La crisis del ¨ªndico amenaza a la conserva
Los marineros que faenan en esas aguas admiten cobrar unos 1.500 euros
El drama humano de un secuestro como el que acaba de vivir el Alakrana ha sacado a la luz la arriesgada y a la vez lucrativa actividad pesquera en el oc¨¦ano ?ndico. Un negocio del que depende la mitad de la producci¨®n gallega de conservas y el 40% de las capturas de la flota atunera espa?ola.
De los 36 barcos con capital espa?ol que trabajan all¨ª, 18 lo hacen bajo bandera nacional y el resto con pabellones de otros pa¨ªses. Capturan yellowfin, el famoso at¨²n claro, y at¨²n patudo. En mareas de dos meses, pueden llegar a embarcar entre todos unas 200.000 toneladas al a?o.
El sector elude hablar de grandes rentabilidades, "depende de c¨®mo se gestione la empresa. Un barco nuevo cuesta 30 millones, amortizarlo es un trabajo de a?os", argumentan desde la Opagac, asociaci¨®n que agrupa a los armadores del at¨²n.
La armadora del 'Alakrana' gan¨® el a?o pasado 5,6 millones de euros
"Si la gente supiera por cu¨¢nto nos vamos a trabajar nos tomar¨ªan el pelo"
El negocio podr¨ªa rondar, como public¨® esta semana el diario Cinco D¨ªas, los 180 millones de euros. S¨®lo hay que revisar las cuentas de algunas de las pymes que trabajan esta pesquer¨ªa. Echebastar Fleet, la armadora del Alakrana, alcanz¨® el a?o pasado una facturaci¨®n de 30 millones de euros. Seg¨²n el Registro Mercantil, su beneficio neto fue de 5,6 millones, lo que representa el 18% de los ingresos de explotaci¨®n. Los gastos en personal rozaron los cinco millones y medio en una plantilla de 117 personas.
La ¨²nica empresa gallega integrada en Opagac, la Compa?¨ªa Europea de T¨²nidos, mantiene proporciones similares entre resultados y facturaci¨®n: vendi¨® pescado por valor de 8,4 millones y gan¨® 1,3. Son datos que seguramente no se les escapan a los piratas a la hora de elegir sus objetivos. Pero, seg¨²n la patronal conservera Anfaco, no parece que el miedo vaya a doblegar la voluntad de las empresas presentes en la zona ni a modificar las condiciones laborales de las tripulaciones.
La contrataci¨®n de seguridad privada es s¨®lo "una soluci¨®n moment¨¢nea" a un problema que se anticipa de largo recorrido. Lo dice Antonio, marinero a punto de salir para el ?ndico, que como sus compa?eros no da su apellido porque no le gusta demasiado hablar del tema en un momento tan sensible. Admite que no tendr¨¢ ning¨²n complemento salarial por el riesgo a?adido. "Yo conozco a uno que le pidi¨® un plus de peligrosidad al armador y ¨¦ste le dijo que los pluses los pidiera en la oficina del INEM", apostilla Manuel, otro compa?ero.
"No creo que vaya a afectar para nada el tema de la conserva. Siguen llegando marineros nuevos, igual que siempre", sostienen. "De momento, hay gente dispuesta a trabajar". A mayores, tambi¨¦n se suele contratar a personas de otros pa¨ªses "por cuesti¨®n de que les salen m¨¢s baratos" y con las que se completan las tripulaciones. En el caso de que existan convenios con pa¨ªses terceros esas contrataciones contribuyen al desarrollo econ¨®mico de esas regiones desfavorecidas.
En el cap¨ªtulo salarial hacen un balance anual porque "hay mareas buenas y las hay muy malas". Del sueldo base, lo ¨²nico que alcanzan a decir es que "es una verg¨¹enza". "S¨®lo con eso no nos llega ni para comer", lamentan. "Alguno ha dicho por ah¨ª que podemos ganar 3.000 euros, puede que una marea salga as¨ª pero otra igual te quedas en 600". La media para un marinero de buque atunero, explica Ram¨®n, "la puedes poner en unos 1.500 euros". "Si la gente supiera por cu¨¢nto nos vamos a trabajar nos tomar¨ªan el pelo", apunta otro compa?ero. "M¨¢s o menos como un mileurista", bromea. Un capit¨¢n de atunero reconoce que a bordo las condiciones son muy buenas. No obstante, el principal problema al que se enfrentan es la falta de cobertura sanitaria. Un traslado de urgencia a tierra nunca est¨¢ garantizado.
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