De la bah¨ªa de San Francisco a Cibeles
La culpa la tuvo el documental The return of the scorchers (algo as¨ª como El regreso de los rel¨¢mpagos). Una cinta de 1992 de Ted White sobre la cultura de la bicicleta. En ella, el dise?ador de bicis George Bliss explicaba sus impresiones tras una visita a China. "Tuve la oportunidad de ver c¨®mo funciona el sistema de transportes all¨ª", relata a la c¨¢mara. "C¨®mo afecta a la vida de la gente". Mientras tanto, en las im¨¢genes, decenas de ciudadanos chinos atestan las calles en bicicleta. Llegan a un cruce. Esperan. "Era una especie de masa cr¨ªtica", contin¨²a el dise?ador, "todos los ciclistas girando a la vez en una intersecci¨®n, hasta que eran el n¨²mero suficiente para forzar a los coches a pararse", explica. "Y funcionaba".
Fue la inspiraci¨®n para los primeros 48 de San Francisco. Los pioneros bicicr¨ªticos. Su reuni¨®n inicial tuvo lugar en la ciudad estadounidense en septiembre de 1992. Cada mes los participantes aumentaban en un 75%. En 1993 ya eran 500. Dos meses despu¨¦s, el fen¨®meno se extendi¨® a otros Estados. En la actualidad, la protesta de ciclistas urbanos ha invadido m¨¢s de 350 ciudades de todo el mundo.
La idea de la masa cr¨ªtica es acabar desapareciendo. Reivindican la bici como transporte, as¨ª que, una vez que la ciudad las acepta, desaparecen sus quejas. Y la masa se desintegra. En Madrid han crecido tanto en cinco a?os que a ellos mismos les sorprende. Y al Ayuntamiento, que la ¨²nica cifra que maneja es que el 0,14% de los desplazamientos en la capital se hacen en bici.
Los bicicr¨ªticos intentan llevar la cuenta. Al principio eran cuatro, as¨ª que pod¨ªan hacerlo a ojo. Despu¨¦s se pasaron a m¨¦todos m¨¢s depurados. Con un aparato que cuenta mediante cada pulsaci¨®n se sit¨²an en una calle estrecha del recorrido y aprietan el bot¨®n al paso de cada participante. Este jueves lo hicieron en Joaqu¨ªn Costa y contaron unos mil. "Queremos demostrar que somos muchos m¨¢s de lo que dicen las estad¨ªsticas", alega Juan Gamba, uno de los hist¨®ricos. "Lo ¨²nico que hace desaparecer una masa cr¨ªtica es que la ciudad se haga accesible para la bici", concluye. "El Ayuntamiento lo sabe. S¨®lo tiene que mover ficha".
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