"No esperamos 14 a?os para esta farsa"
Familiares de las v¨ªctimas de Srebrenica protestan ante las puertas del tribunal
Tres autobuses llegados de Bosnia-Herzegovina dejaron ayer en Holanda a unos 150 familiares de las v¨ªctimas de la guerra de Bosnia, en especial las mujeres supervivientes de Srebrenica. Llegaron con la esperanza de ver a Radovan Karadzic convertido en el acusado del juicio estrella del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, y su decepci¨®n fue enorme.
"Sab¨ªan que tal vez no acudir¨ªa, pero cre¨ªan que los jueces le obligar¨ªan a comparecer. No ha sido as¨ª, y ahora sienten que juega con ellos y con el Tribunal mismo. Quiere demostrar que sigue siendo poderoso en todo y con todos". La reflexi¨®n es de Admira Fazlic, una joven bosnia de 28 a?os que ten¨ªa 11 cuando fue encerrada con sus padres y hermana en un campo de concentraci¨®n dirigido por serbobosnios. Ahora es periodista en la televisi¨®n holandesa, tiene a su familia con ella y ayuda a la comunidad bosnia residente en Holanda. "Las v¨ªctimas est¨¢n descorazonadas y dudan que el juicio sea r¨¢pido", dice desde el autob¨²s donde acompa?a a los viajeros, que acudir¨¢n hoy por segunda vez a la sala de vistas.
"El tiene derechos y nosotros ni los huesos de nuestros hijos", dice una madre
Entre ellas estar¨¢ sin duda Munira Subasic, cabeza visible del grupo denominado Madres de Srebrenica. Perdi¨® a su hijo peque?o y a su marido y tiene muy claro su objetivo vital. "Hemos venido para decirle a Europa que buscamos la justicia y la verdad, y nos encontramos con esto. El hecho de que Karadzic no se presente demuestra que el criminal tiene todos los derechos. Las v¨ªctimas, entretanto, no poseen ni los huesos de sus hijos", dijo frente a la sede del tribunal. Rodeada de mujeres en su misma situaci¨®n. Tocada con un pa?uelo claro, igual que otras compatriotas, recuerdan en grupo a las Madres de la Plaza de Mayo argentinas, incansables en la b¨²squeda de desaparecidos.
Zumraca Sehomerovic, otra viajera de Srebrenica que se qued¨® viuda en el genocidio, comparte la furia y las convicciones de Subasic. "Esto es una basura pol¨ªtica. Estoy asombrada por lo ocurrido en el tribunal. No hemos esperado 14 a?os, pidiendo justicia sin descanso, para esta farsa. Pero en lugar de castigar a Karadzic, le premian", dijo al ver que se aplazaba el juicio. "Es un truco. S¨®lo quiere controlar al tribunal", corrobora Jasna Causevic, del grupo Sociedad para los Pueblos Amenazados.
En la calle, a las puertas del TPIY, la protesta es a ratos silenciosa. Mujeres casi envueltas en pancartas pidiendo justicia, se unen a otras que muestran las fotos de sus muertos enmarcadas como si estuvieran colgadas en la pared de sus casas. Otras exhiben una especie de colcha tejida con los nombres de los fallecidos. Todos los carteles est¨¢n hechos en casa, sus lemas escritos con rotulador. Pero no pierden fuerza. Ni el m¨¢s simple, con el nombre de Srebrenica y la fecha de 11 de julio de 1995, el d¨ªa en que comenz¨® el genocidio m¨¢s reciente de la historia europea.
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