El cargo de ciudadano
En ruptura con el tradicional tono deferente de las sesiones de apertura del A?o Judicial, el fiscal general del Estado inici¨® este a?o su intervenci¨®n con una frase atribuida por Barack Obama en La audacia de la esperanza a un juez americano: "El cargo m¨¢s importante en democracia es el de ciudadano". C¨¢ndido Conde-Pumpido se?al¨® el lugar que deben ocupar -por contraste con la cita- los miembros del Poder Judicial: "Es al ciudadano, protagonista esencial del Estado de derecho, a quien rinde cuentas aqu¨ª y ahora el ministerio fiscal". A diferencia del vac¨ªo ritualismo del discurso del presidente del Supremo, glosador ancilar de la cl¨¢usula de cortes¨ªa constitucional sobre la Administraci¨®n de la justicia "en nombre del Rey", esa acertada referencia al fundamento democr¨¢tico de la actividad de los tribunales se halla cargada de implicaciones. El fiscal general critic¨® -impl¨ªcita aunque claramente- la tendencia de los partidos a jugar al escondite con la justicia cuando sus dirigentes son atrapados en delitos de prevaricaci¨®n y soborno para beneficio propio o de la tesorer¨ªa de la organizaci¨®n.
En la apertura del A?o Judicial, el fiscal general subraya la necesidad de erradicar las pr¨¢cticas corruptas
La plana mayor del PP, en general, y el Muy Honorable presidente Camps y su cuadrilla, en particular, son el mejor ejemplo de esa doble moral. Pero la l¨®gica del respeto al ciudadano exige justicia igual para todos, sin privilegios ni excepciones. As¨ª como los ni?os sorprendidos copiando en un examen se lo ocultan a sus padres, pero a la vez acusan al maestro de tenerles man¨ªa, o as¨ª como los descuideros agarrados in fraganti niegan la evidencia ante el juez, pero al tiempo recuerdan que la mayor¨ªa de sus colegas permanecen en libertad, los cargos p¨²blicos imputados por soborno siguen esa misma doble pauta: se defienden con trucos procesales en los tribunales, pero, simult¨¢neamente, esgrimen como coartada que todos los partidos son culpables de financiaci¨®n ilegal. En nombre de los ciudadanos, C¨¢ndido Conde-Pumpido subraya que una sociedad democr¨¢tica debe erradicar las pr¨¢cticas corruptas "vengan de donde vengan, sean quienes sean sus autores y sea cual sea su estrategia de defensa".
La ¨²nica frase digna de recuerdo del discurso del presidente del Supremo fue su condenable apoyo corporativista al grupo de magistrados de la Sala Segunda entregados con parcialidad, dependencia y sectarismo al sa?udo acoso de Garz¨®n. El tambi¨¦n presidente del CGPJ no mencion¨® -ni conden¨®- la huelga del 8 de octubre convocada por la Asociaci¨®n Nacional de la Magistratura, ni tampoco se refiri¨® al ambicioso Plan de Modernizaci¨®n de la Justicia aprobado por el Consejo de Ministros hace 10 d¨ªas que priva de sus ¨²ltimos pretextos a ese corsario paro judicial. Avalada ya por su reciente voto contra el dictamen del CGPJ sobre la ley del aborto, la designaci¨®n de Carlos D¨ªvar al frente de esa instituci¨®n contin¨²a haciendo m¨¦ritos para obtener el Premio al Nombramiento M¨¢s Surrealista del Presidente del Gobierno durante la presente legislatura.
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