El Bar?a de la luz se queda ciego

Hay derrotas que por m¨¢s sorprendentes que parezcan se ven venir, de alguna manera se anuncian y al final acaban por caer el d¨ªa menos pensado. No jug¨® bien el Bar?a contra el Almer¨ªa, lo hab¨ªa pasado mal con el Dinamo Kiev y pudo perder en Valencia. Le alcanz¨® con ejercicios esforzados para salvar el marcador y ganar tiempo, convencido de que el suyo era un mal pasajero, propio de los mejores artistas. Ayer jug¨® con la misma tenacidad de encuentros anteriores y tambi¨¦n con la misma incomodidad y desagrado, muy desafinado. La diferencia estuvo en el resultado. El esfuerzo no le evit¨® una dolorosa derrota ante al Rubin Kaz¨¢n que complica su clasificaci¨®n en la Liga de Campeones.

El juego sencillo y directo del equipo ruso triunf¨® ante el barroquismo azulgrana

No remont¨® el Bar?a, estresado y sin ritmo, sobrado de posesi¨®n y falto de chispa

No est¨¢ en forma el Bar?a y sus mejores futbolistas han perdido la finura. A Xavi, Iniesta y Messi se les ha apagado la luz al mismo tiempo y el equipo se ha quedado ciego. Hasta la fortuna le ha abandonado cuando m¨¢s la necesitaba. Ayer tom¨® un gol nada m¨¢s comenzar y los palos devolvieron dos remates de Ibrahimovic y Tour¨¦ despu¨¦s de un arbitraje maquiav¨¦lico que favoreci¨® el f¨²tbol f¨ªsico del equipo ruso. El juego sencillo y directo del Rubin Kaz¨¢n triunf¨® ante el barroquismo del Bar?a. Un mal trago para los azulgrana porque la diferencia entre ganar y perder era abismal no s¨®lo a efectos de la clasificaci¨®n sino tambi¨¦n por una cuesti¨®n terap¨¦utica. Aumenta la intranquilidad en un Barcelona al que se le pide tanto, por bueno y por campe¨®n contrastado, que dif¨ªcilmente se le perdonar¨¢ una.

No hay tiempo para la pausa. El arranque del partido ya fue vertiginoso porque en un minuto se pas¨® de una ocasi¨®n excelente de Iniesta, volteado en el ¨¢rea, a un gol sorprendente de Ryazantsev, que enganch¨® un tiro estupendo desde la media distancia despu¨¦s de un mal rechace de M¨¢rquez. El gol chaf¨® el entusiasmo de la escasa hinchada que hab¨ªa acudido al Camp Nou. La gente se anim¨® nada m¨¢s leer la alineaci¨®n. Los azulgrana se exig¨ªan la victoria desde una formaci¨®n muy ofensiva. Jugaban Piqu¨¦ y M¨¢rquez en la defensa, Iniesta y Xavi como volantes y en punta figuraban Messi e Ibrahimovic. Un partido para los artistas. No hab¨ªa sitio para Puyol ni para Keita. Quer¨ªa Guardiola un equipo muy limpio y t¨¦cnico, preciso en la elaboraci¨®n y certero en el remate.

El tiro de Ryazantsev acab¨®, sin embargo, con el encanto despertado por el Bar?a al saltar al estadio. El equipo se paraliz¨® en la elaboraci¨®n del f¨²tbol y se destempl¨® en la ejecuci¨®n de la jugada. Apenas alcanzaba el ¨¢rea contraria y por contra tiraba centros sin poner atenci¨®n. Algunas veces le perd¨ªa la lentitud y en otras se precipitaba en exceso. No hab¨ªa forma de encontrar la velocidad que precisaba el encuentro, y el campe¨®n ruso se bat¨ªa de manera racional y organizada, sin concesiones defensivas.

Temblaba Piqu¨¦, nervioso por no dar con la l¨ªnea de pase desde su ¨¢rea, mientras los extremos e interiores no encontraban la manera de generar espacios alrededor de Ibrahimovic. Hab¨ªa adversario y tambi¨¦n partido para desdicha de un Barcelona que pensaba jugar s¨®lo contra el propio Barcelona. Necesitaban los azulgrana recuperar sus mejores sensaciones futbol¨ªsticas despu¨¦s de un par de partidos de supervivencia, muy espesos y exigentes, poco dados a la filigrana por la oposici¨®n del rival.

Y, puestos todos los buenos en la cancha, no sab¨ªa atacar el Bar?a y se defend¨ªa muy bien el Rubin Kazan. Adem¨¢s de pasar el rosario, a Berdyev tambi¨¦n le gusta preparar los partidos. Los azulgrana no encontraban la manera de filtrar la pelota con toques interiores ni de jugar por fuera, neutralizados Alves y Messi, muy bien marcados por una excelente zaga de ayudas y una buena presi¨®n de los medios. Imposible ser anchos y profundos como se exigen los barcelonistas.

Aunque el encuentro demandaba un cambio de marcha, el banquillo del Bar?a es escaso y no se adivinaban muchas soluciones para vencer el estrangulamiento dispuesto por el adversario. As¨ª que hab¨ªa que perseverar con la apuesta de salida, remolonear menos con el bal¨®n y jugar m¨¢s a un toque, mejorar la intensidad y la din¨¢mica. A rivales duros y rodados como el Rubin se les gana con finura, con la t¨¦cnica de jugadores como Xavi, Iniesta y Messi, y los desmarques de Ibrahimovic.

As¨ª lleg¨® el empate. Un pase profundo de Xavi hacia el espacio ganado por Ibrahimovic en medio de los centrales, y el sueco que para la pelota con el pecho, se da media vuelta y la cruza violentamente a la red. Un alivio moment¨¢neo. El juego volvi¨® a ser reiterativo y poco l¨²cido. As¨ª las cosas, Guardiola opt¨® por recurrir a Bojan, un futbolista con m¨¢s gol que juego. M¨¢s que jugar, hab¨ªa que ganar. Y perdi¨® justamente despu¨¦s de que Bojan cediera mal una pelota que enganch¨® Dom¨ªnguez y remat¨® Karendiz a gol. No pudo remontar el Bar?a, estresado y sin ritmo, sobrado de posesi¨®n y falto de circulaci¨®n y chispa, irreconocible respecto al a?o pasado y en relaci¨®n a las dos Supercopas ganadas en verano. Los t¨ªtulos y el juego le han dado la credibilidad suficiente para no retirarle la confianza por m¨¢s que una victoria del Rubin invita a cualquier rival a pensar en la vulnerabilidad de un Bar?a al que desde hace un tiempo todo le cuesta m¨¢s. De momento, en cualquier caso, el desconcierto fue may¨²sculo ayer en el Camp Nou.