G¨¹rtel, la 'crisis' que Rajoy no quiso ver
La direcci¨®n popular ten¨ªa desde agosto indicios de financiaci¨®n ilegal del PP valenciano - El l¨ªder pide firmeza, pero algunos temen que sea tarde
Fue a mediados de agosto. Francisco Camps y su entorno conoc¨ªan ya el demoledor informe policial que trata de demostrar la financiaci¨®n ilegal del PP valenciano. Federico Trillo, principal estratega de la defensa del PP en el caso G¨¹rtel, tambi¨¦n lo conoc¨ªa, al menos en parte, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n. Mariano Rajoy supo as¨ª cu¨¢l era el siguiente esc¨¢ndalo de este macroproceso con 71 imputados que afecta al coraz¨®n del PP. Aun as¨ª, confi¨® en las promesas de Camps de que todo quedar¨ªa en nada, y decidi¨® inaugurar el curso pol¨ªtico en septiembre en la plaza de toros de Valencia, vinculando su futuro al de Camps, que ese d¨ªa grit¨® en el albero contra el "r¨¦gimen de terror" del PSOE que, seg¨²n ¨¦l, se dedica a perseguirle.
Aun sabiendo de la magnitud del caso, abri¨® el curso pol¨ªtico en Valencia
?Por qu¨¦ se arriesg¨® tanto? "Es inexplicable", seg¨²n un diputado popular
Da credibilidad a la polic¨ªa, pero piensa que Camps no sab¨ªa nada sobre la trama
Est¨¢ convencido de que, con el tiempo, la presi¨®n medi¨¢tica por el caso bajar¨¢
?Por qu¨¦ arriesg¨® tanto Rajoy, un hombre siempre precavido? Es una pregunta que se repite estos d¨ªas en los corrillos del PP. "No ha llegado a decir 'tendr¨¦is dos por el precio de uno', como Felipe Gonz¨¢lez con Alfonso Guerra, pero casi. Es inexplicable", se sorprende un diputado. "G¨¹rtel se est¨¢ convirtiendo en la crisis que Mariano no supo o no quiso ver. La imagen de Zapatero est¨¢ hundida no tanto por su mala gesti¨®n, sino sobre todo por haber negado la crisis durante tanto tiempo. A Rajoy le pasa algo parecido: siempre minimiz¨® G¨¹rtel, y ahora, cuando parece que intenta reaccionar, es tan grande que puede que sea tarde", sentencia un veterano.
El an¨¢lisis m¨¢s extendido entre los cuadros medios del PP se centra en dos ideas. Por un lado, se?alan, Rajoy es un hombre que evita las medidas dr¨¢sticas, "no sabe luchar a campo abierto". Por eso le cost¨® casi tres meses hacer con su tesorero, Luis B¨¢rcenas -imputado junto a su mujer en el caso- lo que Esperanza Aguirre hizo en tres d¨ªas con su consejero de Deportes y hombre de m¨¢xima confianza, Alberto L¨®pez Viejo: destituirlo.
Pero hay otro componente: la estrecha vinculaci¨®n de Rajoy con Camps, que tanto le ayud¨® cuando perdi¨® sus segundas elecciones. "El que no vea la comida del mi¨¦rcoles como un encuentro de amigos se equivoca", sentencia un marianista, refiri¨¦ndose al encuentro a medio camino entre Madrid y Valencia, en el que el l¨ªder dej¨® en manos del valenciano cualquier medida para hacer frente al mayor esc¨¢ndalo de supuesta financiaci¨®n ilegal en el PP desde el caso Naseiro, en 1989.
Asesorado por Trillo, Rajoy siempre ha optado por la misma estrategia con dos ejes ante cada novedad. Primero, ponerse en lo mejor: el caso no llegar¨¢ al Supremo, Camps no ser¨¢ imputado... Y segundo, en lugar de abrir una investigaci¨®n y cortar cabezas, contraatacar culpando al exterior: primero el juez Baltasar Garz¨®n, luego la fiscal¨ªa, despu¨¦s la prensa, despu¨¦s otro juez, Jos¨¦ Flors, que se atrevi¨® a imputar a Camps, y por ¨²ltimo la polic¨ªa, denunciada con la autorizaci¨®n de un hombre como Rajoy, que fue ministro del Interior y otro, Juan Cotino, mano derecha de Camps, que fue director de la Polic¨ªa.
Algo ha cambiado, sin embargo, desde el pasado viernes. Con el esc¨¢ndalo en la prensa, el PP actu¨® como siempre. En la reuni¨®n de emergencia de la c¨²pula, se tom¨® el asunto como un "ataque contra todo el PP, no contra Camps". Se elabor¨® r¨¢pidamente un argumentario distribuido a todos los dirigentes en el que se dec¨ªa que el informe era un "montaje" y que todo obedec¨ªa a una "actuaci¨®n ilegal descarada de la polic¨ªa".
Unas horas despu¨¦s, sin embargo, Rajoy empez¨® a recibir llamadas de dirigentes regionales muy preocupados. Algunos le se?alaban que no se pod¨ªa atacar as¨ª a un cuerpo de ¨¦lite de la polic¨ªa como la Brigada Antiblanqueo. Otros le dec¨ªan, seg¨²n fuentes de G¨¦nova, que hab¨ªa que hacer algo para impedir que G¨¹rtel tape todo el discurso del PP e impida su remontada en el mejor momento posible, con el Gobierno con problemas y las encuestas favorables a la oposici¨®n.
El l¨ªder guard¨® silencio. Pero el domingo estall¨® la crisis. G¨¦nova hab¨ªa dado la orden de parar todo el partido para concentrar la atenci¨®n en Dos Hermanas, la mayor movilizaci¨®n en mucho tiempo, m¨¢s de 20.000 personas en el santuario socialista cercano a Sevilla.
Pero Camps orden¨® a Ricardo Costa que ofreciera una rueda de prensa para presentar una encuesta muy favorable a los populares, la forma en la que el valenciano responde a las acusaciones judiciales: exhibiendo sus resultados electorales. Igual que Carlos Fabra, el todopoderoso bar¨®n de Castell¨®n.
El entorno de Rajoy estall¨® en c¨®lera contra el PP valenciano. Costa compiti¨® en los telediarios con el l¨ªder en la fiesta sevillana. As¨ª que el lunes, en la reuni¨®n de maitines -la c¨²pula del PP- la cosa estaba ya muy clara. Dolores de Cospedal llev¨® la voz cantante con gran dureza, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n. Ella estaba dispuesta a hacer el papel de mala y dejar a Rajoy el de bueno. Adem¨¢s, est¨¢ muy enfrentada con Camps por el trasvase Tajo-Segura. Rajoy y Arenas, muy amigos de Camps, aceptaron pedir contundencia siempre que se respetara la autonom¨ªa del l¨ªder valenciano.
Pero Camps se ha rebelado, no acepta ¨®rdenes de Cospedal -"¨¦l da 1,5 millones de votos a Rajoy, ella est¨¢ por ver", se?alan en su entorno- y no quiere hacer nada hasta que no haya imputados. Adem¨¢s, est¨¢ convencido, dicen los suyos, de que la presi¨®n medi¨¢tica bajar¨¢, porque ning¨²n peri¨®dico puede llevar el asunto todos los d¨ªas a la primera p¨¢gina.
Rajoy ya ha asumido que el informe de la polic¨ªa contiene datos ciertos, seg¨²n diversas fuentes. Pero insiste en privado en que ¨¦l cree a Francisco Camps cuando le dice que no sab¨ªa nada. Por eso el l¨ªder se conformar¨ªa, dicen, con que cayera alg¨²n segundo. "No valdr¨ªa de nada que dimitieran Ricardo Costa o Vicente Rambla. Todo el mundo ha le¨ªdo c¨®mo Camps llamaba amiguito del alma a El Bigotes, todos saben que lleg¨® a Valencia por ¨¦l. Por eso este l¨ªo no se puede arreglar, porque tendr¨ªa que dimitir Camps. Y ¨¦l conf¨ªa en una salvaci¨®n divina, se lo toma como un martirio, y as¨ª no se puede hacer pol¨ªtica", sentencia un hombre cercano a Rajoy.
El asunto de la fe en su figura que Camps reclama preocupa a algunos dirigentes como cuesti¨®n de fondo. "A los l¨ªderes pol¨ªticos no se les sigue por fe religiosa, no son profetas. En un partido con 700.000 militantes hay mucha gente que puede hacerlo tan bien o mejor que Camps, que lo ha hecho muy bien. Esto es un partido, no una secta. La gente vota al PP porque le gustan sus ideas, no por fe. Nadie es imprescindible", concluye otro diputado.
"Vamos bien en las encuestas, pero con el desastre que es Zapatero tendr¨ªamos que estar a 15 puntos. El PP ten¨ªa que estar en una situaci¨®n que forzase unas elecciones anticipadas, meter tanta presi¨®n que el PNV no se atreviese a apoyar los Presupuestos. Y G¨¹rtel nos lo impide. Hay que pararlo ya", se indigna otro dirigente.
Otros est¨¢n tambi¨¦n muy preocupados porque creen que se ha trasladado la imagen de que el l¨ªder no controla la situaci¨®n. Los marianistas, sin embargo, creen que ha quedado muy claro que el problema es de Camps, y no de Rajoy. Y todos ellos insisten en que las cosas de fondo van muy bien, las encuestas que trabaja Pedro Arriola y que se analizaron el lunes son muy buenas.
As¨ª lo resume uno de ellos: "La crisis se llevar¨¢ al PSOE por delante. Hace un a?o, G¨¹rtel habr¨ªa sido un problema muy grave. Pero ahora la gente est¨¢ a otra cosa. Es un conflicto interno que Rajoy tendr¨¢ que resolver, y lo har¨¢, pero no es un problema para nuestro electorado. Adem¨¢s, hab¨¦is informado tanto de esto que hab¨¦is agotado a la gente, ya no tiene efecto".
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