De Madrid a Guadalajara de pie
Miles de madrile?os viajan cada d¨ªa en los pasillos de autobuses interurbanos que circulan a gran velocidad por v¨ªas r¨¢pidas - La DGT reconoce que hay un vac¨ªo legal
Expertos y Administraci¨®n est¨¢n de acuerdo: el autob¨²s interurbano que circula por v¨ªas r¨¢pidas con el pasillo atestado de pasajeros es una aberraci¨®n. Personas convertidas en potenciales proyectiles circulando a gran velocidad en autov¨ªas y autopistas con intensidades circulatorias de v¨¦rtigo. Pero ni la legislaci¨®n auton¨®mica, nacional o europea ha puesto coto al problema de unos autobuses pensados para circular en zonas metropolitanas o recorridos cortos que ruedan en ocasiones a 100 por hora y dispuestos a aprovechar hasta su ¨²ltimo cent¨ªmetro cuadrado para cargar viajeros. Son el pan de cada d¨ªa de miles de madrile?os.
Seg¨²n los expertos consultados, estos veh¨ªculos s¨®lo tienen una limitaci¨®n en Madrid: no pueden circular a m¨¢s de 80 kil¨®metros por hora. En algunas comunidades, como Andaluc¨ªa, se han establecido limitaciones m¨¢s espec¨ªficas, pero el Consorcio de Transportes asegura que en la regi¨®n, para los autobuses en que los viajeros pueden ir de pie, no hay ni tan siquiera limitaci¨®n de distancia m¨¢xima.
Mas del 70% del transporte escolar no tiene sistema de sujeci¨®n de viajeros
El l¨ªmite de velocidad es una marca que se vulnera muy a menudo, como se quejan los viajeros y ha podido comprobar este diario. "Van a todo gas", comenta Modesto Abad¨ªa mientras espera el 625 en la estaci¨®n de Moncloa. ?Y no tiene miedo al ir de pie? "Te puedes agarrar a las barras", contesta lac¨®nico. Incluso los pasajeros que viajan entre Madrid y Guadalajara (58 kil¨®metros, 48 de ellos por v¨ªas r¨¢pidas) pueden hacerlo de pie. La Direcci¨®n General de Tr¨¢fico pidi¨® hace varios a?os un estudio de velocidades a expertos del sector, explica Francisco Aparicio, director del Instituto Universitario de Investigaci¨®n del Autom¨®vil (INSIA), "porque estaban preocupados por estos veh¨ªculos, pero no lleg¨® a concretarse en nada".
Daniel Espinosa ingeniero en seguridad vial del Instituto Zaragoza reflexiona as¨ª sobre el asunto: "Es como imaginar ahora a alguien circulando en motocicleta sin casco. Mientras no pase nada, no hay problema. Pero, en caso de accidente, lo m¨¢s seguro es que sufra lesiones de gravedad en la cabeza. En un autob¨²s sucede lo mismo: ante un frenazo brusco, los ocupantes que no van sujetos van a salir despedidos; desde el punto de vista de la seguridad, la verdad es que es una verdadera locura, parece de otro tiempo. Habr¨ªa que llegar a un compromiso entre seguridad y funcionalidad. Al fin y al cabo es una situaci¨®n de riesgo diaria".
Lo asume Christian Jim¨¦nez, de 20 a?os, que utiliza diariamente l¨ªneas interurbanas: "Cuando hay frenazos la gente de pie se va para adelante y hay empujones, claro que es un peligro". Christian cree que existe una concepci¨®n diferente al coche. "Al montarte ya te pones el cintur¨®n de forma autom¨¢tica", afirma. Aunque tambi¨¦n es consciente de que "si est¨¢s esperando media hora el bus y luego, habiendo espacio, no te dejan ir de pie, la gente se quejar¨ªa".
Este aspecto de normalidad que asumen los viajeros no hace olvidar que en el 80% de los accidentes de autob¨²s y autocar las heridas se producen como consecuencia de la proyecci¨®n de los ocupantes. Los autobuses interurbanos est¨¢n exentos de utilizar el cintur¨®n de seguridad, porque, como explica Aparicio, no tendr¨ªa sentido que unos pasajeros fueran sujetos y otros, no. Las empresas de transporte logran con este sistema aumentar sus beneficios ya que amortizan abundantemente cada trayecto y evitan aumentar la flota. "Se intenta que vaya de pie el menor n¨²mero de viajeros, aunque en horas punta no se puede", asegura Jes¨²s D¨ªaz, de la empresa tur¨ªstica de autobuses, con 93 veh¨ªculos en l¨ªneas interurbanas la regi¨®n, "la gran mayor¨ªa de ir de pie".
En la cola para subirse en el autob¨²s a Alcal¨¢ de Henares, en la estaci¨®n de Avenida de Am¨¦rica, Eusebia Redondo confiesa su "miedo" a ir de pie. "De normal hay sitio, pero si hay mucha gente, con los frenazos... est¨¢ muy mal que no haya asientos con cintur¨®n porque van a mucha velocidad". Por razones de trabajo, Eusebia ha utilizado diariamente esa l¨ªnea a Alcal¨¢ durante "muchos a?os". "A la vuelta del trabajo siempre ven¨ªa lleno, con los pasillos atestados", asegura.
Aunque, salvo en horas punta, los pasillos de estos autobuses suelen ir vac¨ªos, la sensaci¨®n de velocidad que se siente al ir de pie es inevitable. Como ha comprobado este peri¨®dico en varias l¨ªneas interurbanas de la regi¨®n (como la 724, la 282 o la 281) los autobuses superan con creces los 80 kil¨®metros por hora y rozan los 100. La sensaci¨®n de inseguridad es notable en carreteras de cuatro carriles por donde se circula a gran velocidad.
Detr¨¢s de Eusebia en la fila, Mar¨ªa Isabel Carvajal asegura que no suele ver gente de pie. "Menos mal, porque me parece muy peligroso, est¨¢ muy mal que te obliguen a cuidar la seguridad como conductor en el coche y los autobuses no tengan las mismas medidas", opina.
El sector del transporte de viajeros por carretera siempre ha disfrutado de manga ancha en algunos aspectos de la seguridad vial. Por ejemplo, en los veh¨ªculos particulares el uso del cintur¨®n es obligatorio desde hace d¨¦cadas en carretera, mientras que los autocares s¨®lo est¨¢n obligados a montar estos dispositivos de seguridad desde octubre de 2007. Y m¨¢s del 70% del transporte escolar no tiene sistema de retenci¨®n.
Fuentes de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico reconocen que, aunque s¨ª que se plante¨® limitar la velocidad de los autobuses interurbanos y aumentar las exigencias de seguridad para este tipo de veh¨ªculos, existe un vac¨ªo legal. "Como en el tema del transporte escolar, en el que Europa nos pas¨® la pelota a nosotros", recuerdan. "No es un tema que est¨¦ sobre la mesa". Y advierten: "Adem¨¢s, no sabemos si tiene soluci¨®n".
Para zona suburbana o cortos recorridos
Las normas de transporte de pasajeros de pie est¨¢n reguladas por el Reglamento 36 de la UE, que Espa?a traspuso en 1993, en el que se proh¨ªbe expresamente transportar viajeros de pie en los veh¨ªculos de la clase III (autocares de turismo), permiti¨¦ndolos en los de clase I (autobuses urbanos) y en los de clase II (autobuses o autocares interurbanos), aunque solamente en el pasillo.
Nada se indica sobre velocidades, tipos de v¨ªas o recorridos m¨¢ximos. Ante esa inconcreci¨®n, algunas comunidades aut¨®nomas, como Andaluc¨ªa, han dictado ¨®rdenes para limitar el ¨¢mbito de circulaci¨®n de los autobuses con pasajeros de pie en el interior.
Los autobuses urbanos, que no pueden circular a m¨¢s de 50 por hora, tienen muchos metros de superficie despejada, sin asientos, y un buen n¨²mero de barras para que los viajeros que van de pie puedan asirse. Son los rojos que circulan por la ciudad, pero que pr¨¢cticamente igual, salvo que de color verde, salen tambi¨¦n por las autov¨ªas. Justo en el extremo contrario est¨¢n los autocares, con un pasillo s¨®lo de paso, que pueden circular por todo tipo de v¨ªas y en los que cada pasajero debe ocupar un asiento. Los construidos a partir de octubre de 2007 tienen un cintur¨®n de seguridad en cada asiento.
El autob¨²s extra urbano o de corto recorrido, que se utiliza para transportar decenas de personas de pie diariamente en Madrid y no puede ir a m¨¢s de 80 kil¨®metros por hora, est¨¢ definido en el C¨®digo de la Circulaci¨®n as¨ª: "Concebido y equipado para transporte interurbano, no dispone de plazas destinadas especialmente para viajeros de a pie, pero pueden transportar este tipo de viajeros en cortos recorridos en el pasillo de circulaci¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.