"Pedir¨¦ en febrero a la asamblea del Orfe¨® continuar como presidenta"
A las nueve y media de la ma?ana, el Palau de la M¨²sica justo se despereza tras el concierto de la v¨ªspera. No hay turistas, el bar del foyer no ha abierto todav¨ªa sus puertas, ni ha empezado la tanda de visitas al edificio de Dom¨¨nech i Montaner, patrimonio de la humanidad. En la tercera planta, sin embargo, las calculadoras echan humo desde hace rato junto al despacho de la presidenta del Orfe¨® Catal¨¤, Mariona Carulla. Los auditores no levantan los codos de la mesa en la sala de juntas, repleta de papeles y carpetas por todos lados. Mudos, desde la pared del fondo, todos los presidentes de la instituci¨®n, desde Ferran Trulls a ?F¨¨lix Millet!, les observan.
Pregunta. ?En qu¨¦ estado est¨¢ la auditor¨ªa de las obras de ampliaci¨®n?
Joan Llinares. Se est¨¢ trabajando en ello. De haber desfalco, la din¨¢mica del fraude puede tener f¨®rmulas diferentes de las halladas hasta ahora. Se est¨¢ pidiendo a las empresas constructoras que confirmen los datos de obra certificada y pagada.
Pregunta. ?Hasta d¨®nde piensas remontarse en el an¨¢lisis de las cuentas del Palau?
J. Ll. Pensamos remontarnos al pasado mientras los esfuerzos de investigaci¨®n y auditor¨ªa se vean compensados por los resultados. Partimos de una valoraci¨®n jur¨ªdica de delito continuado. Por ello, nos planteamos ir hacia atr¨¢s m¨¢s all¨¢ de a?o 2000, fecha tope de la auditor¨ªa presentada.
Mariona Carulla. Cuanto m¨¢s atr¨¢s nos vamos m¨¢s dif¨ªcil resulta encontrar los documentos contables, que han desparecido o se han destruido.
Pregunta. Se?ora Carulla, usted conoc¨ªa bien a Millet. ?Cu¨¢ndo se sinti¨® enga?ada por ¨¦l?
M. C. Nuestras familias eran amigas. Al principio no me lo cre¨ªa. Como mucha gente, pensaba que se trataba de algo menor, de poca importancia. Pero cuando empezamos a descubrir c¨®mo hab¨ªa enga?ado y defraudado mi indignaci¨®n fue creciendo. Y que pasara a cobro del Palau las facturas de las bodas de sus hijas y los viajes con la familia ya es de una gran desfachatez.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez habl¨® con Millet?
M. C. Despu¨¦s de asumir la presidencia el 27 de julio, ¨¦l volvi¨® al que hab¨ªa sido su despacho un par de veces. La segunda tuve que pedirle que no volviera m¨¢s. Nos hab¨ªamos comprometido con el fiscal a realizar una investigaci¨®n interna para evitar eso que nos quer¨ªan hacer... la intervenci¨®n judicial. Que ¨¦l siguiera viniendo al Palau nos compromet¨ªa. Despu¨¦s de esto no le he visto m¨¢s.
Pregunta. Al asumir la presidencia del Orfe¨® explic¨® que tuvieron que insistirle mucho para que aceptara y que s¨®lo la consol¨® que el cargo era temporal. ?Sigue pensando lo mismo?
M. C. Me he comprometido hasta que se arregle todo y hasta que el proyecto de futuro est¨¦ en marcha y esto no se acaba en cuatro meses. Har¨ªa un mal servicio al Palau de la M¨²sica si lo dejara a medias. En la asamblea del Orfe¨® de pr¨®ximo febrero pedir¨¦ la ratificaci¨®n como presidenta para continuar la reforma de la instituci¨®n hasta el final.
Pregunta. ?Cu¨¢l es el modelo jur¨ªdico que tienen en mente?
M. C. Que las tres instituciones, Orfe¨®, fundaci¨®n y consorcio, tengan su propia personalidad pero simplificado la estructura.
J. Ll. Se constituir¨¢, en los pr¨®ximos d¨ªas, un grupo de trabajo transversal integrado por miembros de las tres instituciones que es la que deber¨¢ dise?ar la estructura futura.
Pregunta. ?Lo ocurrido puede perjudicar la captaci¨®n de los ingresos por mecenazgo?
M. C. Un alto porcentaje de mecenas contin¨²a. Y se vaya quien se vaya no se dejar¨¢ de hacer nada de lo que se estaba haciendo. Todos los ciclos de conciertos continuar¨¢n.
J. Ll. Se ha creado una comisi¨®n art¨ªstica formada por miembros de la junta del Orfe¨® que trabaja en esta l¨ªnea. Ya hay cosas claras, como que el Palau de la M¨²sica no cerrar¨¢ en agosto como ven¨ªa haciendo hasta ahora. Es inconcebible en una instituci¨®n como ¨¦sta.
Pregunta. ?Se incrementar¨¢ la programaci¨®n propia del Palau?
M. C. No se ha tratado el tema todav¨ªa. Lo que s¨ª aumentar¨¢ es el nivel de la programaci¨®n que ofreceremos. Pensamos en la creaci¨®n de un consejo art¨ªstico con un jefe que planifique y no s¨®lo con gente de dentro del Palau, tambi¨¦n con asesores externos. Nos lo estamos cuestionando todo. Pero les puedo decir una cosa que tengo clara, que de esta fuerte sacudida sufrida el Palau saldr¨¢ beneficiado y muy mejorado.
Pregunta. ?Por cierto, y la hipoteca del local que Millet vendi¨® al Orfe¨® un d¨ªa antes del registro policial al Palau?
J. Ll. La hipoteca est¨¢ cancelada. Y sobre el local, que ha vuelto a manos de sus antiguos propietarios, pesa una hipoteca de 800.000 euros, que integra todos los gastos generados por la reversi¨®n, que deber¨¢n cancelar ellos. Si no lo hacen el 30 de abril pr¨®ximo como fecha tope, el Orfe¨® podr¨¢ ejecutar la hipoteca en subasta p¨²blica o quedarse el local. Lo que se hab¨ªa comprado por tres millones de euros puede acabar siendo de la instituci¨®n ahora por 800.000.
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