Aguirre obtiene plusval¨ªas del 'caso G¨¹rtel'

La jugada le ha salido bien. La presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre, dudaba hasta el pasado jueves por la ma?ana de si deb¨ªa arriesgar y echar a los tres diputados de su grupo imputados en el caso G¨¹rtel, a los que ven¨ªa defendiendo desde que el caso le estall¨® a principios de febrero frente a una oposici¨®n que le exig¨ªa medidas dr¨¢sticas.

Pero ha dado un golpe de efecto. Al mismo tiempo que sortea cualquier responsabilidad pol¨ªtica en el caso G¨¹rtel, Aguirre sale reforzada como l¨ªder popular. Ha conseguido darle la vuelta. En lugar de asumir responsabilidades por los 358 contratos que su Gobierno adjudic¨® a las empresas de la red de Correa por tres millones de euros, ella queda como la campeona contra la corrupci¨®n. Y eso que Madrid es la regi¨®n con m¨¢s imputados del G¨¹rtel: 13 cargos p¨²blicos o en puestos de confianza del PP, entre ellos tres diputados y cuatro ex alcaldes. Pero Aguirre tard¨® en tomar la decisi¨®n. Tem¨ªa ponerse bajo los focos voluntariamente, y que le saliera mal, en un momento en el que nadie la cuestionaba. Ella pod¨ªa presumir de que ning¨²n imputado ten¨ªa cargos oficiales, porque apart¨® a Alberto L¨®pez Viejo, ex consejero y su hombre de confianza, nada m¨¢s desvelarse la trama. A ¨¦l le siguieron los otros.

Pero el pasado lunes se abri¨® el sumario parcialmente y la pesadilla regres¨®. Las pruebas que imputan a ediles y diputados son las mismas que incluy¨® el juez Garz¨®n en su auto de marzo. Sin embargo, las primeras planas de los peri¨®dicos volvieron a ligar al PP madrile?o con las empresas de Francisco Correa.

El mi¨¦rcoles, en la reuni¨®n semanal que mantiene con su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo, madur¨® la decisi¨®n. Entre los argumentos a favor pesaba la idea de mantener la misma l¨ªnea de actuaci¨®n r¨¢pida y contundente. Los aguirristas reconocen que tambi¨¦n les satisfac¨ªa distanciarse de Mariano Rajoy y Francisco Camps, pero no era lo m¨¢s importante. Esa tarde, Aguirre ten¨ªa dos actos oficiales y se march¨® sin tomar la decisi¨®n. No lo ve¨ªa claro.

Al d¨ªa siguiente, cuando la presidenta madrile?a deb¨ªa someterse a la sesi¨®n de control en la Asamblea, sentada en la misma bancada que tres imputados, le estall¨® el titular: "Madrid adjudic¨® 358 contratos a la red G¨¹rtel". Estaba en juego su imagen.

Esa ma?ana, finalizado el Consejo, Aguirre se present¨® en la Asamblea. La tensi¨®n era palpable porque el grupo popular pensaba que la situaci¨®n pod¨ªa volverse en contra. Ya se sab¨ªa a esa hora que no iba a ser f¨¢cil: L¨®pez Viejo, Alfonso Bosch y Benjam¨ªn Mart¨ªn Vasco se opon¨ªan a renunciar al acta. Quer¨ªan mantener su condici¨®n de aforados.

"Tienen un miedo esc¨¦nico, irracional, al juez Garz¨®n por su fama", explica un diputado popular. Una vez puestas las cartas boca arriba, la reuni¨®n fue muy directa. Acompa?ada del portavoz popular, David P¨¦rez, Aguirre plante¨® a los imputados que quer¨ªa que dejaran acta y grupo. Ellos aceptaron s¨®lo lo segundo. Despu¨¦s, se esfumaron de la Asamblea.

Mirando atr¨¢s, en el entorno de la presidenta la satisfacci¨®n es completa. "Estamos contentos de c¨®mo se ha valorado", reconoce el secretario general del PP madrile?o, Francisco Granados. Las portadas de todos los peri¨®dicos abr¨ªan el viernes con la decisi¨®n.

En el ¨¢mbito interno del partido, Aguirre ha salido reforzada por la contundencia de su actuaci¨®n. "De los dirigentes populares es la que ha arriesgado m¨¢s, pero tambi¨¦n la que m¨¢s ha acertado", afirma Juan Soler, portavoz adjunto del PP en la Asamblea.

Arriesg¨® porque ella s¨ª ten¨ªa imputados en la trama, al contrario que en Valencia. Y eran "sus" imputados. El ex consejero L¨®pez Viejo era su hombre de confianza, el que le llevaba la agenda y a quien nombr¨® consejero en su segundo mandato. Muchos se acercaron para advertirle, pero Aguirre prefiri¨® creer que ten¨ªan celos. Ahora dice sentirse "decepcionada". Nunca responsable.