Secuestro en el ?ndico

El secuestro del atunero Alakrana ha venido a recordar que, pese a los esfuerzos internacionales, la pirater¨ªa sigue acechando a los pesqueros que faenan frente a las costas de Somalia. Hace un mes, el Alakrana sufri¨® un ataque parecido, en el que, a diferencia de ¨¦ste, consigui¨® repeler a los piratas y escapar. La tripulaci¨®n, un total de 36 marineros, de los cuales 16 son espa?oles, se encuentra retenida a bordo. Aunque el Gobierno debe asumir en exclusiva la direcci¨®n de las operaciones para liberar al Alakrana, convendr¨ªa evaluar las posibilidades de cooperaci¨®n con los pa¨ªses con nacionales secuestrados junto a los espa?oles.

En estos momentos, la prioridad no puede ser otra que la liberaci¨®n de los marineros, y de ah¨ª que resulten fuera de lugar los reproches a la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, por parte del PP y el PNV. Si, en su opini¨®n, la ministra ha cometido errores a la hora de proteger a los pesqueros espa?oles, no es el momento de reproch¨¢rselo. Menos a¨²n de hacerle cargar con la responsabilidad del secuestro, que corresponde ¨²nica y exclusivamente a los piratas. Mariano Rajoy y Josu Erkoreka se desacreditan abriendo esta inaceptable l¨ªnea de cr¨ªtica, tras la que se esconde la estrategia de todo vale para desgastar a un Gobierno que se encuentra en horas bajas. Cuanto mayor sea en las actuales circunstancias el consenso interior en torno al ¨²nico objetivo de liberar a la tripulaci¨®n, mayor ser¨¢ tambi¨¦n la capacidad del Ejecutivo para alcanzarlo.

La fiscal¨ªa ha solicitado que la Audiencia Nacional abra diligencias contra los dos piratas capturados por la Armada, ordenando su inmediato traslado a Espa?a para ser juzgados por los delitos de secuestro y terrorismo. Hasta ahora, el tratamiento penal de la pirater¨ªa en aguas somal¨ªes era uno de los puntos d¨¦biles de la Operaci¨®n Atlanta decidida por la Uni¨®n Europea para proteger a las embarcaciones que navegan por el ?ndico, en el que participa Espa?a. En este caso concreto, las dificultades pr¨¢cticas son mayores por el hecho de que, de acuerdo con la informaci¨®n transmitida por el Gobierno, el atunero Alakrana se encontraba faenando fuera del per¨ªmetro de seguridad fijado por la Uni¨®n Europea. Pero esta circunstancia no debe ser utilizada en ning¨²n caso como un reproche a la tripulaci¨®n del Alakrana. La pirater¨ªa es un delito se lleve a cabo dentro o fuera del per¨ªmetro de seguridad. Si acaso, se trata de un brutal recordatorio de que el peligro en el ?ndico sigue existiendo, y de que los armadores y capitanes deben tomarlo en consideraci¨®n para decidir las rutas de sus naves y las aguas en las que faenar.

La ministra de Defensa ha se?alado que el desenlace de este secuestro puede llevar m¨¢s tiempo que el del Playa de Bakio. Es una raz¨®n adicional para que la oposici¨®n act¨²e de modo distinto a como lo ha hecho, permitiendo que el Gobierno pueda concentrarse en lo que de verdad importa: rescatar sanos y salvos a todos y cada uno de los marineros.