Una deslumbrante 'Rosa' belga
La emblem¨¢tica compa?¨ªa de Anne Teresa de Keersmaeker estrena en Madrid sus extremas coreograf¨ªas - En 'The song' los hombres bailan dos horas sin m¨²sica
Bailar, baila mucho. Hablar, habla poco. No es en el terreno de las palabras o las disertaciones eruditas donde florece el desbordado talento de Anne Teresa de Keersmaeker (Mechelen, B¨¦lgica, 1960), core¨®grafa y bailarina ensimismada y distante que es, por un lado, pieza clave para entender el deslumbrante fen¨®meno de la nueva danza belga y por otro, la directora de Rosas, la compa?¨ªa m¨¢s emblem¨¢tica de esta innovadora descarga de creatividad coreogr¨¢fica surgida en Flandes en los a?os ochenta. "Hab¨ªa que ponerle un nombre", dice escuetamente para explicar las razones por las que su compa?¨ªa se llama Rosas, as¨ª en espa?ol, desvelando ya de entrada que su disposici¨®n para dar explicaciones puede llegar a ser tan obstinada y minimalista como sus primeros trabajos. Porque obstinada y terca es Rosas danst Rosas, su primera pieza de grupo, creada en 1983, que ahora regresa con su rigurosidad y poder hipn¨®tico intactos. Siendo asidua visitante de Sevilla o Barcelona, Rosas nunca hab¨ªa venido a Madrid y el Festival de Oto?o de la ciudad pone punto final a este desliz, tray¨¦ndola con un significativo doble programa que se ubica en los extremos de su trayectoria. Ma?ana estrena en los Teatros del Canal esta reposici¨®n de Rosas danst Rosas, creada hace 26 a?os para cuatro chicas (Keersmaeker la sigue bailando), y el pr¨®ximo viernes 13, en la misma sala, The song, su trabajo m¨¢s reciente y no menos extremo, creado para chicos que bailan durante dos horas sin m¨²sica, en un tour-de-force no apto para espectadores pasivos, que exige concentraci¨®n y entrega.
"Era mala bailarina porque s¨®lo hac¨ªa lo que sent¨ªa", dice la core¨®grafa
"La verdad es que no sab¨ªa c¨®mo hacer una coreograf¨ªa, pero estaba convencida de que me gustaba, de que pod¨ªa hacerlo, lo sent¨ªa como algo muy cercano. Recuerdo que era mala en las clases de danza quiz¨¢ porque hac¨ªa solamente las cosas que sent¨ªa que estaban al alcance de mi cuerpo, por lo que siempre fui una bailarina muy personal", rememora acerca de sus primeros tiempos, cuando cre¨® Fase (1982), un dueto a partir de la m¨²sica minimalista de Steve Reich y su coreograf¨ªa inmediata sobre los sonidos repetitivos y en serie de Thierry de Mey, Rosas danst Rosas, obra de culto que viaj¨® por medio mundo dejando at¨®nitos a sus espectadores con sus cuatro sincronizadas, en¨¦rgicas y concentradas bailarinas.
El universo de Anne Teresa de Keersmaeker es completamente abstracto, pero no est¨¢ del todo desvinculado de la realidad. En medio de su rigor, el movimiento incluye peque?os y reconocibles gestos cotidianos o referencias tan ins¨®litas y en apariencia ajenas a la escena como un tema de amor o un discurso de Fidel Castro (que se escucha en Elena's Aria, de 1987, que tambi¨¦n piensa reponer pronto). Pero son estos detalles los que dotan de humanidad a un trabajo que de entrada parece fr¨ªo y emocionalmente distante.
Aunque coherente, su obra conformada por m¨¢s de cuarenta piezas, ha pasado por distintas etapas y ella siempre parece dispuesta a romper y desestabilizar los mitos que se tejen a su alrededor. Durante a?os fue llamada feminista por su tendencia a trabajar con mujeres y ahora monta una obra exclusivamente para chicos. De ella siempre se ha dicho que su danza no pude entenderse disociada de la m¨²sica y ahora presenta una coreograf¨ªa en silencio. "Siempre he tenido mucho inter¨¦s por la m¨²sica y fui buena en matem¨¢ticas, as¨ª que en mis primeros tiempos me sent¨ªa muy c¨®moda con el minimalismo, es una m¨²sica muy estructurada. Luego me aventur¨¦ con distintos tipos de compositores como Monteverdi, Beethoven, Sch?nberg, Alban Berg y hasta Coltrane o Joan B¨¢ez, que me ayudaron a avanzar hacia una danza menos calculada, pero ahora sent¨ª que era el momento de experimentar con la ausencia total de m¨²sica y ha sido un proceso nuevo y diferente", dice en un arrebato de locuacidad.
De Keersmaeker se form¨® en Mudra, la legendaria escuela creada en 1970 por Maurice B¨¦jart en Bruselas. Cuando el carism¨¢tico creador franc¨¦s se larg¨® a Lausana cerrando compa?¨ªa y escuela, en 1987, se cre¨® un vac¨ªo y su antigua alumna, que hab¨ªa vivido el ambiente efervescente de Mudra y se hab¨ªa ido a vivir la intensidad de Nueva York, regres¨® y despu¨¦s de su compa?¨ªa, fund¨® en 1995, P.A.R.T.S., una escuela de danza y creaci¨®n, de la que han salido las nuevas generaciones y agrupaciones que dan solidez a la actual danza belga. "En los objetivos probablemente P.A.R.T.S. sea diferente a Mudra, no tiene ese af¨¢n por el glamour ni esa proximidad al ballet, pero intenta mantener aquel esp¨ªritu", concluye.
Rosas danst Rosas. 10 y 11 de noviembre. The song. Del 13 al 15. Teatros del Canal. Dentro del Festival de Oto?o de Madrid. www.madrid.org/fo
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.