La mujer del ex juez decano de Barcelona declara que intent¨® matarla

El ex juez decano de Barcelona Jos¨¦ Manuel Regadera, y su mujer, Mar¨ªa Rosa Igay, ofrecieron ayer versiones opuestas durante el juicio al que ambos acudieron, a un tiempo, como v¨ªctimas y acusados de un presunto delito de malos tratos en el hogar. El pasado 2 de abril, Igay descubri¨® que su marido le era infiel, discutieron y acabaron magullados; ¨¦l, con un ara?azo en la cara y un mordisco en el brazo; ella, con un hematoma en la cabeza y erosiones en brazos y mu?ecas. Los dos se declararon inocentes y sostuvieron que fue el otro quien inici¨® la agresi¨®n.

Seg¨²n el ex juez decano, que dimiti¨® dos meses despu¨¦s del incidente, Igay irrumpi¨® en su habitaci¨®n y le agredi¨®. "Me dio un bofet¨®n, pu?etazos y patadas", relat¨®. Para evitar que le "apretara los genitales", la cogi¨® del brazo e intent¨® echarla. Pero no logr¨® cerrar la puerta porque Igay, una "experta karateka", es "m¨¢s fuerte".

Seg¨²n Igay, su marido "perdi¨® los nervios" cuando ella pidi¨® el divorcio. "Me cogi¨® las mu?ecas, me zarande¨® y me lanz¨® contra la pared". En el forcejeo, su brazo qued¨® "atrapado" entre la puerta y el marco. Ella le ara?¨® y logr¨® zafarse. Igay neg¨® ser responsable del mordisco, un acto que atribuy¨® a la gata que ten¨ªan.

"Discusi¨®n privada"

Tras la trifulca, Regadera fum¨® un cigarro para calmarse. Pero no llam¨® a la polic¨ªa. "Pens¨¦ que era una discusi¨®n privada y que no ten¨ªa por qu¨¦ intervenir la polic¨ªa ni nadie". Igay s¨ª llam¨® a los Mossos porque tem¨ªa por su vida cuando su marido le dijo: "Se acab¨®, voy a acabar contigo para siempre" y cogi¨® un cuchillo de la cocina, seg¨²n su versi¨®n.

La mujer se encerr¨® en la habitaci¨®n -la ¨²nica con cerrojo- y avis¨® a la polic¨ªa mientras el marido aporreaba la puerta. Las llamadas fueron exhibidas en el juicio, celebrado en el juzgado penal 16 de la Ciudad de la Justicia. "Es el juez decano de Barcelona, ?c¨®mo puedo denunciarle?", dice Igay a la operadora que atendi¨® su llamada. "Mi marido me peg¨® y me intent¨® matar esa noche", sentenci¨® Igay, que llor¨® en el juicio ante la r¨ªgida indiferencia de Regadera.

La fiscal¨ªa reconoci¨® la dificultad de hallar la verdad en un caso en el que no hay testigos, y mantuvo su petici¨®n: nueve meses de c¨¢rcel para Regadera y siete meses para Igay. Ambos expresaron su voluntad de efectuar trabajos en beneficio de la comunidad en caso de ser condenados.