"Que no tenga que salir del armario"
Los padres de homosexuales denuncian la persistencia de homofobia en las escuelas - Su asociaci¨®n se vuelca en normalizar todas las opciones
Manolo se hundi¨® hace 12 a?os cuando su hija le revel¨®, con 27, que era lesbiana. Su primera reacci¨®n fue tratar de llevarla al m¨¦dico. La segunda, buscar apoyo en la Asociaci¨®n de Madres y Padres de Gays y Lesbianas (AMPGIL), que este fin de semana cumpli¨® 15 a?os. "Hoy estoy en el frente", dice este veterano. Esther, en cambio, acaba de llegar a la entidad. Y de una forma muy distinta, que revela c¨®mo han cambiado las cosas. No sabe si su hijo, de ocho a?os, es gay. Ni le importa. Ha acudido a la AMPGIL porque los gustos del ni?o, que cl¨¢sicamente se calificar¨ªan de femeninos, ya le han supuesto alg¨²n insulto. Y Esther quiere insuflarle la suficiente confianza para que no haga caso de las ofensas. "Quiero que viva con normalidad, s¨®lo me importa que sea feliz. Me dar¨ªa verg¨¹enza que tuviese que decirme algo, que tuviese que salir del armario".
La frase resume el giro que ha dado el trabajo de la AMGIL. Apoyar a los padres cuando sus hijos les comunican su orientaci¨®n sigue siendo primordial. Pero ahora la entidad intenta, adem¨¢s, hacer superfluo ese ritual. Trata de que la escuela transmita a los ni?os que es tan normal la homosexualidad como la heterosexualidad. Parece una tarea resuelta, pero la AMPGIL cita datos inquietantes: un tercio de los alumnos no ven mal despreciar a un compa?ero por homosexual. Y una cuarta parte a¨²n cree que esa orientaci¨®n es una enfermedad.
Sorprendentes cifras en un pa¨ªs donde la igualdad legal es una realidad. "Por primera vez, las leyes van por delante", dice Carme Rabad¨¤, presidenta de ?a AMPGIL. Los avances son innegables: los padres que acuden a la entidad tienen cada vez hijos m¨¢s j¨®venes, que se animan a dar el paso pronto. Pero Rabad¨¤ explica que a¨²n tienen problemas cuando tratan de que una asociaci¨®n de padres organice una charla sobre homosexualidad en su colegio. "Tienen muy buenas palabras, pero no la montan", lamenta Rabad¨¤.
La direcci¨®n de la escuela de Alex, por ejemplo, no atendi¨® nunca la petici¨®n de los padres de que se diera una charla as¨ª. El chico tiene ahora 18 a?os y s¨®lo dej¨® de sufrir el acoso de sus compa?eros cuando se declar¨® homosexual ante toda la clase, en una tutor¨ªa, con 14 a?os. A¨²n arrastra las secuelas psicol¨®gicas de una persecuci¨®n que "le hizo pensar en el suicidio", explica su madre.
El 30% de los suicidios de adolescentes est¨¢n relacionados con conflictos causados por la orientaci¨®n sexual, explica V¨ªctor Argelaguet, presidente de Gaylespol, la asociaci¨®n de polic¨ªas homosexuales. A?ade que mientras que la Guardia Urbana tiene claro que debe intervenir en un colegio si se dan casos de tr¨¢fico de drogas, no est¨¢ claro c¨®mo debe actuar ante casos de homofobia.
As¨ª que la AMPGIL aprovech¨® su aniversario para reclamar, en un manifiesto, una acci¨®n m¨¢s contundente contra la homofobia en las escuelas. Y pidi¨® una aplicaci¨®n m¨¢s decidida de los planes gubernamentales contra la discriminaci¨®n, que prev¨¦n incluir la diversidad sexual en los curr¨ªculos y formar a los maestros en esta cuesti¨®n. "No haremos m¨¢s gays. Ganaremos una sociedad m¨¢s sana y feliz", conf¨ªa Rabad¨¤.
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