Calder¨®n se sube al altar de Los Jer¨®nimos de la mano de la compa?¨ªa Delabarca
Nuria Alkorta estaba ayer corrigiendo las posiciones en el altar. "?M¨¢s aire!", gritaba desde un banco de la primera fila del templo, ejerciendo hasta la exasperaci¨®n su funci¨®n de directora durante el ¨²ltimo ensayo. Sobre el escenario, un elenco de 13 actores, declamaba y cantaban los versos de El a?o santo en Madrid, una de las obras de Pedro Calder¨®n de la Barca (Madrid, 1600- 1681) que pertenecen al repertorio m¨¢s olvidado de Calder¨®n. Cada uno de los actores representa un concepto moral, entre los que se encuentran, por supuesto, los siete pecados capitales. Ah¨ª, en carne y hueso, sobre el retablo de esta iglesia-monasterio que los Reyes Cat¨®licos mandaron construir en el siglo XV, tientan a El Hombre: un peregrino convertido en cortesano, que se debate entre las seducciones de la Corte y su dignidad moral.
"Con la puesta en escena de este auto sacramental se recupera una parte del amplio repertorio calderoniano en el que la ciudad de Madrid, sus gentes, sus calles, su m¨²sica y sus danzas adquieren un protagonismo especial, hasta erigirse en un aut¨¦ntico monumento a la villa y corte", explica Alkorta, fundadora de la compa?¨ªa Delabarca, junto a Pablo Jim¨¦nez D¨ªaz y Rub¨¦n Agote Eguiz¨¢bal, que se han especializado en la recuperaci¨®n, estudio y difusi¨®n del teatro de Pedro Calder¨®n de la Barca y de su obra, as¨ª como de dramaturgos nacionales o extranjeros afines al arte y pensamiento del conocido como "monstruo de los ingenios".
Calder¨®n fue militar, escritor, poeta, dramaturgo y sacerdote (al final de su vida), y hoy es considerado uno de los grandes escritores de la literatura europea y, por supuesto, uno de los grandes literatos madrile?os, que refleja la ciudad en sus comedias y autos sacramentales. Su primera comedia, Amor, honor y poder, fue estrenada en Madrid con motivo de la visita del pr¨ªncipe de Gales, en 1623. Desde 1625, Calder¨®n provey¨® a la Corte de un extenso repertorio dram¨¢tico. Con la comedia La dama duende alcanz¨® su primer gran ¨¦xito y poco a poco fue gan¨¢ndose el aprecio del rey Felipe IV, aunque los moralistas de la ¨¦poca no le ve¨ªan con tan buenos ojos por las cuestiones que planteaba en sus obras.
Esta funci¨®n, donde todos los pecados posibles tienen su sitio en el altar, va adem¨¢s acompa?ada de seis m¨²sicos que tocan instrumentos barrocos: flauta de pico, viol¨ªn, vihuela (guitarra), ¨®rgano, tiorba (como un la¨²d) y percusi¨®n, que el templo ensalza por su magn¨ªfica ac¨²stica. "?El texto adelante!", gritaba Alkorta a los actores que, por supuesto, dicen sus r¨¦plicas vali¨¦ndose de su propio instrumento: su voz.
Ayer, ya no quedaban sitios en los bancos de la iglesia. Pero para hoy y ma?ana pueden reservarse por Internet (www.delabarca.com).
El a?o santo en Madrid de Calder¨®n. Iglesia de Los Jer¨®nimos. 20.00. Entrada libre.
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