Vientos de cambio en la plaza Mayor
El Ayuntamiento estudia modificar pavimento, tejados y color de las fachadas del enclave - El proyecto trasladar¨ªa la estatua de Felipe III a la Casa de Campo
En el Ayuntamiento suenan palabras mayores. Tratan, precisamente, de la Plaza Mayor. Va a ser transformada. Su pavimento adoquinado, el revoco rojo de sus muros, sus cubiertas de pizarra; la estatua ecuestre de Felipe III, el subsuelo, hoy estacionamiento. Incluso, su ac¨²stica como escenario de espect¨¢culos.
Es decir, casi todo puede ser cambiado en los meses venideros, de prosperar el Plan Integral de Mejora de la Calidad de la Plaza Mayor de Madrid, ya en marcha. A la ideaci¨®n de este proyecto el equipo municipal de Gobierno ha destinado 60.000 euros. Su autor es el arquitecto Carlos Ferr¨¢n Alfaro, que trabaj¨® con sus colegas Francisco Javier S¨¢enz de O¨ªza, Jos¨¦ Luis Roman¨ª y Eduardo Mangada en algunas de las principales obras y en planes urban¨ªsticos de Madrid.
15 expertos han participado en las reuniones del plan de renovaci¨®n
No se descarta que se agregue alg¨²n tipo de grada al enclave
El proyecto contempla actuaciones para mejorar la ac¨²stica
Ferr¨¢n, titular de un estudio madrile?o, rigi¨® la reuni¨®n-debate celebrada recientemente en la sede de la Empresa Municipal de la Vivienda de la calle de Guatemala con personalidades, expertos y t¨¦cnicos de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento. En ella se hallaban presentes, entre otros asistentes, Antonio Bonet Correa, presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Carlos Franco, quien decorara con sus pinturas la fachada de la Casa de la Panader¨ªa entre 1989 y 1991... Hasta quince personas, sobre todo arquitectos, relacionadas con el patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico de Madrid y, tambi¨¦n, con presencia catalana: Joan Casadevall y Serra, titular de un estudio de cromatismo con sede en Barcelona y autor del Plan de Color para la plaza Mayor.
Fuentes del Gobierno regional remiten al Ayuntamiento para explicar el contenido de la reuni¨®n, que el Consistorio define como debate de la Mesa de Color, una comisi¨®n local y sectorial sobre asuntos de est¨¦tica y patrimonio de la cual fue anfitri¨®n el departamento de Urbanismo.
La idea de instalar un Parador Nacional en la Casa de la Carnicer¨ªa, frente a la de Panader¨ªa, planea a¨²n sobre el futuro de la plaza. "La idea central consiste en innovar la plaza Mayor como escenario ¨¢ulico y popular", al decir del autor del plan, Carlos Herr¨¢n."Para conseguir que siga siendo ambas cosas, como siempre lo ha sido, es preciso incorporarle nuevos cometidos que hoy la ciudadan¨ªa demanda", precisa el arquitecto Carlos Ferr¨¢n.
Por ello, el debate fue algo m¨¢s que una tormenta de ideas sobre revoco, pavimento, cubiertas, mobiliario,... donde el supuesto deterioro de la singular pintura de sus paramentos -almagre es el nombre de su color rojizo- se convirti¨® en uno de los ejes de las intervenciones, que no el ¨²nico.
El almagre es un ¨®xido de hierro que adquiere una tonalidad encarnada. Este pigmento para pintura se aplic¨® a la plaza Mayor en 1989 durante la profunda restauraci¨®n acometida entonces. "Pero ha soportado mal el paso del tiempo", dice un asistente a la reuni¨®n.
Numerosas mataduras blancas salpican los paramentos, quiz¨¢ procedentes de la pintura de los fraileros en color blanco, tambi¨¦n considerado inapropiado para las contraventanas que cubren las balconadas. De igual modo, la combinaci¨®n crom¨¢tica entre el almagre rojo del revoco y la pizarra oscura de las cubiertas fue cuestionado por otros asistentes. Por todo ello se consider¨® apropiado replantear si es preciso cambiar muchos de estos elementos con pintura de diferente color.
Para ser fieles a la personalidad hist¨®rico-crom¨¢tica de la plaza, el colorista catal¨¢n invitado propuso una serie de catas selectivas en lugares rec¨®nditos de la plaza y averiguar cu¨¢les fueron los colores primigenios. Entre ellos figuraron el blanco con recercados de tierra sevillana; los amarillos napolitanos, muy barrocos, as¨ª como distintos ocres, sienas y terracotas. Cada uno de ellos puede llegar a ser el futuro color dominante en los muros exteriores de la gran plaza madrile?a.
Los reunidos comentaron que ahora, las personas de edad evitan cruzar la plaza. "Los ancianos s¨®lo caminan bajo las arcadas por miedo a caerse" seg¨²n uno de los asistentes. "Adem¨¢s, dada la naturaleza del pavimento-adoquines a imitaci¨®n de los empleados por el arquitecto de la plaza Juan G¨®mez de Mora en un c¨¦ntrico templo- se crean charcos de agua de lluvia o de riego que ni siquiera el potente sol que azota la plaza logra evaporar. "Ello genera un microclima muy h¨²medo y adverso para el propio revoco y para el estacionamiento subterr¨¢neo", destaca otro asistente, que subraya igualmente el calor veraniego que reina en la plaza, dada la ausencia de arbolado motivada por el estacionamiento, que impide la posibilidad de instalar alcorques de profundidad suficiente para plantar ¨¢rboles de cierto porte.
El garaje fue encajado a una distancia de unos tres metros de las fachadas para permitir cierta maniobrabilidad ulterior, explica Ferr¨¢n, que admite como posible el soterramiento de la recogida de basuras.
A prop¨®sito de las cubiertas de pizarra, su aguda inclinaci¨®n ha inducido "problemas con las bajantes, que registran humedades bien visibles en la fachada de la Casa de la Carnicer¨ªa". Tambi¨¦n la columnata de los soportales se resiente con las humedades, que dejan su sucia huella en muchas de ellas, erosionadas tambi¨¦n por cierta arenizaci¨®n.
"Las techumbres originarias fueron de teja ¨¢rabe", destaca el pintor Carlos Franco, quien se pronunci¨® por cambiarlas. "En los a?os 60 del siglo XX se cubrieron de pizarra para evitar que la ropa tendida asomara a la plaza, pero hoy las costumbres han cambiado y el retranqueo inicial que tuvieron podr¨ªa contemplarse de nuevo", se?ala.
El pintor defendi¨® sus pinturas, figurativas, de la fachada de la Casa de la Panader¨ªa, hechas por ¨¦l sobre 250 metros cuadrados de extensi¨®n, ya que, a su juicio, "componen un relato barroco sobre la mitolog¨ªa madrile?a".
Franco aplic¨® a esta fachada un tratamiento de pinturas a base de silicatos de tonalidad ocre y de tipo Kein. "Han resistido muy bien el paso del tiempo, seg¨²n un informe de t¨¦cnicos alemanes realizado recientemente". Sin embargo, no todos los asistentes elogiaron las pinturas.
"Para acentuar el car¨¢cter esc¨¦nico de la plaza Mayor, porque tal fue su principal papel a lo largo de la historia", explica el autor del plan, Carlos Ferr¨¢n no descarta tampoco que a la plaza se le agregue alg¨²n tipo de grada. El plan del Ayuntamiento contempla tambi¨¦n actuaciones para mejorar la ac¨²stica del enclave. "La plaza tuvo toldos para guarecer durante los espect¨¢culos al p¨²blico del calor u otras inclemencias". Los toldos son pues otra f¨®rmula posible.
El Plan de Mejora encara la integraci¨®n de la plaza Mayor en la red de infraestructuras de transporte p¨²blico ya existente bajo la Puerta del Sol. ?Prev¨¦ alguna estructura semejante a la de Antonio Fern¨¢ndez Alba y Javier Manterola en Sol? "No la descarto, sino todo lo contrario", responde el arquitecto autor del plan con una sonrisa.
Ahora s¨®lo queda escuchar -y despu¨¦s convencer- a los madrile?os de que los cambios en la plaza Mayor son oportunos, necesarios y viables, en una ciudad sometida al zafarrancho constante de unas actuaciones urban¨ªsticas sin apenas planificaci¨®n coordinada, cuyo control de calidad, por inexistente, deja todo que desear.
Escenario de la vida madrile?a
La plaza Mayor de Madrid fue erigida por el arquitecto regio Juan G¨®mez de Mora entre 1617 y 1619 bajo el reinado de Felipe III, cuya estatua ocupa el lugar central. Su erecci¨®n coincidi¨® con el m¨¢ximo auge imperial de Espa?a. Hab¨ªa sido edificada con fondos procedentes del impuesto de consumo de vino sobre una plaza preexistente, llamada del Arrabal, levantada a su vez sobre una laguna llamada de Luj¨¢n. Es de traza rectangular, con tres plantas asentadas sobre soportales de piedra y cubiertas abuhardilladas retranqueadas, entonces de teja ¨¢rabe y hoy de pizarra. Tiene 129 metros de longitud por 94 de anchura y cuenta con 237 balcones y nueve puertas de acceso. Cuatro historiadas farolas de bronce, obra del artista gallego Jes¨²s Colungas, albergan otros tantos bancos circulares con asiento para 25 personas.
Situado al norte de la plaza, su paramento principal es la Casa de Panader¨ªa, en su origen destinada al dep¨®sito y venta de cereales. Tambi¨¦n alberg¨® en la primera planta una lujosa estancia regia suntuosamente ornamentada y pintada por Claudio Coello y Jos¨¦ Donoso, desde donde la familia real asist¨ªa a los actos que se celebraban en la plaza, desde juegos de ca?as y toros hasta procesiones y alg¨²n ocasional auto de fe. La plaza sufri¨® varios incendios, los m¨¢s importantes en 1670 y 1791, fecha ¨¦sta en la que fue restaurada por Juan de Villanueva.
Un gran escudo central en piedra vertebra su fachada, que exhibe en sus pa?os, frisos y entrepa?os una historia de Madrid en clave mitol¨®gica. Tras un concurso convocado en 1989, el retablo surgi¨® de los pinceles de su ganador, Carlos Franco Rubio y un equipo de ocho personas. Tiene una impronta figurativa de vigoroso cromatismo, sobre un fondo pict¨®rico ocre suave. La narraci¨®n tiene como trasunto el agua, sobre la cual Madrid fue fundado, seg¨²n la leyenda. Arranca de los esponsales de la diosa Cibeles y Acu¨¢tico y muestra a su numerosa prole, que el pintor madrile?o mezcl¨® con divinidades como Baco y Abundia, referencias a Isidro labrador, cari¨¢tides y personajes del pueblo como majos, chisperos y otros tipos castizos. Muestra asimismo animales vinculados a la historia madrile?a como gatos, osos y palomas. Los orejones de las torres albergan pinturas de estaciones del a?o. Esta decoraci¨®n nunca fue inaugurada.
Chinch¨®n, refer¨¦ndum sobre colores
La plaza abalconada del municio de Chinch¨®n fue objeto de una viva pol¨¦mica desatada en marzo de 1992 a prop¨®sito del cambio del revoco de sus columnas.
La pol¨¦mica no era balad¨ª, dada la entidad eminentemente tur¨ªstica de la localidad y en particular, de la plaza, afamada hist¨®ricamente como coso taurino.
Entonces, el restaurador de la plaza decidi¨® aplicarles una tonalidad azul. La elecci¨®n del profesional provoc¨® gran revuelo entre los moradores del municipio madrile?o. Una cadena radiof¨®nica, Antena 3 Radio, convoc¨® en aquella ocasi¨®n un refer¨¦ndum y 263 participantes se pronunciaron a favor del color verde mientras otros 12 lo hicieron a favor de los colores azul, rojo y madera.
Esta localidad est¨¢ inserta en un ¨¢mbito rural cercano a la Alcarria y a La Mancha, donde el cromatismo que predomina en el caser¨ªo suele ser el blanco, con pa?os, vigas, ventanas y puertas recercados con marrones, ocres o rojos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Monumentos
- Plaza Mayor
- Chinch¨®n
- Patrimonio hist¨®rico
- Provincia Madrid
- Patrimonio cultural
- Vivienda
- Arte
- Urbanismo
- Cultura
- Distrito Centro
- Madrid
- Distritos municipales
- Comunidad de Madrid
- Espa?a
- Ayuntamiento Madrid
- Ayuntamientos
- Gobierno municipal
- Administraci¨®n local
- Pol¨ªtica municipal
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica