M¨¢s gasto corriente y menos inversi¨®n

La austeridad sin precedentes que el Gobierno atribuye a los Presupuestos del Estado para 2010 ha penalizado m¨¢s la inversi¨®n que el gasto menos productivo. Las inversiones reales (incluidas infraestructuras e I+D+i) caen un 9,4% respecto a este a?o, mientras el gasto corriente (funcionarios, compra de bienes y servicios, pago de intereses de la deuda o partidas para el desempleo) crece un 17,8%, en los Presupuestos. Esas cifras cuestionan el cambio de modelo productivo que el Ejecutivo persigue y que las inercias presupuestarias -y la necesidad de atender el gasto de desempleo- alejan del horizonte pr¨®ximo.

Las cuentas p¨²blicas de 2010, las primeras de Elena Salgado como vicepresidenta y ministra de Econom¨ªa, llegaron ayer al Congreso de los Diputados con un alza en todas las partidas de gasto corriente. La que m¨¢s crece es el pago de intereses de la deuda (un 33%), pues al contar con menos recursos el Gobierno ha recurrido al endeudamiento para financiar pol¨ªticas de gasto. Tambi¨¦n suben un 2,7% los gastos de personal por la mejora del 0,3% en el salario de los funcionarios y el mantenimiento de los compromisos de empleo en justicia y seguridad ciudadana.

Las prestaciones de paro son la segunda partida tras las pensiones

Salgado admite que la subida fiscal cae sobre la "ampl¨ªsima clase media"

Las partidas dedicadas a infraestructuras e I+D+i se reducen

La gran inc¨®gnita reside en el cumplimiento de estas cuentas

El alza m¨¢s moderada se da en la compra de bienes y servicios, que crece cuatro d¨¦cimas. El Gobierno lo atribuye a los gastos de representaci¨®n asociados a la presidencia de la Uni¨®n Europea, que Espa?a asumir¨¢ en el primer semestre de 2010. Y las transferencias corrientes (principalmente, a comunidades y ayuntamientos y al pago de desempleo) suben un 20% respecto a los Presupuestos de 2009. Esa subida del gasto corriente tambi¨¦n se produce en los Presupuestos consolidados, que incluyen organismos aut¨®nomos y otros entes.

En cuanto a las inversiones reales, el Gobierno dice que ha concentrado el recorte en las de reposici¨®n, pero tampoco se libran las infraestructuras (con un descenso del 3,9%) o las partidas de I+D+i, que se reducen un 3%.

Con la ca¨ªda de las inversiones, hay un recorte del gasto no financiero del 3,9%. En todo caso, ese recorte es frente a lo que el Gobierno llama "presupuesto homog¨¦neo", en el que el gasto se ha desbocado sobre las previsiones iniciales, sobre todo por el desempleo y el Plan E. Frente a lo aprobado inicialmente para 2009, el gasto crece un un 17,3%.

El recorte se centra en los ministerios m¨¢s alejados de la protecci¨®n social (Cultura, Ciencia, Medio Ambiente, Defensa...). En el otro extremo, la partida de desempleo se sit¨²a como la segunda m¨¢s voluminosa, tras las pensiones, con casi 31.000 millones.

Para mantener todos los compromisos, las administraciones p¨²blicas (incluidos comunidades y ayuntamientos) han elevado la deuda al 62,5% del producto interior bruto (PIB). Son nueve puntos m¨¢s que este a?o y suponen pr¨¢cticamente duplicar el porcentaje de 2007, cuando la crisis a¨²n no se atisbaba. Pese a todo, el dato queda muy por debajo del 80% que alcanza la zona euro.

Con ese escenario, Salgado se emple¨® ayer en defender unos Presupuestos que descansan excesivamente en los recursos adicionales que espera lograr a trav¨¦s de la subida de impuestos incluida en las cuentas p¨²blicas. Con la ayuda de la retirada de los 400 euros del IRPF, el aumento del IVA y de la tributaci¨®n sobre el capital, el Ejecutivo conf¨ªa en ingresar un 21% m¨¢s que este a?o, todo un reto si se tiene en cuenta que la econom¨ªa caer¨¢ en 2010.

La vicepresidenta se enfrent¨® a la paradoja de explicar unas cuentas que se apartan de la l¨ªnea defendida por los pa¨ªses del G-20 -entre ellos, Espa?a- reunidos la semana pasada en Pittsburgh. En ese encuentro, los pa¨ªses m¨¢s ricos y los emergentes abogaron por mantener los est¨ªmulos fiscales hasta que la econom¨ªa remonte. En ese contexto, Salgado argument¨® que la mayor parte de esos est¨ªmulos "se mantiene", pese a que la retirada de 400 euros del IRPF, la subida fiscal m¨¢s cuantiosa, se consider¨® en su d¨ªa un est¨ªmulo fiscal. Pero las reglas mandan: "El G-20 emiti¨® una recomendaci¨®n, pero el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento [que insta a mantener las cuentas saneadas en la UE] es una obligaci¨®n. Es bueno que reduzcamos d¨¦ficit", cerr¨® Salgado. El d¨¦ficit conjunto de las administraciones p¨²blicas quedar¨¢ en 2010 el 8,1%, tres d¨¦cimas menos de lo previsto inicialmente.

La vicepresidenta admiti¨® que esa mayor fiscalidad recaer¨¢ "sobre la ampl¨ªsima clase media", pues es la m¨¢s numerosa y la que m¨¢s impuestos paga. Y se mostr¨® reacia a utilizar la palabra rico. "No s¨¦ d¨®nde est¨¢ esa definici¨®n. Lo que nos interesa es saber qui¨¦nes son los pobres", para atenderlos. Ah¨ª enmarc¨® la petici¨®n de "un esfuerzo moderado al conjunto de los ciudadanos y mayor a quienes m¨¢s capacidad tienen". Salgado se mostr¨® confiada en la aceptaci¨®n por parte de los contribuyentes: "Si somos capaces de explicarlo bien, lo entender¨¢n".

Lo que s¨ª dej¨® claro la ministra es que no cabe pensar en el car¨¢cter temporal de esta subida de impuestos, como sugiri¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero la primera vez que aludi¨® a ella. "El presidente del Gobierno dijo que ser¨ªa un aumento moderado y/o temporal. En estos momentos estamos en el moderado", zanj¨® con iron¨ªa.

Una vez presentadas en el Congreso, a las cuentas del Estado les queda lo m¨¢s dif¨ªcil: conseguir los apoyos parlamentarios para salir adelante. El Gobierno tendr¨¢ que hacer alg¨²n gui?o, sobre todo en fiscalidad, si pretende que los grupos minoritarios de izquierda -los primeros a los que recurrir¨¢ para aprobarlas- las respalden. "Estamos abiertos a otras posibilidades", concedi¨® la ministra.

La otra gran inc¨®gnita de estas cuentas reside en su cumplimiento. Las de 2009 arrancaron con el prop¨®sito de ingresar un 18% m¨¢s de lo que han logrado hasta ahora. Y el gasto se ha desviado un 22%. La incertidumbre que a¨²n envuelve a la econom¨ªa amenaza con volver a dejar obsoleto el Presupuesto aun antes de aplicarlo.