"Mi receta contra la obesidad: no hay alimentos malos"
Gema Fr¨¹hbeck tiene el apret¨®n de manos fuerte y la mirada clara. Es una mujer activa. Cree que quien se cruza con ella por los pasillos de la Universidad de Navarra, donde da clases, o por los laboratorios de la cl¨ªnica, donde investiga, debe de pensar que est¨¢ loca. Va a todos los sitios corriendo. Sube las escaleras de dos en dos. "Es una costumbre desde que era peque?a. Un d¨ªa me voy a caer y a romperme la cabeza", dice. Adem¨¢s, va al trabajo en bicicleta. Con tanta actividad es imposible que pase a formar parte de los dos tercios de espa?oles con sobrepeso. Fr¨¹hbeck (Madrid, 1965), investigadora cl¨ªnica en endocrinolog¨ªa y nutrici¨®n, es tambi¨¦n presidenta electa de la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad (Easo).
La l¨ªder europea contra el sobrepeso lo tiene claro: comer bien no es dif¨ªcil
Y como buena experta, entiende de las delicias de la buena mesa. Escoge el restaurante a conciencia. "Es un sitio donde hay alimentos frescos y de temporada. Ver¨¢s, vamos a comer fenomenal", promete. All¨ª ya la conocen. Saben, por ejemplo, que prefiere las cosas cocinadas a la sal y con poca o ninguna salsa. Le gustan las cosas sencillas. Pica un poco del aperitivo de salpic¨®n de verduras y explica que muchas veces la clave para no pasarse de kilos no es comer menos, sino qu¨¦ comer y la forma de preparar los alimentos. "?sa es una de las cosas m¨¢s dif¨ªciles de hacer comprender a los pacientes", asegura. Fr¨¹hbeck habla de su trabajo con pasi¨®n, explica que la obesidad es un problema social de una magnitud enorme en el que deber¨ªan involucrarse el Gobierno, la industria alimentaria y los medios de comunicaci¨®n. "Es una verdadera epidemia que hay que atajar", afirma.
Charla y los berberechos que el camarero ha dejado sobre la mesa aguardan. Los mira y se da cuenta de que hay que comerlos calientes. Coge uno, y luego otro y otro... La culpa de que estemos compartiendo mesa, cuenta, la tiene la leptina. Fue esta hormona descubierta en 1994 -y que tiene un papel fundamental en la regulaci¨®n del peso- quien la llev¨® a dedicarse a la investigaci¨®n de la obesidad. Aunque reconoce que si no hubiera sido ¨¦sa, habr¨ªa surgido "otra leptina". "Desde que recuerdo he querido ser m¨¦dico y toda la vida me ha apasionado hacer experimentos". Todav¨ªa le encanta meterse en el laboratorio.
Se nota. El tema y la investigaci¨®n la tienen atrapada. "Falta conciencia de que la obesidad es una enfermedad. A¨²n se ve como un problema est¨¦tico. Los h¨¢bitos nutricionales deber¨ªan estudiarse en la escuela", dice mientras saborea el rape. Muchas familias descuidan algo tan importante como el desayuno de los ni?os. Fr¨¹hbeck, por mucha prisa que tenga, nunca prescinde de ¨¦l. Toma lo que ha bautizado como "el desayuno de los campeones": medio litro de leche con cereales y dos pl¨¢tanos.
Fr¨¹hbeck es la primera presidenta electa de la EASO. Pero recalca que no por ser mujer lo ha tenido m¨¢s dif¨ªcil en la investigaci¨®n. En cambio, s¨ª ha percibido cierta discriminaci¨®n por la edad. Por su juventud. Comenz¨® un laboratorio a los 33 a?os.
Fr¨¹hbeck agita su cabeza rubia y mira fijamente una cereza que, seg¨²n ha explicado el camarero, viene "directa" del Valle del Jerte. "Est¨¢n buen¨ªsimas", dice. "En Espa?a podemos presumir de que hay muy buenos alimentos. Adem¨¢s, no hay alimentos malos. S¨®lo hay que restringir un poco. Comer bien no es tan dif¨ªcil".
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