El retorno de los incentivos
Los bancos de EE UU son los principales responsables de la crisis financiera detonada por las hipotecas basura y de la recesi¨®n que padece la econom¨ªa mundial desde 2008. Una de las causas reconocidas de ese desastre fueron los incentivos perversos que se autoconcedieron los directivos de la banca en forma de bonus, premios variados, stock options y primas extraordinarias, a cambio de inflar artificialmente los balances con activos basura, sin valor ni garant¨ªas reales. En las cumbres financieras convocadas para coordinar el rescate financiero y luchar contra la recesi¨®n, algunos pa¨ªses (concretamente Alemania y Francia) exigieron una regulaci¨®n estricta de las retribuciones de los directivos de aquellas instituciones que se salvaron de la quiebra con dinero p¨²blico. Pero ha bastado que la crisis financiera se haya alejado (la recesi¨®n, sin embargo, sigue ah¨ª) y que los bancos ayer al borde de la desaparici¨®n vuelvan hoy a los beneficios para que reaparezcan los blindajes millonarios, los bonus descomunales y los paraca¨ªdas dorados. Los ejecutivos bancarios ya no recuerdan la perversi¨®n de los incentivos que contribuy¨® al crash ni los d¨®lares y euros de capital p¨²blico que hubo que enterrar para evitar la cat¨¢strofe sist¨¦mica; han vuelto a la feliz normalidad de las primas suculentas recibidas a cambio de manipulados beneficios trimestrales.
La Uni¨®n Europea s¨ª ha comprendido el valor pol¨ªtico y econ¨®mico de sujetar los bonus de los banqueros a un orden empresarial que minimice los riesgos del sistema. El jueves pasado, los 27 decidieron en Bruselas proponer en la pr¨®xima cumbre del G-20 en Pittsburgh que los bancos que no limiten los salarios de sus directivos sean sancionados. ?sta ser¨¢ la posici¨®n europea, pero Wall Street no comulga con la prudencia salarial. As¨ª que el equipo de Obama se conformar¨¢ con sugerir que se refuercen los poderes de los accionistas para controlar las retribuciones variables. ?ste es el m¨¦todo que ha fracasado hasta el momento, porque la alta direcci¨®n de los bancos -y de casi todas las compa?¨ªas- encuentra siempre el modo adecuado de premiarse a s¨ª misma por m¨¦ritos reales, dudosos o inexistentes.
En pura l¨®gica, la retribuci¨®n extraordinaria de un directivo deber¨ªa estar relacionada con el aumento del valor de la empresa a largo plazo. Por tanto, el bonus no deber¨ªa pagarse del todo inmediatamente, sino en plazos acompasados a la variaci¨®n del valor de la sociedad. Tambi¨¦n es de l¨®gica elemental que la mec¨¢nica retributiva deber¨ªa ser de ida y vuelta; si un ejecutivo se embolsa una prima por aumentar el valor de su compa?¨ªa, tambi¨¦n debe ser penalizado si el valor disminuye. No es necesario subrayar que esta condici¨®n nunca se cumple. Y, por ¨²ltimo, la remuneraci¨®n, presente y futura, de todos y cada uno de los consejeros y de todos y cada uno de los directivos de una empresa o entidad bancaria deben ser aprobados p¨²blicamente por los accionistas, previo examen de conformidad por una comisi¨®n de retribuciones debidamente constituida con consejeros independientes. Tales exigencias chocan con las pr¨¢cticas salariales arbitrarias y deshonrosas que han contribuido al crash financiero, y son motivo m¨¢s que suficiente para pronosticar una feroz batalla subterr¨¢nea en la cumbre de Pittsburgh alrededor del sueldo de los banqueros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.