Incertidumbre en el ocio nocturno
La crisis, con ca¨ªdas del 10-15% en la facturaci¨®n, acent¨²a la tendencia a la baja de los ¨²ltimos quince a?os - "Algunos establecimientos cerrar¨¢n"
Hern¨¢n es argentino, tiene 30 a?os y lo justo en el bolsillo para tomarse un par de ca?as. "Pero cuento con la generosidad de mis amigos para seguir bebiendo", dice medio en serio medio en broma mientras camina con su grupo hacia un bar del barrio donostiarra de Gros. Cuenta que desde que perdi¨® su empleo ha tenido que moderar sus salidas y su afici¨®n por salir "de cacer¨ªa", en busca de compa?¨ªa femenina -"yo salgo para ligar, el que diga lo contrario miente. Y sin dinero, no puedes invitar, tienes que estar pendiente de cuantas llevas... As¨ª no se puede", se sincera-. Tambi¨¦n hay crisis a la luz de la luna.
El sector del ocio nocturno vive desde hace meses inmerso en la incertidumbre ante la ca¨ªda del consumo. La mayor¨ªa de la decena de establecimientos consultados por este peri¨®dico en las tres capitales cifran el descenso de la facturaci¨®n en un 10-15% de con respecto al a?o pasado. Las cosas no van bien. "En San Sebasti¨¢n, entre semana son pocos los sitios donde hay m¨¢s de 10 personas. Pienso que va a haber una criba de locales. Es insostenible mantener un pub haciendo 200 euros de caja un martes, por mucho que el s¨¢bado hagas 1.800", predice Rafael D¨ªaz, propietario de varios locales en la capital guipuzcoana. Desde la asociaci¨®n de empresarios Hosteler¨ªa Gipuzkoa sacan la misma conclusi¨®n: "La crisis har¨¢ cerrar establecimientos".
"Los ayuntamientos han ido acotando cada vez m¨¢s los horarios y aforos
"A los empresarios nos ha faltado valent¨ªa e imaginaci¨®n"
El descenso de la actividad viene de lejos. Seg¨²n explica ?ngel Gago, secretario general de la Asociaci¨®n de Hosteler¨ªa de Vizcaya, el ocio nocturno ha sufrido una ca¨ªda constante del volumen de negocio en los ¨²ltimos 15 a?os, que probablemente se haya acelerado en el ¨²ltimo lustro. Adem¨¢s de la crisis, Gago, cita como causas del baj¨®n "el no haber prolongado los horarios de cierre, la inseguridad y los cambios de normativa que incrementan el control sobre el aforo". En Guip¨²zcoa, la ca¨ªda en la ¨²ltima d¨¦cada tambi¨¦n ha sido evidente, seg¨²n Kino Mart¨ªnez, secretario de la asociaci¨®n de empresarios Hosteler¨ªa Gipuzkoa: "Ha habido una tendencia general en los ayuntamientos a acotar cada vez m¨¢s el ocio nocturno. Y cuando las instituciones tienen que mediar entre el derecho de los vecinos a descansar y los empresarios de la noche, siempre ganan los primeros".
Cualquiera que se d¨¦ una vuelta por zonas de marcha nocturna un d¨ªa entre semana podr¨¢ notar la diferencia con tiempos pasados. En San Sebasti¨¢n, por ejemplo, la zona de Reyes Cat¨®licos ha ca¨ªdo en picado y ha tenido que ampliar su oferta diurna para que el negocio siga siendo viable.
"A nosotros no nos queda m¨¢s remedio que cobrar entrada a todos, hombres y mujeres. No me puedo permitir que alguien entre al local a bailar y no consuma nada", afirma Jos¨¦, uno de los socios de la Sala Congresos de Bilbao. En su caso, la facturaci¨®n se ha desplomado hasta un 30-40%. "Toca aguantar como sea. Estoy reduciendo plantilla para mantener esto a flote", explica. Dice sentirse asfixiado por el Ayuntamiento en estos tiempos de crisis. "No nos dejan ampliar horarios y se han puesto muy restrictivos en el tema de los aforos. Estuvimos dos meses cerrados por esto", recuerda. "Entiendo que el Ayuntamiento tiene que mantener contentos a los vecinos, pero nosotros tambi¨¦n pagamos impuestos, generamos empleo y ocio para la ciudad. Si me obligan a estar abierto tres horas en vez de cinco, ir a una discoteca se convertir¨¢ en un bien de lujo y la gente buscar¨¢ otras alternativas m¨¢s molestas para los vecinos, como el botell¨®n", argumenta.
El sector no tiene que preocuparse s¨®lo por la crisis. Adem¨¢s, los cambios demogr¨¢ficos, con un envejecimiento progresivo de la poblaci¨®n, har¨¢ que a su vez haya menos gente dispuesta a gastarse lo que hace falta en una noche de copas.
Todos coinciden en que el modelo de cubata, m¨²sica y ambiente ya no ser¨¢ suficiente para ser competitivos en el sector. Los cambios obligar¨¢n a este a reinventarse, a optimizar los recursos y a intentar crear un mayor valor a?adido para el cliente. "Hay que reconocer que no nos hemos renovado lo suficiente. La crisis puede servir de catalizador. Estamos en un momento de oportunidad", afirma Andr¨¦s Mendoza, propietario del Bar Carajo, situado en el Casco Viejo de Vitoria. "Tenemos que reconvertirnos en espacios polivalentes que puedan ofrecer distintas ofertas en distintos momentos del d¨ªa. Men¨²s a medio d¨ªa, actividades culturales... tenemos que ir por all¨ª", sostiene. Cita tambi¨¦n como ejemplo a seguir el modelo de los gastrobares, donde se procura ofrecer alta cocina a precios asequibles para atraer la atenci¨®n del cliente.
"Hay que reconocer que a veces nos falta valent¨ªa e imaginaci¨®n a quienes trabajamos en la noche", afirma Trist¨¢n Montenegro, creador de la discoteca donostiarra Batapl¨¢n 30 a?os atr¨¢s. Cree que este es precisamente el momento de apostar diferenci¨¢ndose por la calidad: mejorando las sesiones de m¨²sica, ofreciendo m¨¢s fiestas tem¨¢ticas que creen expectativa, cuidando los detalles que hacen que la gente se vaya a casa con una sonrisa en la cara. "El encanto de la noche, su embrujo, sigue ah¨ª. La gente necesita quitarse la m¨¢scara y mostrarse como es de verdad", concluye. Quien se lo haga m¨¢s placentero, seguir¨¢ teniendo negocio.
?Y el tabaco?
- Ante la intenci¨®n del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales de prohibir fumar en todos los espacios p¨²blicos, la Federaci¨®n de Hosteler¨ªa del Pa¨ªs Vasco comunic¨® a principios de mes que abandonar¨ªa la Comisi¨®n Consultiva del Tabaco, en la que participan junto a los representantes institucionales y sanitarios. La decisi¨®n no fue un¨¢nime en los tres territorios. El sector est¨¢ preocupado por la posibilidad de perder aun m¨¢s clientes, mientras que el Ejecutivo responde que, a largo plazo, la prohibici¨®n no ha tenido consecuencias en otros pa¨ªses de la UE.
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