diab¨®lica en la que todos pierden
Algo parecido ha ocurrido con el caso Egunkaria, por el que en febrero de 2003 el juez Juan del Olmo cerr¨® el ¨²nico diario que en aquellos momentos se editaba ¨ªntegramente en euskera. Lo que ser¨ªa la primera puja fue en 2001. Un capit¨¢n de la Guardia Civil present¨® un informe al juez Garz¨®n basado en una peculiar interpretaci¨®n de unos documentos incautados a la direcci¨®n de ETA y que conclu¨ªa que el peri¨®dico hab¨ªa sido creado por la banda terrorista para servir a sus fines y difundir su ideolog¨ªa.
Garz¨®n rechaz¨® el informe porque exactamente esos mismos documentos ya hab¨ªan sido interpretados de forma diferente por la polic¨ªa y hab¨ªan servido de base al magistrado para clausurar tres a?os antes el diario Egin por ser un instrumento de ETA.
El capit¨¢n, que ya no est¨¢ en la Guardia Civil, lo sab¨ªa pero no se arredr¨®. Fue a ver al entonces fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairi?o, para tratar de colar su informe. Y ¨¦ste lo hizo suyo en una querella que present¨® al juez Del Olmo. ?ste, que luego ser¨ªa el instructor del 11-M, fue el que subi¨® la puja de tal forma que resultaba casi imposible dar marcha atr¨¢s. Cerr¨® Egunkaria, bloque¨® sus cuentas, detuvo a nueve de sus directivos y se?al¨® que aquella publicaci¨®n fue "creada, financiada y dirigida por ETA". Finalmente, concluy¨® que constitu¨ªa "una estructura para facilitar la difusi¨®n del ideario terrorista".
La puja sigui¨® subiendo. El juez proces¨® a los directivos del peri¨®dico y Fungairi?o orden¨® que se respaldase la decisi¨®n. Tras a?os de investigaci¨®n, Del Olmo reconoci¨® al concluir el sumario que no hab¨ªa logrado "acreditar que el peri¨®dico fuera fuente de financiaci¨®n de ETA". Pero, a pesar de todo, sigui¨® adelante.
Tras abandonar Fungairi?o la Audiencia Nacional, el fiscal Miguel ?ngel Carballo -que ya no cumpl¨ªa sus ¨®rdenes, sino que segu¨ªa su propio criterio profesio-nal- fue el primero en intentar retirarse de la espiral diab¨®lica al solicitar en 2006 el archivo del caso por falta de pruebas.
Del Olmo hab¨ªa reconducido el proceso para comprobar si Egunkaria era un instrumento de ETA para la consecuci¨®n de sus fines. Pero Carballo -que hizo un excelente informe basado en razones estrictamente jur¨ªdicas- consider¨® que tampoco eso era as¨ª. Todos los documentos eran de antes de 1993 y a pesar de los a?os de investigaci¨®n no se encontr¨® ni un papel posterior que permitiera sostener la acusaci¨®n de que en los 10 a?os de su publicaci¨®n Egunkaria hubiera sido un artificio legal para cumplir los fines de ETA, ni siquiera que la l¨ªnea editorial fuera favorable a justificar o minimizar los cr¨ªmenes de la banda, como ocurri¨® con Egin.
Era evidente el inter¨¦s de ETA por controlar un diario en euskera, pero no hay nada que pruebe que lo consiguiera. Al contrario. Es cierto que Xabier Alegr¨ªa -directivo condenado a m¨¢s de 12 a?os por el caso Ekin- informaba a la direcci¨®n de lo que ocurr¨ªa, pero los terroristas ni ten¨ªan el control ni pod¨ªan nombrar a los directivos. El caso podr¨ªa haberse archivado ante la falta de pruebas, pero el tribunal abri¨® el juicio oral y no hay marcha atr¨¢s. Habr¨¢ juicio en noviembre.
Es una pena anticipada el calvario de los procesados, porque como se preguntaba el fiscal Carballo: "Si Egunkaria no es instrumento de financiaci¨®n o de blanqueo de fondos provenientes del terrorismo, ni el peri¨®dico da un apoyo expreso o t¨¢cito al terrorismo de ETA, ni se fomenta ni se legitima la violencia, ?de qu¨¦ le sirvi¨® a los fines de ETA la actividad del diario?".
?Seguir¨¢ la espiral diab¨®lica o alguien recuperar¨¢ la cordura y se dar¨¢ cuenta de que hace tiempo que ya todos pierden: los acusados y la justicia?
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