Anicet, un 'nacho' de Ferrol
Casi un cuarto de siglo despu¨¦s de su llegada, Lavodrama, el ex baloncestista centroafricano del OAR, quiere implicarse en mejorar su ciudad de adopci¨®n
Anicet Lavodrama cita en el Parador de Turismo. En ¨¦l pas¨® sus primeros d¨ªas en Ferrol hace 24 a?os. Durante la conversaci¨®n, al ex baloncestista del OAR se le escapar¨¢ varias veces la mirada por la ventana. Fuera llueve con intensidad. "Est¨¢ todo igual que cuando llegu¨¦. Recuerdo que aterric¨¦ en Santiago y me trajeron para aqu¨ª. Era de noche y tambi¨¦n era el mes de noviembre. Me encontr¨¦ lluvia, mucha humedad y el Parador, y fui a cenar a esa cafeter¨ªa de enfrente", se?ala. Luego zanja: "Las cosas han cambiado muy poco".
Lavodrama ha adquirido categor¨ªa de mito. En Ferrol y fuera de Ferrol, para aficionados al baloncesto y para profanos en la canasta. Una banda de rock aragonesa lleva su apellido, que evoca un p¨ªvot herc¨²leo, honrado en el esfuerzo, especialista en la faceta defensiva, pero con recursos en ataque. Una persona, adem¨¢s, culta y extremadamente educada que supo integrarse en la sociedad que le acogi¨®.
No descarta subir puestos en el partido que lidera Juan Fern¨¢ndez
"Donde en Bilbao est¨¢ el Guggenheim nosotros tenemos a Reganosa"
Aquella lluviosa noche de noviembre lleg¨® a Ferrol un chico de apenas 22 a?os, que estudiaba en Houston y al que sus amigos americanos metieron papel higi¨¦nico en la maleta en previsi¨®n de que en su destino no hubiera llegado tal innovaci¨®n. Pero Lavodrama ten¨ªa mucho mundo detr¨¢s. Nacido en Bangui, la capital de la Rep¨²blica Centroafricana, su padre hab¨ªa sido prefecto, ministro y embajador con Bokassa. Tuvo la opci¨®n de dar el salto a una universidad americana para jugar al baloncesto y lo aprovech¨®. Graduado en Finanzas y Gesti¨®n de Empresas, ten¨ªa planes. "Pensaba en un m¨¢ster, acabar de formarme y enfocarme hacia el trabajo en la bolsa o los negocios internacionales, pero se me abri¨® la opci¨®n el baloncesto profesional, me draftearon los Clippers y estaba a las puertas de la NBA", recuerda.
No lleg¨® a jugar all¨ª. Ese mismo verano Moncho Monsalve, entonces entrenador del OAR, le vio jugar y le habl¨® de Ferrol. Cuando supo que estaba sin equipo marc¨® su n¨²mero. "Me lo pens¨¦ porque ten¨ªa otras opciones en Estados Unidos, pero me intrigaba viajar y conocer".
Lleg¨® a Ferrol y no se ha ido. "?sta es mi casa", asegura. Tiene valor decirlo cuando durante las ¨²ltimas tres semanas ha dormido en Dar es Salaam, Colonia, Badalona, Vitoria o Lugo. Trabaja como agente en U1st Sports, una compa?¨ªa de representaci¨®n de deportistas. "Busco baloncestistas de talento en Espa?a, Francia, Suram¨¦rica y ?frica", resume. Pero al final siempre cruza As P¨ªas. "Ferrol es mi casa, donde viven mi mujer y mis hijos y tengo algunos de mis negocios". Lavodrama es un nacho, en argot ferrolano. Lo que le gusta es hablar de Ferrol. Tiene ideas. En las ¨²ltimas municipales fue de n¨²mero ocho en la lista de Independientes por Ferrol de la mano de Juan Fern¨¢ndez, su presidente en el OAR. "Con ¨¦l mucha gente se fija en la fachada, pero no en el contenido, quiz¨¢s le falte mano izquierda".
Lavodrama no cierra las puertas a escalar en esa lista y asumir responsabilidades en el Ayuntamiento. Quiere apostar por una ciudad que casi ha convertido la depresi¨®n en una etiqueta: "Hay una deuda hist¨®rica de las instituciones nacionales y gallegas con Ferrol, pero tenemos que dejar eso atr¨¢s y tomar la iniciativa, dejar de pensar s¨®lo en las subvenciones y reinventar la base econ¨®mica de la ciudad a partir de nuestra experiencia en campos como la ingenier¨ªa o la construcci¨®n naval o nuestra situaci¨®n geogr¨¢fica con un puerto exterior que debe de ser entrada y salida de comercio. Somos un destino id¨®neo para el turismo rural, gastron¨®mico y cultural, pero necesitamos embellecer la ciudad. En Bilbao, por ejemplo, el Nervi¨®n bajaba todo negro en un paisaje industrial, ahora ese entorno est¨¢ embellecido y el Guggenheim le da car¨¢cter. Aqu¨ª no tenemos ni un hotel que d¨¦ a la r¨ªa y la ciudad crece de espaldas a su mayor riqueza, no est¨¢ bien asfaltada y tiene pocas zonas verdes y demasiado cemento. Y donde en Bilbao est¨¢ el Guggenheim nosotros tenemos a Reganosa".
Le duele el desconocimiento sobre su continente. "Es como si hubiera un deseo de que las cosas fueran mal all¨ª. Se transmite una imagen negativa, pero la gente viaja a Nueva York o a Bali, no a Libreville, Maputo o Nairobi. No todos los africanos suben a un cayuco".
En 1985, en Houston, a Lavodrama estuvieron a punto de embarcarlo hacia Santiago de Chile. En la ventanilla de la compa?¨ªa a¨¦rea no les sonaba "de Compostela". Al final lleg¨® a Galicia y cambi¨® su vida. Ahora siente que puede ayudar a cambiar la de sus vecinos.
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