Catalu?a pone coto a las urbanizaciones
Muchas de las 2.300 zonas residenciales carecen de servicios p¨²blicos de agua, luz y alcantarillado
En Catalu?a hay unas 2.300 urbanizaciones; unas 400 de ellas, en situaci¨®n de legalidad dudosa. Se trata de una cifra aproximada, porque muchas se han construido de forma irregular y no siempre est¨¢n convenientemente registradas. La fiebre empez¨® a mediados de los cincuenta y progres¨® en los a?os del desarrollismo franquista, ocupando una cantidad de terreno que el actual secretario de Planificaci¨®n, Oriol Nel¡¤lo, no duda en calificar de excesiva.
El Gobierno catal¨¢n se ha planteado ahora poner coto al crecimiento y reparar al menos parte de los desaguisados cometidos, de dif¨ªcil eliminaci¨®n. Busca evitar que se siga urbanizando lejos de los n¨²cleos de poblaci¨®n y, en la medida de lo posible, cambiar crecimientos autorizados en el pasado por otros m¨¢s razonables.
Se ofrecer¨¢n permutas de parcelas en zonas m¨¢s cercanas a n¨²cleos urbanos
La Generalitat prev¨¦ ayudas econ¨®micas para construir servicios
El censo conocido de urbanizaciones, algunas de ellas en el filo de la legalidad, es de unas 1.100 en Barcelona, 563 en la provincia de Girona, 554 en la de Tarragona y 111 en las comarcas de Lleida. Muchas de ellas han crecido sin planificaci¨®n alguna. En los primeros a?os sesenta, las familias que iniciaban el despegue econ¨®mico se compraban una parcela y pasaban all¨ª el d¨ªa, como si estuvieran en el campo. M¨¢s adelante, construyeron una casita (no siempre con todas las licencias municipales) como segunda residencia y en los ¨²ltimos a?os se ha percibido un movimiento que consiste en que las familias, tras la jubilaci¨®n, se instalan definitivamente en estas edificaciones. Y ah¨ª llegan los problemas porque las condiciones no siempre son id¨®neas. Con frecuencia, ni los vendedores ni los compradores construyeron los servicios. De modo que algunas urbanizaciones carecen de luz, agua y alcantarillado.
El transporte p¨²blico es otra notable ausencia. Y lo que es m¨¢s grave: el coste de los servicios debe correr a cargo de propietarios y municipios, lo que no siempre es posible porque ni unos ni otros disfrutan de una econom¨ªa boyante.
Para paliar la situaci¨®n, el Departamento de Pol¨ªtica Territorial proyect¨® hace unos meses la Ley de Urbanizaciones, ya aprobada por el Parlament. Se trata, sobre todo, de frenar el crecimiento urbano. Si las poblaciones han de crecer, no deben hacerlo en cualquier parte. Preferentemente, deben hacerlo como ensanches de los n¨²cleos existentes y no en la lejan¨ªa. Este sistema de crecimiento tiene la virtud de abaratar costes y ahorrar el consumo de terreno.
La ley permite al Gobierno catal¨¢n intervenir con ayudas econ¨®micas a propietarios y consistorios que tengan dificultades. La estimaci¨®n inicial es que al menos dos tercios de las m¨¢s de 2.000 urbanizaciones podr¨¢n acogerse a estas ayudas. El mecanismo es el siguiente: una urbanizaci¨®n que necesite realizar obras para dotarse de servicios puede pactar con el Consistorio la financiaci¨®n de las mismas. El Ejecutivo catal¨¢n adelantar¨¢ una parte de los costes y lo cobrar¨¢ luego en un periodo dilatado. En caso de familias que carezcan de ingresos suficientes para hacer frente a estos gastos, el Gobierno contempla la posibilidad de adelantar el dinero y no cobrarlo de momento. A cambio, se proceder¨¢ a inscribir la deuda en el registro de la propiedad, de modo que sea satisfecha si se produce un cambio en los propietarios, por venta, donaci¨®n o herencia.
En las urbanizaciones donde haya una cantidad importante de parcelas sin construir, el Gobierno catal¨¢n prev¨¦ ofrecer a los propietarios compensaciones en zonas m¨¢s cercanas a la poblaci¨®n y con mayor densidad de construcci¨®n. La Generalitat est¨¢ dispuesta a negociar con los municipios una reubicaci¨®n de las construcciones ya concedidas, ya que, si el terreno ha sido declarado urbano, es muy dif¨ªcil revertir la situaci¨®n sin compensar al propietario. Estas reubicaciones tender¨ªan siempre a acercar las nuevas construcciones a las poblaciones ya consolidadas.
Los datos sobre las urbanizaciones son imprecisos, sobre todo fuera de la provincia de Barcelona. En ¨¦sta se dispone de un an¨¢lisis encargado por la Diputaci¨®n para conocer los d¨¦ficit que presentan. El trabajo se?ala que la mayor parte se agolpan en las inmediaciones de Barcelona, con especial densidad en el Vall¨¨s (unas 200), en el Maresme (unas 160) y en el Baix Llobregat (por encima de las 110).
Tanta superficie como Barcelona
Las 1.100 urbanizaciones de la provincia de Barcelona ocupan una superficie de 30.000 hect¨¢reas (la suma equivale casi a la ciudad de Barcelona), con unas 195.000 parcelas, de las que 115.000 est¨¢n edificadas y tienen una poblaci¨®n potencial de casi medio mill¨®n de personas. Un estudio de la Diputaci¨®n se?ala que al menos 67 urbanizaciones de la provincia de Barcelona est¨¢n situadas en suelo no urbanizable, es decir, en situaci¨®n de "ilegalidad o alegalidad", y no pocas se hallan en una situaci¨®n "mixta", o sea que una parte se halla en terrenos urbanizables, pero otra parte puede no estarlo.
Las inspecciones t¨¦cnicas indican que en ellas el 61% de las calles tienen el pavimento muy deficiente, el 55% presentan problemas en el suministro de agua, el 62% carecen de alumbrado p¨²blico o el que tienen es insuficiente, y el alcantarillado falta en seis de cada 10 de estas urbanizaciones. Con una agravante que afecta a las relaciones con el n¨²cleo urbano del que dependen: los vecinos de urbanizaciones tienden a ver al Ayuntamiento como una instituci¨®n que no les aporta nada y s¨®lo pretende cobrarles impuestos, mientras que los gobiernos municipales se quejan del gasto que suponen estos n¨²cleos alejados y aseguran que los ingresos no compensan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.