"Sin graduado, no hay contrato"

"Me dej¨¦ los estudios hace dos a?os, porque encontr¨¦ faena en la confecci¨®n y en un restaurante. Pero cuando dej¨¦ de trabajar, me di cuenta de que sin graduado, no hay contrato laboral". Esta experiencia es la de Minerva Pascual, vecina de Cocentaina de 19 a?os de edad. Su sue?o es acabar el graduado este a?o y hacer un m¨®dulo nuevo de hosteler¨ªa que han abierto en Alcoi. "Me vendr¨¢ justito, justito, terminar la ESO y empezar un Ciclo Formativo".

Como ella, miles de ciudadanos valencianos y tambi¨¦n trabajadores de origen extranjero, se han apuntado masivamente a la oferta formativa que ofrecen las Escuelas de Personas Adultas, m¨¢s conocidas como las EPA. La singularidad de las EPA es que tienen una variedad de gente y de intereses tan amplios como la edad que abarcan: "Desde los 17 a?os a los 70", matiza Amparo, una profesional con 20 a?os de experiencia en formaci¨®n permanente de adultos. Es esa "pata" de la formaci¨®n que conforma el eje central de la nueva Uni¨®n Europea desde que qued¨® consignada en la famosa Declaraci¨®n de Lisboa de 2000.

Andrei, rumano, no quiere un trabajo "de cola". Estudia para sacarse la ESO

"Cuando la gente no tiene trabajo, es cuando hay que apostar en serio"

No lo ven as¨ª los usuarios, en tiempos de desempleo y crisis econ¨®mica como la actual. "Todos los cursos est¨¢n saturados, con 37 y 38 alumnos por clase. Porque la persona que no termin¨® los estudios en su d¨ªa, en tiempos de crisis vuelve a por el t¨ªtulo", sostiene Jaume Llopis, del centro p¨²blico de EPA Beniassent de Cocentaina i Muro.

"La gente se ha dado cuenta de que, en la actualidad con la competencia que hay, se necesita formaci¨®n permanente para poder tener un trabajo m¨ªnimamente cualificado".

"En toda Europa, en la mayor¨ªa de empleos se pide el Graduado de ESO, ni tan siquiera el Certificado de Escolarizaci¨®n b¨¢sico, que cubre los estudios de Primaria", subraya Amparo. Esto lo saben bien inmigrantes extranjeros como M? Eugenia Franco, guatemalteca que despu¨¦s de cruzar la frontera del sur de M¨¦xico para poder atravesar el R¨ªo Grande en EE UU, tuvo que sacarse la residencia mexicana y convalidar sus estudios primarios en ese pa¨ªs. Entretanto, lleg¨® a Espa?a a trabajar con 26 a?os, se cas¨® y el jueves tuvo su primera charla de recibimiento de los nuevos alumnos en la EPA del popular distrito de Natzaret. Un centro legendario que funciona gracias al empaque de los cuatro profesores que hacen todas las tareas: formaci¨®n, direcci¨®n y gesti¨®n, matriculaci¨®n y adem¨¢s se reciclan permanentemente para poder atender las necesidades de sus alumnos.

En un barrio como Natzaret, plagado de inmigrantes y anta?o dominado por la droga y sin instituto alguno, el centro EPA no "tiene profesorado para dar clases presenciales de ESO". La modalidad m¨¢s demandada en esa zona, junto a la formaci¨®n para acceder a un ciclo formativo superior.

El equipo de profesores s¨®lo puede hacer "la preparaci¨®n no presencial para que los alumnos se puedan presentar al examen por libre". De las 9 EPAS que hay en Valencia capital, "s¨®lo 6 son presenciales" para la obtenci¨®n de este t¨ªtulo b¨¢sico para trabajar en Espa?a y en el extranjero. Haragea Ambi Andrei lleg¨® hace dos a?os de Ruman¨ªa. Su madre, enfermera titulada espera la convalidaci¨®n de su t¨ªtulo para poder trabajar en lo suyo. Tardar¨¢ unos 8 meses. Pero no quiere que su hijo se limite a trabajos que est¨¢n "a la cola" (bedel, limpiador, recolector de naranja o pe¨®n). El jueves lo acompa?¨® a su primera clase para que se saque el Graduado de ESO, ya que s¨®lo tiene los estudios primarios.

"Si los pol¨ªticos no se creen lo de la educaci¨®n permanente a lo largo de toda la vida, al menos ahora en tiempos de crisis [cuando la gente no tiene trabajo] deber¨ªan de apostar en serio por ello", resume Joan P¨¦rez, director de la hist¨®rica EPA Giner de los R¨ªos de Alicante, que como se aprecia en la fotograf¨ªa colaps¨® su matr¨ªcula el primer d¨ªa. "Atendemos a unos 2.300 alumnos, y de ellos 1.400 o 1.500 son expedientes nuevos cada a?o, y trabajamos sin personal de Administraci¨®n y Servicios, es inconcebible", denuncia.

P¨¦rez, coincide con todos los profesionales entrevistados, en que "hace falta una red de centros con infraestructuras adecuadas, porque en general est¨¢n muy mal dotados". Los tres exigen un cambio legal de la orden de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n del 14 de junio de 2000, que regula el funcionamiento de los centros EPA, para que "se incorpore la figura del PAS y regularizar los distintos cuerpos de profesores que conviven en un mismo centro, lo que da lugar "a graves disfunciones y agravios comparativos respecto a otros colectivos". Es urgente.

Las listas de espera abultan en cada centro EPA. La confianza de la gente en ellos ha crecido, mientras que desde hace dos a?os desciende la tradicional desbandada que se daba "cuando un adulto encontraba trabajo". Ahora son m¨¢s conscientes de que tienen que formarse. "Son m¨¢s serios".

Ejemplo de ello es Marisa Abad, del centro de Cocentaina. "Dej¨¦ de estudiar con 14 a?os, cuando se muri¨® mi padre y me puse a trabajar. Ahora me he plantado con 40 a?os y una ni?a. Quiero ser escritora... reciclarme en ingl¨¦s, valenciano, historia, filosof¨ªa... Y cumplir mi sue?o de siempre: entrar en la Universidad". Y est¨¢ a punto de conseguirlo si aprueba el acceso para mayores de 25 a?os que se prepara. Marisa ya tiene un libro publicado -una novela er¨®tica que tuvo "muy buena acogida, Cr¨®nica de los Sentidos (Editorial Nous Escriptors)- y otros cinco en cartera.

Su experiencia en el centro EPA de Cocentaina es "invaluable". Resalta "la impresionante acogida que tienen todos los cursos. El centro es una pasada, los profesores se lo montan muy bien y la directora, Carme, es fant¨¢stica". A ella, y a todos los entrevistados las escuelas EPA les han cambiado "un poco" o "un mucho", seg¨²n quien, "la vida".

"Estamos y trabajamos aqu¨ª por la gente. Porque al final, la compensaci¨®n de la EPA es el adulto", sonr¨ªe Amparo, que pide un cambio en la "concepci¨®n de esta ense?anza". Los inspectores, m¨¢s all¨¢ de la formaci¨®n reglada, siguen viendo "los cursos de ingl¨¦s o de inform¨¢tica" como "programas de ocio". Es inconcebible, en plena globalizaci¨®n de la econom¨ªa y la formaci¨®n.