Ni?os atrapados en su cuerpo

Mar y Miguel coinciden en recordar el d¨ªa de su primera comuni¨®n como uno de los m¨¢s "horribles" de su vida. A ella le pusieron un traje de marinero y a ¨¦l un vestido blanco de volantes. "Estaba mon¨ªsimo", recuerda, "pero lo pas¨¦ fatal". Mar naci¨® con cuerpo de ni?o y Miguel de ni?a. Son dos personas transexuales que ya disfrutan de una identidad legal y una apariencia acorde con el g¨¦nero al que siempre sintieron que pertenec¨ªan, pero para llegar hasta aqu¨ª han tenido que enfilar un camino lleno de piedras que, aseguran, empez¨® en la infancia.

Aunque la mayor¨ªa de los pacientes que recibe la Unidad de Trastorno de Identidad de G¨¦nero (UTIG) del Hospital Carlos Haya de M¨¢laga es mayor de edad, casi un 10% no ha cumplido los 18. De los alrededor de 800 transexuales que ha tratado este equipo en sus 10 a?os de actividad, 77 son menores. El m¨¢s peque?o, de 12 a?os, aunque la coordinadora de la unidad, Isabel Esteva, afirma que la media llega con 14 ¨® 15.

"Ojal¨¢ me hubieran tratado. Tuve una 95 de sujetador", cuenta Miguel

"Viv¨ª un d¨ªa horrible cuando me vistieron de marinero", recuerda Mar

Igual que los adultos, estos j¨®venes reciben atenci¨®n psicol¨®gica, primero para confirmar el diagn¨®stico y, despu¨¦s, para orientar al menor y su familia. "Hay que hacer un acompa?amiento, pero que no sea ni potenciador ni bloqueador de nada", explica Esteva. Los j¨®venes que no han contado con esta ayuda admiten que les hubiera venido bien. Alejandro, un sevillano de 24 a?os, acudi¨® por primera vez a un psic¨®logo con 14 a?os sin contarle nada a su familia. Pero le sirvi¨® de poco porque la psic¨®loga no entend¨ªa su problema. "Ni siquiera que tuviera novia, dec¨ªa que no lo comprend¨ªa". Se fue y no volvi¨®.

La doctora Esteva asegura que, en la ¨²ltima d¨¦cada, se ha notado una evoluci¨®n social. "Antes, sobre todo en los padres de los pacientes menores, hab¨ªa mucho m¨¢s desconocimiento y angustia". "Estamos comprobando que la evoluci¨®n favorable del caso es correlacional con el apoyo familiar", afirma.

Muchos menores transexuales viven su problema en solitario, convencidos de que sus padres, m¨¢s que ayudarles, van a intentar corregirles. Es lo que le pas¨® a Miguel, de 31 a?os. Cuando era adolescente su madre le llev¨® al psic¨®logo al pensar que ten¨ªa problemas de integraci¨®n. Pero la psic¨®loga no dio con el diagn¨®stico adecuado y el chico no dijo nada hasta cumplir los 18. "Conozco a mi madre, soy hijo ¨²nico y sab¨ªa por d¨®nde me iba a salir", cuenta Miguel, que defiende la atenci¨®n temprana de la transexualidad.

La valoraci¨®n psicol¨®gica de los j¨®venes diagnosticados en la UTIG de M¨¢laga se extiende durante unos 18 meses, en los cuales el paciente hace lo que se llama un test de vida real, que supone empezar a manifestar en su entorno lo que la persona siente en su intimidad: adaptar la imagen a lo que le gustar¨ªa, cambiar su nombre real por otro con el que se sienta m¨¢s a gusto.

Cuando acaba este proceso y hay un diagn¨®stico claro de transexualidad, la mayor¨ªa de los j¨®venes tiene alrededor de 16 a?os, la edad recomendada, seg¨²n Esteva, para iniciar un tratamiento hormonal que bloquee la pubertad y frene el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, como la barba en los hombres o el crecimiento del pecho en las mujeres. "Ojal¨¢ a m¨ª me hubieran tratado en la pubertad. Llegu¨¦ a tener una talla 95 de sujetador", cuenta Miguel, que est¨¢ casado y su mujer espera un tratamiento de inseminaci¨®n artificial.

La Asociaci¨®n de Transexuales de Andaluc¨ªa (ATA), se muestra partidaria de que los menores accedan a estos tratamientos, pero tambi¨¦n aboga por que puedan someterse a cirug¨ªa para terminar de adaptar su cuerpo al g¨¦nero del que se sienten sin tener que esperar a la mayor¨ªa de edad, como hasta ahora. "Si una persona de 16 a?os puede someterse a cirug¨ªa est¨¦tica y pronto podr¨¢ abortar sin permiso paterno, ?por qu¨¦ para esto hay que ser mayor de edad?", se pregunta Mar Cambrolle, presidenta de ATA. Su asociaci¨®n pide bajar a los 16 la edad m¨ªnima para esta cirug¨ªa y que el joven no necesite la autorizaci¨®n de sus progenitores.

La doctora Esteva, por contra, comparte las recomendaciones internacionales de respetar la mayor¨ªa para la cirug¨ªa de reasignaci¨®n de sexo. "Cuidado con correr demasiado. Con 16 todos te dicen que tienen muchas ganas de operarse. Es normal, pero nosotros les tranquilizamos y lo acaban entendiendo", explica. De los 77 menores transexuales atendidos en su unidad, 61 requirieron tratamiento para cambiar de hombre a mujer. 20 de ellos se han operado tras cumplir los 18 a?os. De los 16 pacientes que necesitaban cambiar su cuerpo de mujer por el de hombre, seis ya se han sometido a una mastectom¨ªa.