'Software' del siglo XXI patentado con leyes del XIX
Programas inform¨¢ticos y de comercio electr¨®nico saturan los registros de patentes y amenazan con bloquear el sistema - El Supremo de EE UU analiza si son inventos que merecen protecci¨®n - Numerosas voces creen que as¨ª se frena el progreso
El siglo XXI amaneci¨® con la invenci¨®n de la rueda. Un australiano la patent¨®. Hasta entonces hab¨ªa indicios de cierto primitivismo de la sociedad australiana, pero el descubrimiento de la rueda en 2001 en aquel continente dio la vuelta al mundo. Investigando se descubri¨® que el autor no era alg¨²n achispado en happy hours del neol¨ªtico, sino un abogado; y la rueda no era ya tal, sino "un dispositivo circular".
Investigando m¨¢s, el abogado, John Keogh, quiso, con su iniciativa, llamar la atenci¨®n sobre la absurda legislaci¨®n de patentes establecida en su pa¨ªs. Otros casos, aunque parezcan broma, est¨¢n patentados en Estados Unidos, como, por ejemplo, el one click de la cesta de la compra (Amazon), el simple clic y el doble clic (Microsoft) o la acci¨®n del cliente de buscar un viaje poniendo el precio que quiere pagar, sistema inventado por Priceline.com.
Red Hat cree que frenan la innovaci¨®n y paralizan la industria
Un australiano se burl¨® del sector al patentar la rueda en 2001
"El sistema funciona", dice un experto. "Se ve en el aumento de litigios"
La UE no reconoce como inventos las aplicaciones inform¨¢ticas
La mitad de las disputas por infracci¨®n de derechos son nulas
?C¨®mo se explica que un medicamento tenga 1.200 patentes?
El software y el comercio en Internet han disparado el n¨²mero de patentes hasta el descontrol, tanto que el Supremo de Estados Unidos se ha reunido para unificar doctrinas. El sistema de patentes tal como se conoce hoy est¨¢ en cuesti¨®n. Para unos es la mejor garant¨ªa del avance de la investigaci¨®n; para otros, un freno. Aunque al final no se contente a nadie, algo va a cambiar en todo el mundo y tambi¨¦n en Espa?a.
La patente es un derecho territorial, limitado a 20 a?os, que salvaguarda una invenci¨®n. A cambio de que ¨¦sta se describa y haga p¨²blica con informaci¨®n suficiente para su ejecuci¨®n por un experto, el Estado reconoce el derecho del titular a impedir que otros la exploten sin su consentimiento. Es decir, se concede un monopolio territorial al inventor cuando su creaci¨®n cumple tres requisitos: novedad mundial, actividad inventiva (no ser obvia) y aplicabilidad industrial. Si quiere estar protegido en varios pa¨ªses deber¨¢ obtenerla en cada uno de ellos.
"El sistema se cre¨® para fomentar el progreso. Promueve la innovaci¨®n y el intercambio de informaci¨®n, que a su vez estimula el conocimiento para que surjan nuevos inventos", explica Pascual Segura, profesor de Qu¨ªmica y director del Centro de Patentes de la Universidad de Barcelona.
"El mecanismo funciona si se aplica de forma correcta y se impiden los abusos. Hasta hoy, es el menos malo que tenemos para fomentar el progreso t¨¦cnico. Como todos los sistemas, a veces es imperfecto". Tanto que hasta los Nobel Joseph Stiglitz y John Sulston denunciaron que "ahoga la ciencia y la innovaci¨®n".
En el Convenio de Par¨ªs de 1883 se fijaron las reglas de la propiedad industrial. En su origen las patentes nacieron para proteger productos electromec¨¢nicos. Luego se ampli¨® a los qu¨ªmicos y biol¨®gicos hasta extenderse a la tecnolog¨ªa, al hardware.
En 1998 un grupo de investigadores de la Polit¨¦cnica de Catalunya recibi¨® el Gran Premio del Consejo Europeo para las Ciencias Aplicadas. "Un objeto fractal no var¨ªa de forma sea cual sea la escala a la que se observa. Permite desarrollar antenas multibanda cada vez m¨¢s peque?as sin perder prestaciones y a bajo coste", cuenta Rub¨¦n Bonet, consejero delegado de Fractus, empresa surgida de ese grupo de investigaci¨®n. Especializada en telefon¨ªa m¨®vil, electr¨®nica y automoci¨®n, posee 42 familias de patentes.
Sobre las aplicaciones (software) no est¨¢ claro si son obras o invenciones. En Estados Unidos y Jap¨®n se las considera invenciones y se conceden patentes a programas y m¨¦todos de negocio en la Red. En Europa, en cambio, s¨®lo est¨¢n protegidas por los derechos de autor. Tras una larga batalla, la Euroc¨¢mara rechaz¨® las patentes de software en 2005, pero no resolvi¨® la inseguridad jur¨ªdica. Como la Oficina Europea de Patentes las concede a las invenciones que incluyen programas, los tribunales de cada Estado deciden en cada disputa.
Red Hat, que basa su negocio en software libre, ha pedido al Supremo de EE UU su eliminaci¨®n, "porque frenan la innovaci¨®n, paralizan la industria y son una losa para los desarrolladores". La empresa critica especialmente las patents trolls. Son empresas o individuos que, sin actividad industrial, basan su negocio en licenciar patentes y en litigar contra quienes las infringen. No son, pues, compa?¨ªas que inviertan en I+D+i. La situaci¨®n podr¨ªa cambiar. El Supremo dictamin¨® en 2007 que las solicitudes deben documentar mejor los inventos para ser patentados.
Fractus demand¨® a 10 fabricantes de m¨®viles en Tejas (EE UU) en mayo. Les acusa de infringir nueve patentes. Piden una indemnizaci¨®n por los da?os causados y una orden para que dejen de fabricar productos con su tecnolog¨ªa. El juicio empezar¨¢ en dos a?os. Bonet cree que el aumento de litigios no demuestra que el sistema falle. "Es la garant¨ªa de que a pesar de sus desajustes es correcto. El ¨¦xito de Silicon Valley est¨¢ vinculado a la fortaleza del modelo estadounidense, donde los derechos del inventor est¨¢n en la Constituci¨®n. All¨ª lo tienen claro; en Europa, no tanto".
No todos est¨¢n de acuerdo. "Se presentan demasiadas solicitudes sin verdadero nivel inventivo. Esto provoca retrasos de cuatro a cinco a?os en su concesi¨®n. Durante este tiempo ni el inventor ni la industria saben si pueden usar el invento", opina Alberto Bercovitz, catedr¨¢tico de Derecho Mercantil en la UNED. ?Qu¨¦ nivel se exige? "Como las dan con un nivel bajo se multiplican los derechos exclusivos y se dificulta la innovaci¨®n".
Las oficinas de patentes fijan el nivel inventivo. S¨®lo deber¨ªan aceptar las que tuvieran uno alto. Pero, "como se autofinancian concediendo patentes, si aumentaran el nivel se solicitar¨ªan menos y se reducir¨ªan sus ingresos", dice Bercovitz. Adem¨¢s, a?ade, el 90% de los ingresos de la Organizaci¨®n Mundial de la Propiedad Intelectual proviene de la tramitaci¨®n de solicitudes de patentes PCT (mediante una ¨²nica se pide la protecci¨®n en varios pa¨ªses) y de las concesiones de marcas. "En consecuencia, una proporci¨®n relevante de las patentes son nulas cuando se impugnan", dice Bercovitz. Segura da la cifra: "En los litigios por infracci¨®n de patentes, el 50% se declaran v¨¢lidas; el otro 50% son nulas".
En Espa?a, la ley fija dos v¨ªas para obtener una patente: sin o con examen previo. Es el solicitante quien elige. En 2008 s¨®lo el 7% optaron por el procedimiento con examen, que dura 36 meses y cuesta unos 1.200 euros. No se rechaza ninguna de las que eligen el procedimiento sin examen. En este caso, la Oficina Espa?ola de Patentes y Marcas se limita a facilitar un informe sobre el estado de la t¨¦cnica. Si es desfavorable, la mayor¨ªa abandona, pero alguno persiste y se le concede, aunque no tenga raz¨®n de ser. Es decir, cualquiera podr¨ªa patentar la rueda a estas alturas. Y ocurre.
La empresa malague?a Kalysis obtuvo en 2004 la patente espa?ola de un lector de tarjeta inteligente, como el del DNI, a pesar de que el invento es de los setenta y se fabrica en Espa?a desde 1994.
En abril de 2008 la Audiencia de Granada ratific¨® la sentencia que la anul¨® "por falta de novedad y actividad inventiva, de aplicaci¨®n industrial y de claridad". Kalysis a¨²n esgrime el t¨ªtulo en su web. Segura sostiene que "la ley es mejorable y deber¨ªa hacerse obligatorio el examen sustantivo".
La patente es un derecho negativo. Su concesi¨®n no implica la explotaci¨®n del producto porque ¨¦ste puede depender de otras patentes o reguladores administrativos. Los f¨¢rmacos requieren el pl¨¢cet de Sanidad. Yondelis, de la espa?ola Zeltia, patentado en los noventa, tard¨® a?os en salir al mercado.
"Las patentes fomentan el I+D+i, pero como el regulador pide tanto papeleo para garantizar la seguridad del medicamento, no hay tiempo para recuperar la inversi¨®n", dice Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez, presidente de PharmaMar. "Durante el tiempo que queda la mayor¨ªa intenta recuperarla encareciendo el f¨¢rmaco. Esto implica una sanidad m¨¢s cara, el freno de la I+D+i y el retraso en la salida del gen¨¦rico". Su soluci¨®n, ampliar la protecci¨®n a m¨¢s de 20 a?os.
El debate "no est¨¢ en la agenda", dice Humberto Arn¨¦s, presidente de Farmaindustria. "Las patentes son vitales para el ¨¦xito del mercado europeo y para fomentar la innovaci¨®n y el empleo. De cada mol¨¦cula que llega al mercado se investigan 10.000. El resto no soporta las evaluaciones sanitarias. Sin patentes no hay recompensa para el inventor. Son m¨¢s importantes que las ayudas fiscales y subvenciones. Uno de los principios fundamentales de la econom¨ªa de mercado se basa en la libre competencia. La patente es la ¨²nica excepci¨®n, porque posibilita el progreso cient¨ªfico-t¨¦cnico fundamental para aumentar el bienestar social".
Segura considera que la patente favorece la diseminaci¨®n del conocimiento. "Beneficia el progreso porque divulga el saber t¨¦cnico. Al ser informaci¨®n p¨²blica, otros la pueden usar para investigar. S¨®lo plantean que las patentes frenan el progreso quienes se aprovechan de innovaciones sin dar nada a cambio".
"Nada m¨¢s lejos de la realidad", replica ?ngel Luis Rodr¨ªguez de la Cuerda, presidente de la asociaci¨®n espa?ola de medicamentos gen¨¦ricos (AESEG). "No somos competidores sino complementarios. Ellos innovan y tienen 20 a?os de exclusividad. Luego nosotros ofrecemos el mismo producto, que pasa iguales controles sanitarios, entre un 30% y un 50% m¨¢s barato. Los beneficiarios son el ciudadano, la sociedad y las autoridades sanitarias, que reducen el gasto farmac¨¦utico".
Rodr¨ªguez insiste: "Son ellos quienes urden estrategias para retrasar nuestra salida. No s¨®lo patentan el principio activo, el invento, sino elementos que lo rodean. ?C¨®mo se explica que un medicamento tenga 1.200 patentes?".
La Comisi¨®n Europea abri¨® una investigaci¨®n para averiguar por qu¨¦ se retrasa la entrada de los gen¨¦ricos. En junio difundi¨® sus conclusiones, y las patentes salieron a la palestra: las farmac¨¦uticas emplean grupos de patentes sobre un medicamento para retrasar la entrada del gen¨¦rico y crean versiones ligeramente mejoradas de f¨¢rmacos con la protecci¨®n a punto de expirar (algo similar a lo que se hace con las partituras musicales). La Comisi¨®n detect¨® que las farmac¨¦uticas consideran la litigaci¨®n judicial como una manera de frenar los gen¨¦ricos m¨¢s que una f¨®rmula para defender sus derechos.
Rodr¨ªguez concluye: "Las patentes son necesarias porque fomentan la innovaci¨®n y el progreso, pero rechazamos que pr¨¢cticas anticompetitivas las prolonguen en beneficio de unos pocos".
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