Espejismos en pol¨ªtica
"Siento preocupaci¨®n, pena y asco", dec¨ªa Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco, el pasado s¨¢bado en la Cadena SER cuando se le pregunt¨® sobre el caso G¨¹rtel. Se refer¨ªa a la forma de actuar de algunos dirigentes pol¨ªticos y cargos p¨²blicos de su partido. Sobornos, ambientes de lujo y fiestas donde las prostitutas formaban parte del fest¨ªn le hac¨ªan sentirse as¨ª. Comparaba estas conductas con las de aquellos concejales vascos no nacionalistas que se jugaban la vida sin cobrar un euro. Son naturales estos sentimientos. Tambi¨¦n su preocupaci¨®n. Sabe que actuaciones como las del caso G¨¹rtel pueden hacer que disminuyan las posibilidades de que su grupo gobierne en Espa?a. Estos comportamientos, por mucho que se intente quitarles hierro, no son los m¨¢s adecuados para movilizar a favor al grupo de ciudadanos que est¨¢ dispuesto -como sucedi¨® con la guerra de Irak- a cambiar el sentido del voto. Y sin este grupo no se puede alcanzar el gobierno.
De ah¨ª que cuando estas opiniones las manifiesta p¨²blicamente un dirigente del PP necesariamente las comparo con el comportamiento del presidente del PP andaluz ante los mismos hechos. Qu¨¦ dice, qu¨¦ hace Javier Arenas cuando ve que en su grupo suceden hechos que se extienden sobre las Comunidades de Valencia, Madrid, Galicia y Castilla-Le¨®n. Est¨¢ preocupado, siente pena y asco. ?Piensa, de verdad, que estas conductas y su forma de abordarlas no van a afectar a su tan larga y cacareada alternancia en Andaluc¨ªa? Realmente pienso que ni est¨¢ preocupado, ni siente pena ni siente asco y no parece que le interese ese sector determinante de los cambios.
Unos ciudadanos que dif¨ªcilmente van a asumir que gobierne en Andaluc¨ªa un candidato que no reconoce p¨²blicamente que algunos miembros de su partido est¨¢n imputados en un sumario por corrupci¨®n pol¨ªtica, como sostiene la polic¨ªa. Este futuro candidato act¨²a como una especie de justiciero. Ocupa su tiempo en exigir explicaciones, haciendo saber que no tiene obligaci¨®n de darlas. Busca a los culpables en la polic¨ªa y en la fiscal¨ªa como si la fiscal¨ªa o la polic¨ªa fueran las que han ido de org¨ªas o a sus c¨®nyuges les apareciera un mill¨®n de euros en su cuenta corriente. Y, desde luego, hace saber que, de existir amiguitos del alma, no se hab¨ªa enterado. Ya no sorprende. Hist¨®ricamente es su forma de hacer su pol¨ªtica. Lo mismo se uni¨® con Izquierda Unida en el tiempo de la pinza en Andaluc¨ªa; que fue secretario general de su partido con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar; que cambi¨® a Mariano Rajoy y que aplaude a Camps. Con estos antecedentes pol¨ªticos no ser¨ªa extra?o que m¨¢s pronto que tarde termine paseando por Galicia. Despu¨¦s de todo, si Camps ha dejado de ser alternativa de relevo a Rajoy y se empieza a hablar de N¨²?ez Feijo¨®, nada dice que no empiece a ofrecer la fuerza que dice tener en Andaluc¨ªa a nuevas alternancias. Sin embargo, tambi¨¦n es probable que, por vez primera, no sea cre¨ªble para nadie. Despu¨¦s de todo el PP tiene a sus votantes de siempre y los que se dicen buscar son los que cambian en funci¨®n de la forma de gobernar y de hacer oposici¨®n. Aqu¨ª no aporta nada Javier Arenas. El que llama esp¨ªritu de Dos Hermanas, como le ha gustado definir el mitin en esta localidad sevillana, es un espejismo.
Ahora, y por mucho que se hable del caso Mercasevilla o se eleve su gravedad -que la tiene-, este dirigente ha empezado a excusarse ante las preguntas sobre corrupci¨®n desde: "No tengo nada que ver con el caso G¨¹rtel" (afirm¨® en la Universidad de Sevilla), o a referirse al PSOE: "No me tiene que dar ninguna lecci¨®n de ¨¦tica" (el pasado s¨¢bado en Marbella). Puede que ya no interese. Hay otros pol¨ªticos, como en el Pa¨ªs Vasco y en Galicia, que ayudan a la gobernabilidad y que gobiernan. Despu¨¦s de todo si su grupo quiere gobernar hay que soltar lastre. No vender humo. Seguro que en el PP de Andaluc¨ªa tambi¨¦n hay personas capaces de hacer pol¨ªtica de partido, estar preocupados ante la corrupci¨®n en las propias filas, sentir pena y asco. Y decirlo.
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