El Sevilla y sus h¨¢biles extremos
Adriano, Navas y Perotti destrozan a un buen Stuttgart
El Sevilla disfruta de un excedente de extremos. Son j¨®venes, valientes y solidarios. Anoche, tres de ellos, Adriano, Navas y Perotti, destrozaron a un buen Stuttgart. El cuarto, Capel, calent¨® los m¨²sculos en la banda a la espera de unos minutos que finalmente no le llegaron. Tras meter el centro del primer gol de Squillaci, Adriano se retir¨® lesionado y su puesto lo ocup¨® Perotti, que meti¨® el centro del segundo gol. Esta vez lo aprovech¨® Navas, presente en todas las salsas. Tambi¨¦n en un mal pase atr¨¢s que dej¨® solo a Schieber ante Varas en el ocaso del encuentro. Sin consecuencias. El joven portero sevillista estuvo acertado unas veces y en otras acompa?ado por la fortuna, adem¨¢s de por una defensa muy contundente. Tanto que el central Squillaci no se limit¨® a defender, sino que subi¨® a rematar dos acciones a bal¨®n parado. Y dos las convirti¨® en gol. Sin llegar a dominar plenamente el partido, ni falta que le hac¨ªa, el cuadro de Manolo Jim¨¦nez demostr¨® una vez m¨¢s su poder¨ªo en las ¨¢reas. Lo que le ha permitido dominar el grupo con mano de hierro y acariciar la clasificaci¨®n a falta de tres jornadas, justamente en su ecuador.
STUTTGART 1 - SEVILLA 3
Stuttgart: Lehmann; Osorio, Tasci, Boulahrouz, Boka; Kuzmanovic, Trasch (Hitzlsperger, m. 69), Khedira; Hleb (Elson, m. 69); Cacau (Pogrebnyak, m. 69) y Schieber. No utilizados: Stolz; Simak, Rudy y Delpierre.
Sevilla: J. Varas; S. S¨¢nchez, Squillaci, Dragutinovic, F. Navarro; Navas, Lolo, Zokora, Adriano (Perotti, m. 37); Kanout¨¦ (Kon¨¦, m. 90) y Luis Fabiano (Duscher, m. 46). No utilizados: Daniel; Escud¨¦, Capel, Romaric.
Goles: 0-1. M. 23. Squillaci remata un centro de Adriano. 0-2. M. 55. Navas aprovecha un mal despeje de Lehmann. 0-3. M. 72. Squillaci, de cabeza. 1-3. M. 74. Elson, de libre directo.
?rbitro: Pieter Vink (Holanda. Amonest¨® a F. Navarro, Tasci, Dragutinovic y Duscher.
VfB Arena: 37.500 espectadores
Los de Jim¨¦nez parecen dormidos, pero s¨®lo esperan para asestar el golpe
Squillaci, con dos goles, y Navas, con uno, apuntalan la clasificaci¨®n
Es lo que tiene el Sevilla. Parece dormido. Hay quien piensa que est¨¢ sufriendo. Pero la realidad es que espera su momento para asestar el golpe. Adriano ret¨® primero a Osorio a un uno contra uno. El desaf¨ªo qued¨® en tablas y el bal¨®n en un saque de esquina. Cruz¨® el campo el hiperactivo Navas para sacar el c¨®rner a pie cambiado. Mientras oteaba d¨®nde pondr¨ªa el bal¨®n, Adriano se qued¨® merodeando en los alrededores, recuper¨¢ndose de la batalla contra Osorio, dando a entender que no quer¨ªa la pelota. Navas, en cualquier caso, se la dio aprovechando que ten¨ªa unos metros libres para la maniobra. El interior brasile?o vio entonces una nueva oportunidad para demostrar que es completamente ambidiestro. En vez de devolver el bal¨®n a Navas, corri¨® unos metros hacia el interior del ¨¢rea antes de centrar enroscado con la derecha al segundo palo. All¨ª estaba Squillaci, que golpe¨® con la frente con tal potencia que Lehmann ya sab¨ªa que su estirada no servir¨ªa para nada. El bal¨®n entr¨® por la escuadra.
?Qu¨¦ m¨¢s pod¨ªa hacer el Stuttgart?, se estar¨ªa preguntando su entrenador, Markus Babbel, que hab¨ªa preparado el partido a conciencia sabiendo que ¨¦sta pod¨ªa ser su ¨²ltima oportunidad para conservar el puesto. Una apuesta valiente por parte del joven t¨¦cnico muniqu¨¦s, que contempl¨® en su equipo un juego tan atractivo como poco efectivo.
Sus centrocampistas se impusieron a los sevillistas. Movieron el esf¨¦rico con velocidad y precisi¨®n. Sobre todo, en el caso de Kuzmanovic, interior suizo de origen serbio que estuvo espl¨¦ndido. Mejor que Hleb, el media punta bielorruso cedido por el Barcelona, muy ansioso por recuperar su prestigio. Los laterales llegaron hasta el fondo. Y el segundo punta, Cacau, brasile?o nacionalizado alem¨¢n, se descolg¨® a la l¨ªnea medular para abrir m¨¢s espacios. En el palco tomaba notas el seleccionador alem¨¢n, Joachim L?w.
Al Stuttgart, en todo caso, le falt¨® punter¨ªa. Y, cuando la tuvo, se encontr¨® con Javi Varas, el joven portero de la cantera sevillista. Peque?o para tratarse de un cancerbero, Varas no se achic¨®. Transmiti¨® serenidad. Cierto que estuvo muy arropado por una defensa muy s¨®lida y por ese correcaminos infranqueable llamado Zokora. Jim¨¦nez reforz¨® el centro del campo tras el descanso. Dio entrada a Duscher y retir¨® a Luis Fabiano, lo que, en cierta manera, equilibr¨® el encuentro.
El Sevilla uni¨® sus l¨ªneas y encontr¨® la fluidez que le hab¨ªa faltado en la primera parte. Empez¨® a tocar y a sentirse c¨®modo con el bal¨®n. Y Perotti, due?o de una enorme zancada, entr¨® definitivamente en calor. Eso supuso una cabalgada por la izquierda hasta la l¨ªnea de fondo culminada con un centro-chut que, entre Lehmann y el larguero, cay¨® a los pies de Jes¨²s Navas.
A la desesperada, Babbel introdujo tres cambios de una tacada. Y uno de los que se fueron, Hleb, recibi¨® el abucheo de la grada. El Sevilla ya jugaba sin cadena cuando Squillaci cabece¨® otro centro a pie cambiado, desde la derecha, del central zurdo Dragutinovic.
El p¨²blico se dispon¨ªa a abandonar a su equipo cuando un reci¨¦n entrado, el brasile?o Elson, volvi¨® a animarlo con un golazo logrado de falta directa. Premio de consolaci¨®n para un Stuttgart que sucumbi¨® a los habil¨ªsimos extremos sevillistas.
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