La mirada herida de Herta M¨¹ller
La obra de la autora rumano-alemana, dotada de una atm¨®sfera crepuscular, se centra en su experiencia bajo la dictadura y en el sufrimiento colectivo.
Herta M¨¹ller dice que en la cara de las personas se puede leer la regi¨®n de donde proceden. As¨ª empieza la historia de Lola en La bestia del coraz¨®n, el libro que public¨® en 1994, siete a?os despu¨¦s de haber salido de la Rumania de Ceaucescu para ir a la Rep¨²blica Federal de Alemania. La narradora, su compa?era de universidad, puede ver en el rostro de Lola la regi¨®n pobre del sur del pa¨ªs a la que pertenece.
Lola se pinta las pesta?as con r¨ªmel barato y se pone medias finas para sus citas en el parque con hombres cansados, incapaces de amar, que salen por la noche de sus trabajos del matadero o de la f¨¢brica de detergentes; recibe, como si fueran regalos, detergentes u ¨®rganos de animales muertos. Lola va a la iglesia, estudia los folletos ideol¨®gicos, recoge el carn¨¦ rojo del partido, y sus compa?eros de habitaci¨®n empiezan a evitar hablar delante de ella con libertad. Ella sue?a con un hombre con camisa blanca que le acompa?e a su pueblo, pero el ¨²nico amante que ha tenido con camisa y cuello blanco, el profesor de gimnasia, es un canalla que la empuja a suicidarse. Lola deja en el ba¨²l de la narradora su cuaderno donde anota sus pensamientos m¨¢s ¨ªntimos y coge la cuerda con la que se va a ahorcar del armario. A punto de ser una persona de ¨¦xito, se convierte en una verg¨¹enza para un pa¨ªs que obliga a las personas a ser optimistas. El cuaderno de Lola desaparece del ba¨²l de la narradora, ser¨¢ la primera se?al de la vigilancia constante que ejerce la Securitate.
La historia de Lola es una especie de pr¨®logo que abre las l¨ªneas narrativas de este libro en el que algunos lectores reconocer¨¢n los episodios dram¨¢ticos de la propia vida de Herta M¨¹ller. En primer lugar, su familia suaba (los suabos son una comunidad alemana que lleg¨® a Rumania en el siglo XVII o XVIII y que emigraron bajo el r¨¦gimen de Ceaucescu): su abuelo, un comerciante a quien el r¨¦gimen comunista expropi¨® sus tierras; su padre, un SS "que ha llegado a la tierra cantando canciones militares y ha dejado cementerios en el mundo", ahoga sus penas en alcohol y muere prematuramente; su madre, una antigua deportada a Rusia que vive atormentada por el hambre y se lanza a comer patatas cuando las ve.
Otra de las l¨ªneas narrativas de La bestia del coraz¨®n se ocupa de lo que les ocurre a los amigos de la narradora (Edgar, Kurt y Georg), a quienes, al igual que a ella, la Securitate les vigila, les atormenta. "La Securitate no solamente ha influido en mi vida sino que me ha acompa?ado a cada minuto, en la calle, en el trabajo, en mi vida privada... La convivencia con la Securitate continu¨® despu¨¦s de que me fuera de Rumania", ha contado M¨¹ller.
Una de las caracter¨ªsticas de la deslumbrante originalidad de sus escritos es la densidad con que da profundidad a cada frase. De una concreci¨®n alucinante, tendiendo a veces hacia lo fant¨¢stico, con tintes expresionistas, la prosa de M¨¹ller no solamente registra la monograf¨ªa social del Banato sino que explora sin piedad tanto los detalles f¨ªsicos como los comportamientos sociales. Pero tambi¨¦n permite al lector un espacio suficiente para que ¨¦l mismo pueda construir las historias, la mayor¨ªa de ellas tr¨¢gicas, de las personas que llevan en su cara la regi¨®n de donde procede M¨¹ller.
Windisch, el protagonista de El hombre es un gran fais¨¢n en el mundo, cuenta los a?os y los d¨ªas que le quedan para conseguir el pasaporte so?ado. Ceaucescu ha recibido el dinero que env¨ªa Alemania federal para aceptar la emigraci¨®n de la minor¨ªa alemana, sajona o suaba. Pero ese dinero no le ha ahorrado de pagar otros gastos a una administraci¨®n corrupta y de sufrir m¨²ltiples humillaciones antes de salir: lleva sacos de harina y dinero al Ayuntamiento, tiene que aceptar que su hija peque?a se acueste con el polic¨ªa y con el cura del pueblo. Y, cuando regresa de visita y trae objetos del Oeste como muestra de su ¨¦xito social, sobre su mejilla cae una l¨¢grima de cristal. Windisch no es un caso aislado. Casi toda la comunidad alemana de Rumania ha perdido su patria. En la atm¨®sfera crepuscular de la prosa de M¨¹ller, los cementerios, los b¨²hos, los ata¨²des forman parte de la vida cotidiana que, a menudo, toma un color fant¨¢stico si acaso m¨¢s pesado a causa de las siluetas negras oscuras de los personajes negativos como el odioso capit¨¢n de la Securitate, Piele, y su perro que lleva su mismo nombre.
"Tuve la suerte de irme de all¨ª. Me fui demasiado tarde, cuando ya estaba destruida", dice M¨¹ller. Pero no tan destruida como para escribir 20 libros a sus 56 a?os y haber recibido el mayor galard¨®n literario del mundo. Aunque s¨ª lo bastante herida como para que cada uno de sus libros cuente la experiencia de su vida en la dictadura. Delgada, fr¨¢gil, de ojos transparentes, la mirada distante se le instal¨® cuando, en plena adolescencia, tuvo que defenderse de las investigaciones de la Securitate y de las amenazas de muerte. M¨¹ller es muy cr¨ªtica con la situaci¨®n de la actual Rumania y tambi¨¦n con los intelectuales que no han hecho lo suficiente para dar a conocer el verdadero pasado del pa¨ªs sobre todo durante la dictadura del general Antonescu, el movimiento legionario y el antisemitismo. "En Rumania se cree que el pasado se ha desvanecido en el aire. El pa¨ªs entero parece sufrir de amnesia...". "Quiz¨¢s haya algunas personas en Rumania que les gusten mis libros pero yo, como persona, no les soy simp¨¢tica. Lo m¨¢s probable es porque contin¨²o diciendo cosas sobre Rumania que molestan pero hay que decirlas. La corrupci¨®n est¨¢ en todas partes porque la ex nomenclatura se ha apropiado del pa¨ªs. Todo est¨¢ privatizado pero, de qu¨¦ modo... Este sistema funciona tan bien que no me puedo imaginar c¨®mo podr¨ªa cambiar la situaci¨®n actual... Es tan estable que hasta parece normal". Es cierto, para muchos rumanos, sobre todo para aquellos que no han podido ver a la gente manifestarse y morir en la calle en diciembre de 1989, la idea de la revoluci¨®n persiste. Pero personalmente creo que, gracias a su actitud, M¨¹ller es m¨¢s respetada y m¨¢s popular de lo que ella piensa.
Sin embargo, M¨¹ller ha reconocido que cuando escribe comparte la lengua rumana con la alemana. En Nitzkydorf, el pueblo donde naci¨® y de donde sali¨® a los 15 a?os, no hab¨ªa aprendido la lengua rumana sino que la descubri¨® m¨¢s tarde cuando trabaj¨® en una f¨¢brica. Impresionada por la poes¨ªa de esta lengua, llena de met¨¢foras y comparaciones, ha insertado algunos poemas populares rumanos en el texto de La bestia del coraz¨®n. Entre ellos, uno tradicional a modo de maldici¨®n a la traici¨®n: "El que no ama y renuncia / Que Dios le d¨¦ como castigo / El paso de la cucaracha y de la serpiente / El estremecimiento del viento / El polvo de la tierra". Esta poes¨ªa se invoca cuando la narradora cuenta la historia de su amistad con Tereza. Tras salir de Rumania, muy enferma de c¨¢ncer, va a visitar a su amiga con el encargo de espiarla recibido por el capit¨¢n de la Securitate. La narradora descubre la traici¨®n y echa a Tereza de su casa con gran dolor y sabiendo que es la ¨²ltima vez que ve a su amiga. "La muerte de Tereza ha sido muy dolorosa, como si tuviera dos cabezas que se golpearan una contra la otra. En una estaba el amor, abatido, que sent¨ªa por ella y en la otra estaba el odio". Este cap¨ªtulo tambi¨¦n ha tenido una inspiraci¨®n autobiogr¨¢fica. M¨¹ller pudo comprobar que en su expediente en la Securitate, su mejor amigo hab¨ªa hecho informes sobre su vida diaria.
Con el Nobel y con su libro El hombre es un gran fais¨¢n en el mundo M¨¹ller parece haber terminado su misi¨®n: una obra centrada obsesivamente en su experiencia dram¨¢tica as¨ª como en el sufrimiento y el desarraigo de la colectividad alemana en Rumania. Antes de esperar a ver si surgen otros temas en la obra de esta escritora, los lectores descubrir¨¢n en sus libros un universo alucinante enriquecido con la tr¨¢gica historia del siglo pasado.
Traducci¨®n de Virginia Solans.
Herta M¨¹ller, premio Nobel de Literatura 2009, es autora, entre otros libros, de En tierras bajas (Siruela), El hombre es un gran fais¨¢n en el mundo (Siruela y Xerais), La piel del zorro (Plaza & Jan¨¦s) y La bestia del coraz¨®n (Mondadori). Gabriela Adamesteanu es escritora rumana y acaba de publicar en Espa?a Una ma?ana perdida (Lumen).
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