La llegada de Kindle abre una nueva guerra de compatibilidad de formatos
Los reproductores de textos reconocen muchos formatos, pero el ePUB, desde que Google se inclin¨® por ¨¦l, parece el m¨¢s universal - El aparato de Amazon lleva c¨®digo propietario
ePUB o no ePUB. Cuando se compre no se fije mucho en la duraci¨®n de las pilas (extens¨ªsima), ni en el peso (no var¨ªa gran cosa). Lo m¨¢s importante son los idiomas inform¨¢ticos que puede leer el aparato, los llamados formatos. Hay una retah¨ªla de ellos, unos para textos (en torno a la decena), otros para im¨¢genes (media) y varios para audio. Los m¨¢s extendidos son el ePUB, el JPEG y el MP3, especialmente el primero ya que lee textos y se supone que el comprador de un ebook es, ante todo, un empedernido lector.
El ePUB se convirti¨® en 2007 en el est¨¢ndar oficial del F¨®rum Internacional de Publicaciones Digitales (IDPF), pero el definitivo espaldarazo a este formato de lectura de textos lo dio el buscador Google, al adaptarlo a su proceso infinito de digitalizaci¨®n de libros. Previamente, Sony, precursora con su e-Reader de los lectores de textos electr¨®nicos, tambi¨¦n hab¨ªa creado un c¨®digo de lectura propio, pero actualmente respalda el ePUB.
Sistema propio
La excepci¨®n al ePUB es, de momento, el lector de Amazon, el famoso Kindle. Desde el primer momento apost¨® por un cat¨¢logo de libros cerrado, s¨®lo para los clientes que han comprado su aparato, y por un formato de lectura propio.
En principio, tampoco los propietarios de un Kindle pueden descargarse libros formateados en ePUB, aunque ya han salido varias aplicaciones para sortear este peque?o inconveniente.
La estrategia comercial de Amazon con su Kindle recuerda a la de Apple con el reproductor musical iPod y la tienda iTunes y que en Europa, concretamente en pa¨ªses escandinavos, le ha dado problemas legales al no abrir la tienda a aparatos de diferentes marcas.
Pese a decisi¨®n tan arriesgada, Apple consigui¨® crear una demanda musical que no exist¨ªa y una dependencia de la gente entre el iPod y el iTunes, que ha continuado con su tel¨¦fono. Aunque dos terceras partes de ellas fueran gratuitas, 2.000 millones de descargas es s¨ªntoma del ¨¦xito de Apple con este sistema comercial.
Amazon quiere repetir la f¨®rmula y, a poder ser, el ¨¦xito. Pese a la falta de cifras de ventas de su Kindle, es indudable que su cat¨¢logo contiene 350.000 libros (la mayor¨ªa en ingl¨¦s), y que -prueba irrefutable de su implantaci¨®n-, entre su larga lista se encuentran los 10 libros m¨¢s vendidos del momento, que, adem¨¢s, se publican en digital a la vez que su edici¨®n impresa y a un precio muy inferior a la edici¨®n de tapa dura.
La venta de Kindle en Espa?a a partir del lunes -s¨®lo a trav¨¦s de Amazon- es de momento m¨¢s un animador del mercado del ebook que otra cosa.
Porque Kindle es un modelo entre el medio centenar de los que habr¨¢ a final de a?o, procedentes de 25 fabricantes, la mayor¨ªa de ellos en Taiw¨¢n. Haciendo caso omiso a los pensamientos del jefe de Microsoft Steve Ballmer, pap¨¢ Noel y dem¨¢s regalar¨¢n millones de ebook estas navidades. Y el pr¨®ximo ser¨¢ el de los lectores electr¨®nicos con pantalla de colores (ya existe uno de mil d¨®lares: Flepia de Fujitsu), que, pese a su alto precio, alcanzar¨¢n el 5% del mercado. Y en 2011 la mayor¨ªa llevar¨¢n pantalla de color.
Los fabricantes de estas pantallas de lectura contin¨²an con sus avances (no s¨®lo por el libro, no nos enga?emos, sino porque su tecnolog¨ªa es perfecta para la publicidad en vallas). Plastic Logic, que fabricar¨¢ el ebook a la librer¨ªa Barnes and Noble, ha desarrollado un aparato con pantalla de color y flexible. S¨®lo le faltar¨¢ una goma para que tiemble hasta el imperio Moleskine con sus cuadernos de viaje.
Este a?o se acabar¨¢n vendiendo unos 3,6 millones de ebooks en el mundo, frente a los 18 millones de 2012 y a los 77 en 2018, con unos ingresos de 3.800 millones, seg¨²n la analista de DisplaySearch Jennifer Colegrove. Para entonces la mayor¨ªa de las pantallas ser¨¢n t¨¢ctiles y en colores, flexibles, y con pantallas de cinco pulgadas, para meterlas en el bolsillo de la chaqueta.
Textos, m¨¢s que novelas
La pujanza del sector no ser¨¢ debido a que el mundo se lance a leer novelas cuando no lo hace ahora en papel, sino por la utilidad del aparato para textos m¨¢s imprescindibles: los educativos. En una reciente conferencia, Sriram Peruvemba, vicepresidente de E Ink, empresa inventora de las pantallas de estos aparatos, dec¨ªa: "Los libros de textos ser¨¢n la aplicaci¨®n fundamental para la implantaci¨®n de los ebooks".
"De media, un estudiante se gasta 650 d¨®lares al a?o en libros de texto", cuenta Peruvemba," por esa cantidad podr¨ªa pagarse el aparato".
La sustituci¨®n de la mochila por el ebook empieza a barajarse a escala gubernamental. En un reciente estudio del partido dem¨®crata norteamericano calculaba el coste que supondr¨ªa sustituir en todo el pa¨ªs las mochilas de los estudiantes por el ebook y abogaba por ello.
![Ignacio Latasa, con su exposici¨®n de libros electr¨®nicos.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PHD3N3M26IAGRLX5BGSS52LLRM.jpg?auth=0b186739e43f6e2844dbfae54f5abe2b1abbb88f198ad772e5f03103c372ab03&width=414)
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