El capitalismo y la democracia pierden apoyo en la Europa del Este

El gigantesco salto del comunismo al capitalismo y a la democracia supone un cambio de vida dif¨ªcil de asimilar. Quiz¨¢s por eso, las generaciones mayores en los antiguos pa¨ªses comunistas, las de aquellos que han vivido casi toda su vida bajo el antiguo sistema, rechazan m¨¢s la transformaci¨®n experimentada que los que nacieron poco antes o despu¨¦s de la ca¨ªda del Muro, seg¨²n una encuesta del instituto de opini¨®n estadounidense Pew, realizada en nueve pa¨ªses del este de Europa y antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas con ocasi¨®n del 20? aniversario de la ca¨ªda del tel¨®n de acero.

La encuesta revela que, en general, los ciudadanos del antiguo bloque comunista europeo han perdido parte de su entusiasmo inicial por las ideas del capitalismo y la democracia. El cambio m¨¢s pronunciado se ha producido en Ucrania: s¨®lo el 30% de los ucranios aprueba un sistema multipartidista, frente al 72% que lo hac¨ªa en 1991, cuando se efectu¨® un sondeo similar.

S¨®lo el 37% de los rusos considera muy importante la libertad de expresi¨®n

La generaci¨®n m¨¢s joven, los residentes en las ciudades y los que disponen de mayor grado de educaci¨®n tienden a aprobar la transformaci¨®n. En Rusia, por ejemplo, la mayor¨ªa de los menores de 50 a?os de edad aceptan el paso a un sistema con pluralidad de partidos y la econom¨ªa de mercado. Pero los que superan esa edad son mucho menos optimistas; entre el grupo de edad de 65 a?os o m¨¢s, s¨®lo el 27% expresa una visi¨®n positiva. Este patr¨®n se repite en todos los pa¨ªses analizados -con la excepci¨®n de Alemania del Este, en la que la satisfacci¨®n con los cambios es generalizada- y refleja la misma divergencia que se observaba entre la poblaci¨®n en 1991.

Una de las causas que explica la desafecci¨®n de los ciudadanos de estos pa¨ªses con los cambios experimentados es que creen que son m¨¢s pobres que hace 20 a?os. El consenso es que la gente corriente se ha beneficiado menos del cambio que los pol¨ªticos y grandes empresarios. S¨®lo los polacos (47%) y los checos (45%) opinan que su situaci¨®n econ¨®mica es mejor ahora que cuando viv¨ªan bajo el modelo comunista. Los h¨²ngaros (72%), los ucranios (62%) o los b¨²lgaros (62%) creen que la econom¨ªa de mercado les ha hecho m¨¢s pobres.

Parad¨®jicamente, la mayor¨ªa opina que est¨¢ satisfecha con su vida. As¨ª, incluso los m¨¢s cr¨ªticos con los cambios ven su vida personal de forma m¨¢s positiva que en 1991. En Polonia, por ejemplo, el 44% respondi¨® que estaba satisfecho este a?o, en comparaci¨®n con el 12% de 1991. En otros pa¨ªses el cambio fue menos pronunciado. En Bulgaria y Hungr¨ªa, s¨®lo el 15% de los entrevistados esta vez dijeron que estaban satisfechos, frente al 4% y 8% que lo estaban tras la ca¨ªda del Muro.

Los alemanes del Este, en particular, aprueban la reunificaci¨®n con una s¨®lida mayor¨ªa, al igual que lo hacen los alemanes del Oeste, a los que se les incluy¨® en el estudio para plantearles esta pregunta. Sin embargo, menos alemanes del Este tienen ahora una imagen positiva de la reunificaci¨®n que en 1991.

Existe una fuerte diferencia en c¨®mo valoran los ciudadanos de los nueve pa¨ªses encuestados los principios democr¨¢ticos. Por ejemplo, casi dos de cada tres h¨²ngaros estima muy importante la libertad de expresi¨®n frente al 37% de los rusos. M¨¢s del 60% de los b¨²lgaros dice que unas elecciones honestas son importantes, frente al 39% de los lituanos. Los rusos son los que menos entusiasmo expresan hacia los valores democr¨¢ticos, mientras que en el lado opuesto se encuentran los alemanes del Este, seguidos de cerca por los polacos y los checos.

No obstante, algo parece unir a la mayor¨ªa de los encuestados: la frustraci¨®n con la experiencia democr¨¢tica. Lamentan que en la pr¨¢ctica no pueden disfrutar de los principios democr¨¢ticos.

Las entrevistas se efectuaron entre el 27 de agosto y el 24 de septiembre a unas 1.000 personas en cada pa¨ªs y el margen de error se sit¨²a entre el 3,5% y el 5%.