A¨²n quedan miles de criminales de guerra en los Balcanes y muchos no ser¨¢n juzgados
No hay justicia posible para los cr¨ªmenes contra la humanidad y los genocidios. Ning¨²n tribunal, por poderoso que sea, puede impartir justicia en cada matanza, en cada asesinato, en cada violaci¨®n. Siempre quedan espacios de impunidad.
El magistrado espa?ol Jos¨¦ Ricardo de Prada, que fue juez en la Sala de Cr¨ªmenes de Guerra de la Corte de Bosnia-Herzegovina, dependiente del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), sostiene que el juicio de los responsables de esos cr¨ªmenes ayuda a la catarsis colectiva. Ver ante un juez a hombres poderosos que decid¨ªan la vida y la muerte con un chasquido de los dedos crea la sensaci¨®n de que se ha hecho justicia.
De Prada, que se encuentra en Colombia en una misi¨®n de asesoramiento sobre el Derecho Penal Internacional, asegura que el proceso de Radovan Karadzic "representa un paso muy importante, imprescindible" en la b¨²squeda de esa justicia en Bosnia-Herzegovina. "La muerte de Slobodan Milosevic mientras era juzgado impidi¨® que se pudiera establecer la verdad de todo lo ocurrido y que se perdiera la esperanza de conseguirlo. ?sta renace con el proceso a Karadzic", escribe el magistrado espa?ol en un correo electr¨®nico enviado a EL PA?S. "El tribunal tendr¨¢ adem¨¢s la oportunidad de pronunciarse sobre si lo ocurrido en Bosnia fue un genocidio sobre la poblaci¨®n civil musulmana instigado desde los dirigentes de la Rep¨²blica Sprska en colaboraci¨®n con la vecina Serbia".
De Prada calcula que en Bosnia-Herzegovina viven unos 10.000 criminales de guerra. No ser¨¢n juzgados, ni la mitad siquiera. Lo importante del TPIY es que proyecta sobre poblaciones civiles sin tradici¨®n democr¨¢tica que la impunidad no existe.
Es una de las ense?anzas del caso Pinochet. El dictador no termin¨® en la c¨¢rcel, pero su detenci¨®n en Londres le sac¨® de los libros de historia y abri¨® la puerta a la persecuci¨®n de los militares chilenos implicados en la represi¨®n, y cre¨® el clima legal para que en pa¨ªses como Argentina derogasen las leyes de punto final con las que los asesinos se hab¨ªan protegido de la justicia.
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