Francfort se rinde al libro electr¨®nico
El 'e-book' ganar¨¢ al soporte tradicional en 2018 - Un 25% del negocio ser¨¢ digital en dos a?os, seg¨²n una encuesta - Los editores espa?oles toman posiciones
"Le ponemos cara al futuro", rezan los carteles en Francfort. Y a tenor de los primeros minutos de la 61? Feria del Libro que ayer inaugur¨® la mism¨ªsima Angela Merkel en la ciudad alemana, la cara del sector editorial est¨¢ parcialmente desfigurada. Hay acuerdo un¨¢nime en que 2018 ser¨¢ cuando se d¨¦ el sorpasso del libro digital sobre el impreso. Incluso se admite que en menos de dos a?os un 25% de los ingresos de los editores vendr¨¢ por ese canal, cuando ahora esos beneficios son casi inexistentes. As¨ª lo creen cuatro de cada 10 editores encuestados por la feria internacional m¨¢s grande del sector. Pero aun as¨ª, no saben cu¨¢l es el modelo de negocio, ni cu¨¢nto cobrar, ni c¨®mo.
Tan preocupados est¨¢n por responder a estas cuestiones que la protecci¨®n de datos y la pirater¨ªa quedan como tercera consternaci¨®n ante el reto del e-book. Las angustias se reservan de momento a c¨®mo generar ese negocio. ?S¨®lo? Tambi¨¦n preocupa la incertidumbre por la rapidez en los cambios y conocer mejor los usos tecnol¨®gicos de los consumidores.
Nadie sabe cu¨¢l ser¨¢ el modelo definitivo, ni cu¨¢nto cobrar, ni c¨®mo
La eclosi¨®n de la venta de dispositivos para las navidades de 2010 ser¨¢ clave
Una prueba de la desorientaci¨®n que asuela el sector est¨¢ en la respuesta de los editores cuando se les pregunta por el modelo de pago para el acceso de los lectores a los contenidos on line. Mientras un 25% (en su mayor¨ªa editores europeos) est¨¢n por una tarifa plana o un modelo de suscripci¨®n que permitiera acceso a toda la oferta, un 23% (especialmente los anglohablantes) prefieren los micropagos o pagos por cap¨ªtulos o partes de un contenido.
La divisi¨®n ya es total a la hora de poner precio al libro electr¨®nico (al contenido, no al aparato). A¨²n hay quien cree que un e-book debe ser igual (15%) o m¨¢s caro (4%) que un libro tradicional. El resto, que ha de ser m¨¢s barato. ?Pero cu¨¢nto? Hay divisi¨®n de opiniones. Un 10%, un 20% y hasta un 30%. Y queda una quinta opci¨®n: algunos defienden que se ha de poner al mismo precio que los que vende ya hoy Amazon por 9,99 d¨®lares.
Quiz¨¢ el caos impera porque el 65% de los editores a¨²n no leen e-books. No es el caso de Jes¨²s Badenes, director general de la divisi¨®n de librer¨ªas del Grupo Planeta, quien fue ayer el primer editor espa?ol en la historia de la feria en pronunciar la conferencia inaugural. Optimista (asegur¨® que el mercado espa?ol "est¨¢ hoy con un 2% m¨¢s de ventas que en 2008") y citando desde Lao Tse al Tolst¨®i de Anna Karenina, lanz¨® varios mensajes sobre las turbulencias que vive el sector, pidiendo "flexibilidad ante los cambios". Tambi¨¦n solicit¨® la intervenci¨®n de los gobiernos "para evitar el control monop¨®lico de los buscadores, o de Kindle, el lector de Amazon".
En esa l¨ªnea, avanz¨® que para la Feria del Libro de Madrid la plataforma conjunta de libros electr¨®nicos que Planeta prepara con Santillana y Random House Mondadori dispondr¨¢ de "unos 6.000 t¨ªtulos" y que siguen abiertos a nuevos socios.
Tambi¨¦n insinu¨® el nombre de Anaya como posible cuarto socio gigantesco de la operaci¨®n. A¨²n con ello, record¨® que en 2008 los e-books s¨®lo representaron el 0,8% de las ventas en EE UU y apenas un 0,6% en Inglaterra. Y que la batalla con Google por la digitalizaci¨®n de obras pasar¨¢ en Europa por "un acuerdo pa¨ªs por pa¨ªs".
Por si acaso, 36-L, la plataforma liderada por el editor de Ara Llibres, Ernest Folch, ha incorporado a Roca Editorial, que participa en el proyecto sin exclusividad. "No creo en una batalla individual en esto", asegura por su parte la fundadora de Roca, Blanca Rosa Roca, que aspira a obtener los derechos electr¨®nicos de una veintena de sus principales autores, entre ellos, Noah Gordon y Michael Connelly. La eclosi¨®n de los e-books para navidades de 2010 y un precio no inferior a los 12 euros por t¨ªtulo son dos de las coordenadas que enmarcar¨¢n, cree, el fen¨®meno.
Las dos plataformas tendr¨¢n competencia como m¨ªnimo de una tercera. Se trata del proyecto ultimado por Edhasa y su participada Castalia, a partir de su distribuidora, Melisa. ?sta se ha unido con Softline, empresa de software, especializada en el sector. Su plataforma, bautizada Zona e-books, desea alcanzar los 200 t¨ªtulos y estar operativa antes del primer trimestre de 2010, seg¨²n el editor Daniel Fern¨¢ndez.
Thomas Mann, Patrick O'Brien, Simon Scarrow, Bernard Cornwell, Jos¨¦ Luis Corral y Lawrence Durrell, entre otros, son autores que compartir¨ªan plataforma con los cl¨¢sicos castellanos del hist¨®rico fondo de Castalia, editorial que ten¨ªa un antiguo contrato de digitalizaci¨®n con Google que ha sido denunciado. Fern¨¢ndez baraja para su ambicioso proyecto una inversi¨®n de 100.000 euros, la creaci¨®n de un certificado digital que impida la reproducci¨®n fraudulenta, descuentos si se compra el libro en papel y pagos por tarifa plana. Como todos, dice que su iniciativa est¨¢ "abierta a otros colegas". En el libro digital, hoy por hoy, toda idea suma.
China, en segundo plano
La preocupaci¨®n por la edici¨®n electr¨®nica tiene tan absorto al sector que casi minimiza dos detalles que otros a?os hubieran sido m¨¢s pol¨¦micos. Por un lado, que la crisis tambi¨¦n ha llegado a Francfort. Las cifras hablan de un leve descenso de expositores, especialmente de los pa¨ªses de habla inglesa y de los de Europa del Este; este a?o habr¨¢ 7. 314, 59 menos que en 2008, que implica un 2% menos de espacio de exhibici¨®n. El otro foco es ya un cl¨¢sico: la pol¨¦mica con el pa¨ªs invitado. Al Mundo ?rabe (2004), Corea (2005) y Turqu¨ªa (2008) se une ahora China. La delegaci¨®n m¨¢s numerosa de la historia de la feria (2.670 personas) intentar¨¢, con 250 eventos oficiales, camuflar los problemas del pa¨ªs. "Condenamos todas las violaciones de los derechos humanos y las limitaciones de libertad de expresi¨®n y prensa en la Rep¨²blica Popular China", tuvo que decir ayer el director de la feria, Juergen Boos, para justificar su elecci¨®n, que se contrapon¨ªa a la presencia de disidentes o exiliados como Gao Xingjian, Yang Lian, Mo Yan y a autores adscritos al Pen Club Chino Independiente. Y hasta se espera un emisario del Dalai Lama. "China sabe que no hay temas tab¨² cuando se acepta venir aqu¨ª", lanz¨® la canciller Angela Merkel. El vicepresidente chino, Xi Jinping, no recogi¨® el guante y s¨®lo se le escap¨® un "la importancia hist¨®rica del di¨¢logo". Algo chocante.
Babelia
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