Demasiados conflictos de inter¨¦s en investigaciones sobre c¨¢ncer
El 29% de los trabajos est¨¢n pagados o participados por farmac¨¦uticas
Casi un tercio de los trabajos sobre c¨¢ncer publicados en las revistas m¨¦dicas m¨¢s importantes durante 2006 declararon alg¨²n tipo de conflicto de inter¨¦s. Es la principal conclusi¨®n de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) y publicado en Cancer que han rastreado las relaciones confesadas entre los cient¨ªficos y los fabricantes de medicamentos.
La modalidad m¨¢s frecuente es la financiaci¨®n de estudios por parte de la industria farmac¨¦utica, presente en el 17% de los art¨ªculos, seguida de la participaci¨®n de alg¨²n empleado de estas firmas en la autor¨ªa de los trabajos, lo que ocurre en el 12%. Otras variedades incluyen la retribuci¨®n por actividades de consultor¨ªa y el pago de la asistencia a congresos. Los cient¨ªficos analizaron 1.534 art¨ªculos publicados en ocho revistas de prestigio: New England Journal of Medicine, JAMA, The Lancet, Journal of Clinical Oncology, Journal of the National Cancer Institute, Lancet Oncology, Clinical Cancer Research y Cancer. Desde hace unos a?os, algunas revistas m¨¦dicas exigen a los autores de los art¨ªculos que revelen la existencia de relaciones con la industria farmac¨¦utica con intereses en los medicamentos estudiados.
El problema est¨¢ en el actual sistema de financiaci¨®n de estudios
En 1980 el dinero privado supon¨ªa un 32% del total; en 2001, el 60%
Creciente preocupaci¨®n
"Los datos de este art¨ªculo reflejan la consecuencia l¨®gica del actual sistema de financiaci¨®n de la investigaci¨®n", se?ala Javier J¨²dez, de la Asociaci¨®n de Bio¨¦tica Fundamental y Cl¨ªnica. "La creciente preocupaci¨®n por el conflicto de intereses se relaciona con el aumento porcentual de la financiaci¨®n privada respecto a la p¨²blica. En 1980 la primera supon¨ªa el 32% del total, mientras que en 2001 se ha estimado en un 60%", explica J¨²dez.
Esa es justo la tesis de los autores del estudio, que hablan de una industrializaci¨®n de la investigaci¨®n cl¨ªnica en oncolog¨ªa. La competencia por los escasos fondos p¨²blicos ha llevado a muchos investigadores a buscar financiaci¨®n en los m¨¢s abultados presupuestos de las farmac¨¦uticas. La cuesti¨®n es saber si han pagado alg¨²n peaje en ese tr¨¢nsito.
"El problema no est¨¢ en declarar los conflictos de intereses o en que haya investigaci¨®n financiada por la industria privada, sino en si esto produce efectos negativos", se?ala Javier J¨²dez. Los investigadores de la Universidad de Michigan creen que s¨ª. Seg¨²n su art¨ªculo, un 62% de los 261 estudios financiados por la industria ten¨ªan como objetivo central ensayar los efectos terap¨¦uticos de un f¨¢rmaco como posible tratamiento de tumores, frente al 36% de los trabajos no financiados por las firmas que fabrican medicamentos. Es decir, los estudios pagados con dinero privado atienden con menor frecuencia a objetivos en el campo de la epidemiolog¨ªa, la prevenci¨®n, la identificaci¨®n de factores de riesgo y los m¨¦todos de diagn¨®stico.
Para Vicente Guillem, jefe del Departamento de Oncolog¨ªa del Instituto Valenciano de Oncolog¨ªa, el sistema actual de financiaci¨®n de la investigaci¨®n m¨¦dica produce sesgos importantes, pero cree que es un mal necesario mientras las administraciones no asuman su papel como principales promotoras de la generaci¨®n de conocimientos. "A veces parte del dise?o del estudio te viene impuesto por la industria: el tipo de pacientes, la selecci¨®n de los f¨¢rmacos en combinaci¨®n, las dosis y los criterios de modificaci¨®n de dosis", se?ala Guillem. "O a veces tal mol¨¦cula se va a ensayar en c¨¢ncer de colon porque hay much¨ªsimos casos, pero a lo mejor no se ensaya en tumores neuroendocrinos porque hay pocos".
Pese a todo, Guillem defiende la integridad de los investigadores. Lo mismo piensa J¨²dez, quien recuerda que los grandes esc¨¢ndalos se han dado, sobre todo, en la investigaci¨®n p¨²blica o acad¨¦mica, y normalmente m¨¢s por vanidad que por dinero.
En cualquier caso, ?es suficiente con obligar a declarar los conflictos de intereses? Ram¨®n Colomer, presidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM) y director del Centro Oncol¨®gico MD Anderson, cree la cifra del 29% no es de esc¨¢ndalo. "Si aumentase, s¨ª puede ser preocupante. De todos modos, son grados muy diferentes de conflictos de intereses; no es lo mismo que una compa?¨ªa pague una conferencia, que un m¨¦dico tenga acciones en una empresa farmac¨¦utica".
Otro de los hallazgos del estudio es que los ensayos con un conflicto de inter¨¦s ten¨ªan m¨¢s probabilidades de presentar resultados positivos de supervivencia. Para los cient¨ªficos de Michigan todo ello es suficiente para plantearse la estructura actual de la investigaci¨®n en oncolog¨ªa. "Me permito sugerir que s¨®lo la declaraci¨®n de conflictos probablemente no sea suficiente", afirma Reshma Jagsi, autora del estudio. "Es cada vez m¨¢s evidente que tenemos que evaluar c¨®mo podemos separar la investigaci¨®n oncol¨®gica de los v¨ªnculos con la industria".
Los expertos consultados dudan, sin embargo, de que los conflictos de inter¨¦s puedan estar condicionando los resultados de los ensayos. Se trata m¨¢s bien de un rechazo generalizado a publicar un trabajo cuando los resultados son negativos. Nadie quiere llevarse la gloria de anunciar que una determinada mol¨¦cula no sirve para tratar un tumor.
"Lo que ocurre es que hasta ahora las farmac¨¦uticas no ten¨ªan obligaci¨®n de publicar resultados desfavorables, pero desde hace dos a?os hay un consenso mundial en que los protocolos incluyan el compromiso de publicar los resultados aunque sean negativos", explica Ram¨®n Colomer, presidente de la SEOM.
Por ello, Vicente Guillem propone que an¨¢lisis como el de la Universidad de Michigan no se hagan sobre los trabajos publicados, sino sobre el total de ensayos cl¨ªnicos iniciados, de modo que se pueda comprobar si realmente la financiaci¨®n privada de un ensayo condiciona los resultados o se trata de un simple espejismo generado por el rechazo a publicar cuando el resultado no es el esperado.
La radiograf¨ªa
- Los investigadores de la Universidad de Michigan analizaron 1.534 art¨ªculos publicados en New England Journal of Medicine, JAMA, Lancet, Journal of Clinical Oncology, Journal of the National Cancer Institute, Lancet Oncology, Clinical Cancer Research y Cancer.
- El 62% de los 261 estudios financiados por la industria se hicieron para ensayar los efectos terap¨¦uticos de un f¨¢rmaco como posible tratamiento, frente al 36% de los trabajos no financiados por laboratorios.
- El estudio de los investigadores de la Universidad de Michigan ha puesto adem¨¢s de manifiesto que los ensayos que presentaban un conflicto de inter¨¦s ten¨ªan m¨¢s probabilidades de presentar resultados positivos de supervivencia.
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