Contra la proliferaci¨®n
Obama cambia la perspectiva desde la que abordar el problema del arma nuclear
La reuni¨®n del Consejo de Seguridad celebrada ayer no es una m¨¢s en su ya larga historia. Se trata, por el contrario, de una sesi¨®n que podr¨ªa resultar decisiva, tal vez porque los momentos que atraviesa uno de los principales problemas internacionales, la proliferaci¨®n nuclear, tambi¨¦n lo sean. El formato de la reuni¨®n estuvo a la altura de lo que se juega la comunidad internacional. Por sexta vez desde la creaci¨®n de la ONU, las delegaciones estaban encabezadas por jefes de Estado. Y por primera vez, la reuni¨®n estuvo dirigida por un presidente de Estados Unidos.
Pero no s¨®lo las formas fueron las reservadas para las grandes horas; tambi¨¦n el contenido de la intervenci¨®n de Obama marc¨® un n¨ªtido punto de inflexi¨®n con la pol¨ªtica de su predecesor, al anunciar su voluntad de establecer un nuevo liderazgo para Estados Unidos basado en el multilateralismo, no s¨®lo por razones de principio, sino de inter¨¦s nacional. La respuesta de los miembros del Consejo de Seguridad alienta una t¨ªmida esperanza para un contencioso que tiene en Ir¨¢n y Corea del Norte sus dos principales escenarios, al aprobar por unanimidad una resoluci¨®n contra la carrera at¨®mica y dar un nuevo impulso al desfalleciente Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP), cuya revisi¨®n est¨¢ prevista para el pr¨®ximo a?o.
Se trata, en efecto, de una t¨ªmida esperanza. Pero no porque la resoluci¨®n contenga una beat¨ªfica declaraci¨®n de intenciones, sino porque, por dif¨ªcil que resulte llevarla a la pr¨¢ctica, es el punto de partida imprescindible para avanzar hacia un mundo sin armas at¨®micas. El compromiso contra la proliferaci¨®n altera los t¨¦rminos en los que se ven¨ªa planteando el problema: la resoluci¨®n reafirma que el objetivo pol¨ªtico de las negociaciones no consiste en determinar qui¨¦n puede poseer y qui¨¦n no el arma at¨®mica, sino en avanzar hacia un mundo libre de ellas. S¨®lo desde esta posici¨®n, los Estados nuclearizados est¨¢n legitimados para exigir a los que est¨¢n en camino de serlo que abandonen.
Las negociaciones para alcanzar la resoluci¨®n, precedidas por un acercamiento de posiciones entre Washington y Mosc¨² sobre el programa nuclear iran¨ª, tuvieron un primer efecto: el presidente Ahmadineyad se vio obligado a omitir cualquier referencia al programa nuclear de Ir¨¢n en el discurso que pronunci¨® ante la Asamblea General. Aunque le queda por jugar la baza de China, que mostr¨® sus reservas al incremento de las sanciones, Ahmadine-yad es ahora consciente de que s¨®lo podr¨¢ continuar el programa nuclear si es bajo una supervisi¨®n internacional capaz de garantizar que se detiene en los usos civiles. Proseguir sin supervisi¨®n equivale m¨¢s que nunca a un reconocimiento de que sus intenciones no son pac¨ªficas.
En su discurso ante la Asamblea General, el presidente del Gobierno espa?ol, Rodr¨ªguez Zapatero, cit¨® la lucha contra la proliferaci¨®n entre los objetivos de la pol¨ªtica exterior espa?ola, enmarc¨¢ndola, como sus posiciones sobre el cambio clim¨¢tico, el golpe de Estado en Honduras o el conflicto palestino, en el contexto de un "multilateralismo responsable, eficaz y solidario". Espa?a ejercer¨¢ la presidencia de la Uni¨®n Europea durante seis de los 12 meses que Obama calific¨® de decisivos para el futuro de la proliferaci¨®n. Es, por tanto, una responsabilidad a la que el Gobierno espa?ol deber¨¢ prestar una minuciosa atenci¨®n al liderar a los Veintisiete, apoyando los esfuerzos para que la revisi¨®n del TNP no acabe en fracaso.
Ser¨ªa un error refugiarse en el escepticismo sobre la eficacia de la resoluci¨®n, alegando la experiencia. La comunidad internacional dispone hoy de un instrumento adicional para frenar la proliferaci¨®n. En el pasado, la prohibici¨®n de las armas qu¨ªmicas parec¨ªa un sue?o. El buen hacer diplom¨¢tico de las potencias del momento permiti¨® que se convirtiera en realidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Tratado TNP
- Asamblea General ONU
- Declaraciones prensa
- Barack Obama
- Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero
- Tratado nuclear
- Estados Unidos
- Consejo Seguridad ONU
- Presidencia Gobierno
- Pol¨ªtica exterior
- Tratados desarme
- ONU
- Gente
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sociedad
- Armas nucleares
- Armamento
- Defensa