La ONU sospecha que Ir¨¢n oculta m¨¢s plantas nucleares
Teher¨¢n minti¨® sobre la instalaci¨®n secreta de Qom
La ¨²ltima visita de los inspectores de la ONU a Ir¨¢n ha suscitado m¨¢s dudas que respuestas sobre su programa nuclear. As¨ª parece desprenderse del informe trimestral del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), conocido ayer. El texto se?ala que la tard¨ªa revelaci¨®n de una segunda planta de enriquecimiento de uranio despierta sospechas de que Teher¨¢n esconda otras instalaciones. Adem¨¢s, el OIEA ha detectado inconsistencias sobre la fecha de construcci¨®n y la utilidad de esa planta, por lo que necesita "m¨¢s aclaraciones".
"El organismo ha indicado [a Ir¨¢n] que su declaraci¨®n de la nueva planta reduce el nivel de confianza sobre que no haya otras instalaciones nucleares en construcci¨®n, y suscita dudas sobre si hubiera alguna otra que no hubiese sido declarada a la agencia", asegura el informe filtrado a la prensa en Viena, sede del OIEA.
Ir¨¢n inform¨® al OIEA de la planta de Fordu (provincia de Qom), al sur de Teher¨¢n, el pasado septiembre, apenas cuatro d¨ªas antes de que su existencia fuera revelada en la cumbre de Pittsburgh. A las acusaciones de ocultaci¨®n, respondi¨® que al haber denunciado el Protocolo Adicional al Tratado de No Proliferaci¨®n en 2005, no tiene obligaci¨®n de informar sobre nuevas instalaciones hasta que no vaya a introducir uranio en ellas. Como en anteriores ocasiones, las explicaciones iran¨ªes se han revelado inconsistentes con los hechos.
Seg¨²n el informe, los iran¨ªes dijeron a los inspectores que visitaron Fordu el mes pasado que empezaron su construcci¨®n en 2007. Pero el OIEA tiene im¨¢genes de sat¨¦lite que muestran que los trabajos empezaron en 2002. Dado que Teher¨¢n firm¨® el Protocolo Adicional en marzo de 2003, deber¨ªa haber comunicado entonces sus planes.
Tampoco est¨¢ clara la finalidad de la planta excavada en la monta?a y dentro del recinto de una base de la Guardia Revolucionaria, el ej¨¦rcito ideol¨®gico del r¨¦gimen. Ir¨¢n ha justificado esas precauciones porque el lugar constituir¨ªa una alternativa si la planta de enriquecimiento de Natanz fuera bombardeada. Pero cuando est¨¦ finalizada en 2011, la instalaci¨®n s¨®lo tendr¨¢ capacidad para 3.000 centrifugadoras (los aparatos que se utilizan para enriquecer uranio), algo que los expertos consideran insuficiente para el programa civil que los iran¨ªes aseguran es su ¨²nico fin.
"Las explicaciones iran¨ªes sobre el objetivo de esta planta y la cronolog¨ªa de sus planes y su construcci¨®n necesitan m¨¢s explicaciones", concluye el texto que el director del OIEA, Mohamed el Baradei, presentar¨¢ ante la junta de gobernadores de ese organismo la pr¨®xima semana. El informe, de car¨¢cter t¨¦cnico y que no trata de las actuales negociaciones para desbloquear la crisis por el programa nuclear iran¨ª, reitera que Ir¨¢n no ha suspendido su programa de enriquecimiento de uranio, como le exigen cinco resoluciones del Consejo de Seguridad. Tambi¨¦n recuerda que, en contra de las exigencias internacionales, sigue prohibiendo las inspecciones sin previo aviso. Por todo ello, los inspectores se?alan que el OIEA "no estar¨¢ en condiciones de dar una informaci¨®n veros¨ªmil sobre la ausencia de material y actividades no declaradas".
Desde el descubrimiento del programa nuclear secreto iran¨ª en el verano de 2002, el OIEA trata de verificar si su objetivo es exclusivamente civil, como defiende Teher¨¢n, o si oculta una dimensi¨®n militar, como temen no s¨®lo los pa¨ªses occidentales, sino sus vecinos ¨¢rabes. Ese empe?o se ve dificultado por la falta de transparencia de Teher¨¢n. En 2004, tras descubrirse una red clandestina de abastecimiento de material nuclear, los iran¨ªes tuvieron que admitir que recibieron planos para fabricar centrifugadoras P-2, tras haberlo negado. Los inspectores sospechan que por la misma v¨ªa recibieron un detallado libro de instrucciones sobre c¨®mo construir una bomba at¨®mica.
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