"La Casa Blanca tuvo muchos logros en mis temporadas"
Durante sus a?os como guionista de El ala oeste de la Casa Blanca, Mark Goffman reform¨® la seguridad social en EE UU, consigui¨® una paz duradera en Oriente Pr¨®ximo y lanz¨® una intervenci¨®n militar para evitar un genocidio. "La presidencia tuvo muchos logros". Goffman (Houston, Tejas, de 41 a?os) habla de la Administraci¨®n del presidente ficticio Joshiah Bartlett en primera persona, como si hubiera tenido un cargo en ella: "En la cuarta temporada, fuimos a la guerra contra un pa¨ªs africano", dice mientras observa un min¨²sculo aperitivo de foie que a su padre, que le acompa?a, no le da ninguna confianza.
Este guionista est¨¢ en Madrid para dar una conferencia sobre storytelling, algo as¨ª como el arte de contar historias, en un curso de comunicaci¨®n pol¨ªtica de MAS Consulting. Y se enfrenta a un men¨² ex¨®tico para alguien que quiere ver museos y a visitar Toledo. Y lo disfruta, desde el at¨²n hasta el brownie. El storytelling en pol¨ªtica se ha puesto de moda fuera de EE UU gracias a Barack Obama y, sobre todo, a aquel discurso en el que contaba la historia de Ann Nixon Cooper, una mujer de 106 a?os nacida justo despu¨¦s de la esclavitud que hab¨ªa vivido para ver la elecci¨®n de un presidente negro. "Me contaron que el equipo de campa?a llam¨® a la se?ora para decirle que Obama iba a hablar de ella, para ver si ten¨ªa alg¨²n problema. Y ella no hac¨ªa m¨¢s que preguntar en qu¨¦ cadena se iba a ver el discurso. Le dijeron 'se?ora, encienda la tele".
Estudi¨® pol¨ªtica para hacer discursos y se volvi¨® guionista de 'El ala oeste'
"Contar historias es una forma de comunicar y de hacer que la gente recuerde episodios importantes. La gente necesita o¨ªr historias". Por eso les encantaba Obama en la campa?a. Por eso tambi¨¦n los fans de la serie recuerdan c¨®mo se las apa?a Bartlett para sacar adelante la reforma de la seguridad social, pero nadie puede recordar la historia que hay detr¨¢s de una sola ley del mundo real. Goffman califica de "milagro" que una serie sobre pol¨ªtica aguantara siete a?os en antena. "En pol¨ªtica se publicitan sobre todo los esc¨¢ndalos. Pero hay muchos pol¨ªticos apasionados de su trabajo y que trabajan duro. Eso es mucho m¨¢s dif¨ªcil de vender".
De su experiencia, puede afirmar que "todo mensaje pol¨ªtico es una historia". Por tanto, hay ciertos elementos que, igual que hacen buena una historia en una serie, hacen bueno un mensaje pol¨ªtico. Goffman, master en pol¨ªtica por la Kennedy School of Government de Harvard, iba para escritor de discursos, pero se qued¨® en Hollywood. A?os despu¨¦s, volvi¨® all¨ª a dar una charla. "El decano me dijo que la demanda hab¨ªa aumentado un 15% desde que se emit¨ªa la serie".
Un ejemplo de buena historia pol¨ªtica: "Para contar la historia del rescate bancario hab¨ªa que crear riesgos: qu¨¦ est¨¢ en riesgo si no se act¨²a", explica. En efecto, el Gobierno de Bush se centr¨® en vaticinar una cat¨¢strofe si no se inundaba de millones a la banca. "Transmiti¨® la sensaci¨®n de que hab¨ªa que hacer algo". La comunicaci¨®n se basa en "dar una imagen muy clara de qu¨¦ es lo que est¨¢ en riesgo y de cu¨¢l es la salida". Exhaustos tras siete platos y dos horas de comida ("ya es la hora de la cena", dice), le planteamos el ejemplo de Rajoy y su ni?a como intento de storytelling a la espa?ola. Goffman reconoce que un candidato "cuando intenta incorporar una historia al discurso, tiene que conocer a la audiencia". "Si la audiencia no est¨¢ dispuesta a participar de ese truco emocional, es un fracaso". Para la pr¨®xima comida, los anfitriones prometen algo m¨¢s espa?ol.
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