Los obispos declaran "herej¨ªa" el voto a la ley del aborto

Herej¨ªa, pecado mortal, contrasentido, barbarie moral... El portavoz de los obispos, el jesuita Juan Antonio Mart¨ªnez Camino, avanz¨® ayer un paso m¨¢s en la presi¨®n sobre los parlamentarios cat¨®licos que piensan respaldar la ampliaci¨®n de la ley del aborto planteada por los socialistas. Tambi¨¦n advirti¨® a futuros votantes. "Quien apoye, vote o promueva esa ley est¨¢ en pecado mortal p¨²blico y no puede ser admitido a la sagrada comuni¨®n", dijo este obispo auxiliar del cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco y secretario general de la Conferencia Episcopal.

M¨¢s tarde, avanzar¨ªa en la execraci¨®n. "Quitar la vida a un ser humano es contradictorio con la fe cat¨®lica. Quien contribuya a ello est¨¢ en la herej¨ªa y, por tanto, excomulgado". Por si quedase alguna duda sobre los aludidos, el prelado proclam¨® que esa doctrina episcopal "vale para todos los cat¨®licos, est¨¦n en el partido que est¨¦n y por encima de lo que les diga su partido".

El portavoz episcopal carg¨® las tintas, adem¨¢s, sobre una supuesta historia de la despenalizaci¨®n del aborto en Europa, desde la ley Lenin en Rusia, de 18 de noviembre de 1920, a las normas aprobadas en 1933 por los nazis en Alemania, que promovieron el aborto para los no arios y lo castigaron severamente entre arios. ?sos fueron, seg¨²n el prelado, los precedentes que secundaron d¨¦cadas despu¨¦s las grandes democracias occidentales.

El prelado ha reconocido que no son pocas las circunstancias adversas que pueden llevar a una mujer a tomar la decisi¨®n de abortar, incluso el des¨¢nimo de no querer traer a "un mundo hostil un nuevo ser humano". Tambi¨¦n se ha referido a una de las r¨¦plicas que suelen recibir los prelados cuando condenan la despenalizaci¨®n del aborto voluntario: el encarcelamiento de las mujeres en esa situaci¨®n. Los obispos no quieren que nadie vaya a la c¨¢rcel. "Ni las mujeres, ni nadie", proclama Mart¨ªnez Camino, antes de preguntarse sobre cu¨¢ntas personas hay en prisi¨®n por eso en Espa?a. Deja en manos de los jueces los atenuantes e, incluso, las eximentes que hayan de aplicarse. Tambi¨¦n se pregunt¨® ret¨®ricamente sobre la industria que se lucra con el aborto.

Los obispos van a luchar por la generalizaci¨®n de la objeci¨®n de conciencia entre los m¨¦dicos. Seg¨²n Mart¨ªnez Camino, se trata de un derecho reconocido en la Constituci¨®n dentro del derecho a la libertad religiosa. Adem¨¢s de felicitar a quienes hoy ejercen ese derecho -"Hay que agradecerles su coraje c¨ªvico y su valent¨ªa"-, Mart¨ªnez Camino argumenta: "La ley impone el aborto como un acto m¨¦dico, cuando es todo lo contrario. Los m¨¦dicos curan enfermedades. El embarazo no es una enfermedad, abortar no es curar". Tambi¨¦n ha criticado que el Gobierno, en la llamada nueva ley del aborto -en realidad, proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo- pretenda imponer en el sistema educativo "una visi¨®n abortista y de genero". A?adi¨®: "Hay que educar para el amor. El Estado no puede imponer una mayor¨ªa moral a todos, ni aunque fuese la cat¨®lica. El Estado no es el educador de la sociedad, ni puede imponer principios morales. Con esta reforma legal, se est¨¢ violando el principio constitucional de la libertad de ense?anza".

Mart¨ªnez Camino fue el encargado de inaugurar ayer los llamados "desayunos informativos CEU", que la poderosa Asociaci¨®n Nacional de Propagandistas y la Fundaci¨®n Universitaria San Pablo-CEU se proponen convocar cada dos meses.