Qu¨¦ poco significan las palabras
Hay un viejo chiste de esos que pasan en un bar. Un cliente que acaba de pedir un caf¨¦ hace una pregunta al camarero: "?Tiene sacarina?". Tras la respuesta afirmativa, el hombre dice: "Pues ponme Las flechas del amor, t¨ªo". Evidentemente, ?tiene sacarina? suena igual que ?tienes a Karina? y de ah¨ª viene el despelote. Visto lo que pasa en el Gobierno central con asuntos muy graves, conviene recordar lo que Karina dec¨ªa en otra canci¨®n: "?Qu¨¦ poco significan las palabras, uh-uh!". Era el principio de una estrofa de El ba¨²l de los recuerdos, otro hit de la cantante. Ahora mismo el Ministerio de Igualdad acaba de negar la existencia del S¨ªndrome de Alienaci¨®n Parental (S. A. P. para los amigos) y entra dentro de un juego absurdo de implicaciones legales, sociales, morales y pol¨ªticas de alto riesgo. Estamos hablando de la manipulaci¨®n de menores por parte de progenitores, casi siempre custodios, que predisponen a sus hijos en contra del otro progenitor. Tanto si se le llama S. A. P. como si se le llama patachintroleniscundia, el hecho existe y es un delito grave en tanto en cuanto estamos hablando de maltrato psicol¨®gico de menores indefensos en el ¨¢mbito familiar. La ¨²nica implicaci¨®n de g¨¦nero que tiene esta cuesti¨®n es que la custodia la ejercen, en un 90% de los casos de divorcio, las mujeres. Pero es una aberraci¨®n cometida por igual por los dos g¨¦neros humanos conocidos hasta ahora. El presidente Zapatero contestaba el 28 de mayo de 2008 a una madre desesperada agradeciendo el env¨ªo del libro de Jos¨¦ Manuel Aguilar, que puso nombre a lo de siempre, que es como se le llama al S. A. P. en el Punto de Encuentro Familiar Aloumi?o de Vigo. El presidente ha debido de olvidar la lectura de ese libro esclarecedor y recomendable para todo tipo de adultos espa?oles que tengan menores cerca. Ahora su Ministerio de Igualdad apoya la publicaci¨®n de un libro que niega la existencia del S. A. P. sin cortarse un pelo. El Juez de Familia de Sevilla Francisco Serrano ha enviado un comunicado a la agencia EFE denunciando esta toma de postura. Si el Gobierno no contesta abriendo un debate p¨²blico y serio, estar¨¢ apoyando a un sector antidemocr¨¢tico y demag¨®gico que pretende perpetuar este tipo de maltrato.
La Xunta est¨¢ obligada a intervenir en la manipulaci¨®n de menores por parte de sus padres
Y decimos antidemocr¨¢tico como podr¨ªamos decir antifeminista. Las v¨ªctimas de la manipulaci¨®n de menores -que ampara de forma salvaje el incumplimiento del r¨¦gimen de visitas, por ejemplo- son tambi¨¦n abuelas, t¨ªas, amigas o esposas. El entorno del progenitor alienado tambi¨¦n es una v¨ªctima, independientemente de su sexo. El desprecio por parte de los jueces de familia, de los puntos de encuentro y de los gabinetes psicosociales, de un asunto tan serio es una cuesti¨®n pol¨ªtica de mucho calado. Si hasta ahora han sido blandos, a partir de este momento est¨¢n colaborando necesariamente para que se consolide el divorcio como un castigo y no como un derecho. Es as¨ª, adem¨¢s, que el aislamiento de los progenitores no custodios, en lo legal y en lo social, se convierte en un drama personal cuando es, claramente, esa cuesti¨®n pol¨ªtica de la que se hablaba m¨¢s arriba.
Tiene el Estado Espa?ol (Constituci¨®n en mano) una oportunidad ¨²nica con las autonom¨ªas. Parte de las transferencias de poder conciernen a lo familiar. La Xunta de Galicia est¨¢ obligada, por razones ¨¦ticas y pol¨ªticas, a intervenir. Si no lo hizo con el gobierno de Fraga ni con el bipartito del PSOE y el BNG, debe hacerlo ahora con la mayor¨ªa absoluta del Partido Popular. Cualquier partido pol¨ªtico -ya sea de derechas o de izquierdas, nacionalista o espa?olista- tiene necesariamente que incluir en su programa electoral una posici¨®n clara sobre la familia. Cualquier disimulo ser¨¢ considerado un escaqueo y puede ser castigado con las collejas y la abstenci¨®n. Si las palabras significan poco para nuestros gobernantes, al menos podremos tener derecho a la patada en el culo, actividad sana donde las haya.
Que lo sepan: hay ciudadanos gallegos en la c¨¢rcel por intentar ver a sus hijos v¨ªctimas de este tipo de manipulaci¨®n. Desde ya, la m¨¢s est¨²pida de las guerras ha comenzado. ?Uh-uh...!
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