Sin la venia para llevar 'hiyab'
La abogada musulmana expulsada del estrado lanza el reto: hallar el modo de hacer compatibles las opciones religiosas y el servicio p¨²blico
La abogada musulmana Zoubida Barik Edidi fue obligada por un juez a abandonar los estrados de una sala de la Audiencia Nacional por llevar un pa?uelo cubriendo su pelo, y plantea ahora una pregunta razonable: ?puede ser abogada en Espa?a y usar su pa?uelo? Dice que s¨®lo pretende que alguien le responda s¨ª o no. No quiere estar al vaiv¨¦n de la opini¨®n personal de cada juez que le toque en la sala de vistas.
El debate trasciende a esta letrada. Con un creciente porcentaje de poblaci¨®n inmigrante que profesa religiones que imponen a sus fieles llevar s¨ªmbolos externos y visibles, es necesaria una cierta seguridad jur¨ªdica. Un sij con turbante, una musulmana con pa?uelo o un jud¨ªo con kip¨¢ ?pueden ejercer la abogac¨ªa, ser maestros, polic¨ªas, jueces o fiscales? ?Y una monja con cofia? ?Un cura con sotana?
Reino Unido permite pa?uelos, turbantes o kip¨¢s sin problema
Francia ha eliminado todo signo religioso del espacio p¨²blico
Dinamarca proh¨ªbe s¨ªmbolos a los magistrados, pero no a los abogados
Numerosos juzgados y colegios a¨²n tienen crucifijos
"El hombre no debe llevar sombrero ni la mujer pa?uelo", dice un juez
El derecho a la defensa debe primar sobre las normas del vestir
Los pa¨ªses de nuestro entorno lo han resuelto de formas muy dispares. En el Reino Unido Zoubida Barik podr¨ªa haber asistido al tribunal con su pa?uelo sin ning¨²n problema, mientras que en la laica Francia se lo tendr¨ªa que haber quitado para subir al estrado. Dinamarca prohibi¨® el a?o pasado a los jueces portar s¨ªmbolos religiosos pero no a los abogados. Se hizo as¨ª porque los magistrados representan al Estado cuando imparten justicia, y el legislador dan¨¦s entendi¨® que son ellos los que deben ser neutrales e imparciales. Espa?a a¨²n tiene que decidir su modelo.
Cuando se habla de este tema hay que diferenciar dos cuestiones. Por un lado, los s¨ªmbolos religiosos presentes en los espacios p¨²blicos, como tribunales o escuelas. A pesar de la aconfesionalidad del Estado espa?ol, a¨²n hay un buen n¨²mero de juzgados y de aulas escolares en nuestro pa¨ªs presididos por grandes crucifijos. El Ministerio de Educaci¨®n no quiere entrar a regular el tema en los colegios. Dice que deben ser los Consejos Escolares los que lo decidan. Un padre llev¨® uno de estos casos a los tribunales y lo gan¨® en primera instancia a finales del a?o pasado. El juzgado orden¨® que el crucifijo se quitara aplicando el principio de igualdad, el de libertad religiosa y la aconfesionalidad del Estado recogidos en la Constituci¨®n. La sentencia est¨¢ recurrida por la Junta de Castilla y Le¨®n pero, por el momento, el crucifijo ya no est¨¢ en el aula vallisoletana. El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo acaba de condenar a Italia por permitir estos s¨ªmbolos religiosos en las escuelas. Seg¨²n la doctrina de la Corte, se viola el derecho a la libertad de conciencia pasiva y la neutralidad religiosa del Estado.
Cuesti¨®n distinta es cuando los s¨ªmbolos religiosos no los asume una instituci¨®n (la administraci¨®n de justicia, la escuela p¨²blica...) sino individuos concretos que expresan su religiosidad, como le ocurre a Zoubida. Ella va siempre vestida con el hiyab, que no le cubre el rostro. Desde que se colegi¨® como abogada, el pasado febrero, su lugar de trabajo es muchas veces una sala de vistas.
Cuando el magistrado de la Audiencia Nacional Javier G¨®mez Berm¨²dez le pidi¨® que se quitara el pa?uelo o abandonara el estrado, el pasado 29 de octubre, ella no representaba a ning¨²n imputado. Durante las primeras sesiones del juicio estuvo sentada entre el p¨²blico. Un letrado le propuso un d¨ªa subir a sentarse junto a ¨¦l. Ella le ofreci¨® a cambio ayudarle con las conversaciones en ¨¢rabe que se escucharan en el proceso. El primer d¨ªa que visti¨® la toga no pas¨® nada. El segundo, el magistrado le dijo que las partes no pod¨ªan llevar la cabeza cubierta y que si no se quitaba el hiyab deb¨ªa bajarse del estrado. Ella se march¨® y el martes pasado present¨® una queja ante el Consejo General del Poder Judicial por abuso de poder y discriminaci¨®n. "Lo he hecho, sobre todo, para saber a qu¨¦ atenerme en el futuro", se?ala.
Fuentes de la Audiencia Nacional aseguran que el presidente de la Sala de lo Penal actu¨® tratando de evitar la presencia de s¨ªmbolos religiosos durante la vista. Esas mismas fuentes recuerdan que como la letrada no representaba a ninguna de las partes personadas en el proceso no se vulner¨® el derecho de defensa, y que el incidente se produjo cuando todav¨ªa no hab¨ªa comenzado la audiencia p¨²blica, es decir, sin que hubiera p¨²blico en la sala. Seg¨²n esta versi¨®n, el presidente del tribunal la invit¨® a quitarse el pa?uelo para seguir adelante con el proceso, pero ella se neg¨® y se fue sin protestar ni recurrir la decisi¨®n de Berm¨²dez. La letrada se?ala que no supo qu¨¦ hacer: "Me sorprendi¨® tanto lo que pas¨® que s¨®lo se me ocurri¨® explicarle que hab¨ªa asistido antes a juicios sin ning¨²n problema. As¨ª protest¨¦. ?l s¨®lo me ech¨® por llevar el pa?uelo".
En Ceuta, donde est¨¢n m¨¢s acostumbrados a la presencia de abogadas musulmanas, nunca se ha dado un caso de este tipo. La consejera del Consejo General de la Abogac¨ªa y decana del Colegio de Abogados ceut¨ª, Isabel Valriberas, se muestra muy sorprendida por lo sucedido en la Audiencia Nacional. "No hay ninguna norma que proh¨ªba los s¨ªmbolos religiosos", se?ala. "La libertad de expresi¨®n religiosa, reconocida en la Constituci¨®n, no est¨¢ re?ida con la justicia. Si una persona lleva pa?uelo en su vida cotidiana, ?por qu¨¦ va a tener que quit¨¢rselo para asistir a un juicio?", reflexiona. "Eso no altera el orden en un tribunal. Es intrascendente a efectos jur¨ªdicos. Lo ¨²nico que piden las normas de la abogac¨ªa es que el letrado vaya vestido adecuadamente seg¨²n los usos sociales, pero un pa?uelo no implica ir mal vestido. El burka es distinto porque no permite que se identifique a la persona. El hiyab no oculta el rostro. No oculta nada". Al igual que esta letrada, tres abogados que asistieron al juicio por terrorismo islamista de la Audiencia Nacional en el que el juez Berm¨²dez pidi¨® a Zoubida que se quitara el pa?uelo, expresan su absoluta sorpresa por lo que ocurri¨® ese d¨ªa.
Con la legislaci¨®n actual en la mano, ?pueden los que profesan una fe expresarlo en la esfera p¨²blica o no? Dionisio Llamazares, catedr¨¢tico em¨¦rito de la Universidad Complutense y director de la c¨¢tedra de Laicidad y Libertades P¨²blicas de la Universidad Carlos III de Madrid, opina que al no haber una prohibici¨®n como en Francia, deben extremarse las cautelas en las restricciones que se aplican. "En principio entiendo que s¨®lo se puede impedir a alguien portar un signo religioso si eso implica poner en riesgo el orden p¨²blico, porque entran en juego derechos fundamentales del ciudadano", explica.
Llamazares propone un modelo similar al dan¨¦s para resolver estas cuestiones. "La polic¨ªa, los fiscales, los maestros de la escuela p¨²blica o los jueces representan al Estado, y el Estado no puede llevar s¨ªmbolos de identificaci¨®n religiosa. Debe ser neutral e imparcial en esta materia. Pero un abogado, o la alumna de un colegio, no representan al Estado, de forma que ?por qu¨¦ no van a poder expresar su religiosidad? Otra cosa es que se produzca alg¨²n problema en un caso concreto por el que no convenga permitirlo.
Por el caso de Zoubida, el debate se ha centrado ahora en la administraci¨®n de justicia. Y, entre los jueces, la cuesti¨®n suscita puntos de vista encontrados. El portavoz de la mayoritaria y conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM) considera que el juez G¨®mez Berm¨²dez "actu¨® dentro de las facultades que le otorga el derecho como director de la vista". "Quien deb¨ªa tomar esa decisi¨®n era ¨¦l, independientemente de que parezca o no acorde con la realidad. En relaci¨®n con la abogada, asegura: "Una cosa son nuestros h¨¢bitos, nuestra religi¨®n, nuestros intereses o nuestros usos, que podemos hacer valer en nuestra esfera privada y en la sociedad civil. Lo que no podemos hacer es imponerlos en el espacio de lo puramente p¨²blico, como es la sala de un tribunal".
Desde la moderada Francisco de Vitoria, Marcelino Sexmero admite la dificultad de interpretar una regulaci¨®n tan laxa sobre la indumentaria de los letrados como la que establecen el Estatuto de la Abogac¨ªa y el Reglamento de Protocolo del Consejo General del Poder Judicial. El portavoz considera que, en principio, "parece desproporcionado impedir el derecho de defensa", que es un derecho fundamental. Pero, al mismo tiempo, cree que la letrada "debi¨® tener en cuenta que en la sala existen unas normas". "De la misma manera que los hombres no llevan sombrero, es posible que las mujeres no puedan llevar pa?uelo". Sexmero, sin embargo, cree que en estos casos hay que hacer un ejercicio de posibilismo, y pone un ejemplo. "En mis a?os de ejercicio se me ha presentado alg¨²n abogado sin toga o vestido no muy adecuadamente. En esos casos lo que hago es no permitirles permanecer en el estrado aunque les permito seguir adelante con la defensa desde el banquillo, junto a su cliente".
"Ante un tribunal o durante una vista no todo el mundo puede ir como quiera", afirma por su parte Miguel ?ngel Gimeno, de la progresista Jueces para la Democracia, que considera que la decisi¨®n de G¨®mez Berm¨²dez "no es de f¨¢cil resoluci¨®n". Despu¨¦s a?ade: "En mi opini¨®n, si hay que confrontar el derecho fundamental de defensa del art¨ªculo 24 de la Constituci¨®n con la obligaci¨®n de ir vestido de determinada manera, creo que prima el derecho de defensa".
Abogados y expertos, en cualquier caso, lo que piden es una normativa clara por parte del legislador que establezca unas reglas del juego; que no sea cada juez el que decida, seg¨²n su criterio personal, si los jud¨ªos, cat¨®licos, musulmanes o protestantes pueden llevar libremente signos religiosos en sus trabajos.
No est¨¢ claro que vaya a suceder. El Ministerio de Justicia est¨¢ preparando la pr¨®xima Ley de Libertad Religiosa y el ministro Caama?o se pronunci¨® ayer en contra de regular el uso del velo u otros s¨ªmbolos religiosos en los tribunales. Consider¨® preferible dejarlo al criterio de cada uno de los jueces, como hasta ahora.
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