Una Sherlock Holmes del Barroco
La cantante Cecilia Bartoli viaja al siglo XVIII para investigar el misterio de los 'castrati'
Sus voces resultaban espectaculares; su coloratura, incre¨ªble. Inspiraron a grandes compositores del barroco y pusieron sus cuerpos al servicio de la moda, el arte m¨¢s selecto, el erotismo y el simple negocio. Fascinada por sus historias, la mezzosoprano Cecilia Bartoli se ha lanzado a investigar el universo musical de los castrati en un trabajo, Sacrificium, en el que se recogen "las arias m¨¢s virtuosas y expresivas escritas para los m¨¢s populares de la ¨¦poca. Como Farinelli o Caffarelli".
A la mezzo italiana no le gusta cantar arias famosas por el hecho de ser bellas. Lo suyo limita con la investigaci¨®n, con hacer proyectos comprometidos y que adem¨¢s tengan sentido y un trasfondo de denuncia: "Tengo alma de Sherlock Holmes de la m¨²sica. Me gusta descubrir cosas, adentrarme en los mundos rec¨®nditos. En el siglo XVIII se sacrificaban 4.000 ni?os al a?o en Italia en nombre de la m¨²sica y de ellos tan s¨®lo uno o dos lograban triunfar en los escenarios. El resto terminaban en coros de iglesia o en las calles prostituy¨¦ndose".
."Sus arias son la m¨²sica m¨¢s dif¨ªcil que he grabado hasta el momento"
El sacrificio a los que se somet¨ªa a estos ni?os procedentes de las clases m¨¢s humildes en condiciones lamentables no serv¨ªa en la mayor¨ªa de los casos para nada. Bartoli muestra un grabado del siglo XVIII con los utensilios que empleaban los barberos para castrar a los ni?os. Lo ha reproducido en un libro de tapa dura de 100 p¨¢ginas que incluye un diccionario con informaci¨®n sobre los castrati y su ¨¦poca. Todo ello adorna su nuevo ¨¢lbum. "Los cuatro conservatorios de N¨¢poles pasaron de ser orfanatos a f¨¢bricas musicales. Primero se comprobaba el talento de los ni?os con respecto a su voz y su musicalidad y si se consideraba que daban la nota eran llevados a un lugar secreto para castrarlos. Una vez que la herida hab¨ªa cicatrizado ingresaban en el conservatorio y los mejores recib¨ªan una formaci¨®n musical completa".
Bartoli aparece en la portada del disco con el cuerpo desnudo maquillado al modo de una escultura con los genitales destrozados y el rostro blanquecino. "Quer¨ªa reflejar esa ambig¨¹edad que los castrati mostraban en los escenarios. Esa dualidad que tanto gustaba a los aficionados de la m¨²sica porque pod¨ªan emocionarse con la belleza de sus voces".
Con Sacrificium, la mezzosoprano ahonda en la campa?a que ya inici¨® con Opera Proibita, en la que se inclu¨ªan arias que las mujeres no pod¨ªan cantar en el siglo XVIII. "Las arias que he interpretado de los castrati forman la m¨²sica m¨¢s dif¨ªcil que he grabado hasta el momento". Bartoli interpretar¨¢ las arias del disco en una gira por Espa?a en invierno.
Y las conclusiones de esta superventas de la m¨²sica cl¨¢sica (ocho millones de discos la avalan) quiz¨¢ no sean tan anticuadas. Cree que la manipulaci¨®n que sufr¨ªan estos cantantes se aproxima bastante a la que se someten algunos a voluntad con la cirug¨ªa est¨¦tica. "Es absurdo agredirse el cuerpo para lograr unos canones de belleza temporales"."Sus arias son la m¨²sica m¨¢s dif¨ªcil que he grabado hasta el momento"
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