A¨²n queda camino por recorrer
La Ley de Econom¨ªa Sostenible es el primer paso hacia un nuevo modelo productivo
Al fin. A?o y medio despu¨¦s de entrar en la peor recesi¨®n de la democracia y con un mill¨®n y medio de parados m¨¢s que al comienzo de la legislatura, el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero anunci¨® el viernes una bater¨ªa de medidas con las que pretende acelerar la salida de la crisis e impulsar un nuevo modelo crecimiento de aqu¨ª al a?o 2020. ?Contiene la Ley de Econom¨ªa Sostenible las reformas que economistas, organismos internacionales y medios de comunicaci¨®n especializados consideran imprescindibles para modernizar la econom¨ªa espa?ola? ?Son suficientes esas medidas para estimular la actividad en sectores m¨¢s productivos e innovadores? La mayor¨ªa de los expertos consultados por Negocios opinan que se trata de un importante primer paso, pero advierten de que, para alcanzar objetivos tan ambiciosos, son imprescindibles actuaciones de mayor calado.
Los expertos reclaman actuaciones de mayor calado
Luis Garicano: "Mi valoraci¨®n es m¨¢s positiva de lo que esperaba"
Espa?a est¨¢ obligada a cambiar, ya no puede rivalizar en costes
El gasto en I+D es apenas el 1,2% del PIB, frente al 2,3% de la OCDE
Se hace imprescindible dirigir recursos a nuevas actividades
Muchos empleos en la construcci¨®n se han perdido para siempre
"El problema m¨¢s grave es la falta de formaci¨®n juvenil", dice Garicano
Imprescindibles las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n y los idiomas
"Esta Ley es una especie de caj¨®n de sastre en el que la mayor¨ªa de las medidas son de corto alcance", afirma Juan Jos¨¦ Toribio, director del IESE en Madrid. "Es imposible no estar de acuerdo con ellas, pero no constituyen una reforma estructural seria". Toribio echa de menos "una aut¨¦ntica voluntad reformadora" por parte del Ejecutivo y cuestiona que en el cap¨ªtulo financiero de la nueva norma se ponga el ¨¦nfasis en un aspecto llamativo como es la transparencia en la retribuci¨®n de los directivos y no en cuestiones urgentes como la reforma de las cajas de ahorros y el saneamiento de los balances bancarios.
Rafael Pampill¨®n, del Instituto de Empresa (IE), est¨¢ de acuerdo. Se declara "favorablemente sorprendido" por la iniciativa del Gobierno porque aborda asuntos fundamentales como la tecnolog¨ªa, la innovaci¨®n, las patentes y la formaci¨®n profesional, pero echa en falta un plan espec¨ªfico para reducir la deuda p¨²blica y equilibrar las cuentas del Estado.
"Me ha dejado algo fr¨ªo", afirma Bosco Ojeda, analista jefe de UBS en Espa?a. "Esperaba algo m¨¢s incisivo. El proyecto no va al fondo de los problemas estructurales". Ojeda echa de menos un mayor esfuerzo para aumentar la competitividad de la econom¨ªa espa?ola y fomentar las exportaciones, pero sobre todo le hubiera gustado ver medidas para ayudar a la recapitalizaci¨®n de la banca y facilitar que vuelva a fluir el cr¨¦dito, algo esencial para que la econom¨ªa espa?ola retome el aliento.
Mauro Guill¨¦n, catedr¨¢tico de la escuela de negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania, cree que la ley tendr¨¢ efectos positivos, pero que no ser¨¢ suficiente a largo plazo porque lo necesario ahora mismo es, precisamente, dinamizar el conjunto de la econom¨ªa. "Creo que la opini¨®n p¨²blica y los dos partidos mayoritarios no tienen una idea clara de la magnitud del problema al que nos enfrentamos", opina Guill¨¦n. "El discurso pol¨ªtico se centra en la salida de la crisis, asumiendo una perspectiva coyuntural, cuando los problemas de la econom¨ªa espa?ola son estructurales y muy graves".
Tano Santos, catedr¨¢tico de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, opina de manera parecida: "La filosof¨ªa general del Gobierno en esta crisis ha ido encaminada m¨¢s a medidas marginales que a una reforma profunda del marco legal que permita a la econom¨ªa encontrar una senda de crecimiento m¨¢s sana, y esta ley no parece sino continuar con esta filosof¨ªa". En su opini¨®n, ello se debe a que "hay una cierta resistencia por parte del Gobierno a admitir que el shock que esta crisis representa para la econom¨ªa espa?ola es m¨¢s permanente que transitorio y que, por tanto, las medidas no pueden ser transitorias".
Luis Garicano, catedr¨¢tico de la London School of Economics (LSE), discrepa de la mayor¨ªa de sus colegas y elogia la iniciativa del Gobierno. "Mi valoraci¨®n es m¨¢s positiva de lo que esperaba, y estoy sorprendido. Yo dir¨ªa que es un modesto primer paso adelante en la implementaci¨®n de reformas estructurales y que promete ser el principio -si lo de la "estrategia de econom¨ªa sostenible" va en serio- de un cambio m¨¢s en profundidad". Garicano s¨ª cree que la ley ayudar¨¢ a cambiar el modelo productivo espa?ol, especialmente si se ponen en marcha las dem¨¢s normas prometidas por el Gobierno para reformar la justicia y el empleo, aspectos que quedaron fuera del proyecto presentado el viernes por la vicepresidenta Elena Salgado y que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero abordar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en el Congreso de los Diputados.
Tambi¨¦n ve el vaso medio lleno Xavier Segura, jefe del servicio de Estudios de Caixa Catalunya. "La iniciativa me parece bien en la medida en que es un compendio de todo lo que llevamos diciendo muchos a?os sobre el agotamiento de nuestro modelo productivo", afirma Segura, quien subraya que para impulsar uno nuevo ser¨¢ esencial la complicidad de los empresarios y el resto de la sociedad.
Hay un extremo en el que todos los expertos est¨¢n de acuerdo: Espa?a est¨¢ obligada a cambiar. Su econom¨ªa ya no puede rivalizar en costes con los grandes pa¨ªses emergentes como China, India y Brasil, ni con sus socios europeos del Este, que hoy fabrican m¨¢s barato los productos que anta?o llevaban el sello made in Spain. Santos, de la Universidad de Columbia, critica que el Gobierno no se haya atrevido a agarrar el toro por los cuernos. "Esta ley da la impresi¨®n de que se est¨¢n haciendo cosas, cuando se est¨¢n haciendo pocas de sustancia y por tanto puede generar una complacencia nociva", afirma. "Uno tiene la impresi¨®n de que nuestro Gobierno sigue a la espera de que una recuperaci¨®n del comercio internacional nos saque de esta crisis y que le ahorre el coste pol¨ªtico de una verdadera reforma del marco legal en el que opera nuestra econom¨ªa".
Luis Garicano coincide en que el proyecto de ley no es un plan con "todo el coraje pol¨ªtico necesario en estos momentos", pero subraya, a rengl¨®n seguido, que contiene medidas que van en la direcci¨®n correcta. "Podr¨ªa ser el principio de un impulso reformista, de buen gobierno y de reforma estructural que le hace much¨ªsima falta al pa¨ªs", afirma el profesor de la LSE.
Para algunos, la ley nace viciada, pues opinan que no corresponde al Gobierno, sino a la iniciativa privada, llevar la delantera en todo este asunto. "El cambio de modelo lo tienen que hacer los empresarios que quieran invertir en sectores de futuro", opina Rafael Pampill¨®n. "Y lo que necesita el empresario es confianza, con cambios importantes en el mercado de trabajo que no se abordan". El profesor del IE sostiene que la necesaria mejora de la productividad pasa por reducir los costes del trabajo y una rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Es en el terreno de la I+D en el que Espa?a lleva m¨¢s desventaja con respecto a sus socios europeos m¨¢s pr¨®speros. "Gastamos m¨¢s en loter¨ªas que en I+D, el doble para ser exactos. As¨ª no podemos competir en la econom¨ªa global del siglo XXI", afirma Mauro Guill¨¦n, quien recuerda que el Gobierno acaba de recortar el gasto en estas partidas en los Presupuestos Generales del Estado para afrontar el d¨¦ficit. "Si la Ley de Sostenibilidad aumenta los recursos destinados a educaci¨®n e investigaci¨®n, entonces tendremos oportunidad de competir. De lo contrario, Espa?a entrar¨¢ en un per¨ªodo de declive relativo. Creo que esto no lo entiende ninguno de los dos partidos mayoritarios", dice el profesor de la Universidad de Pensilvania.
Aunque Espa?a ha aumentado el gasto en investigaci¨®n y desarrollo en los ¨²ltimos a?os, ¨¦ste constituye a¨²n el 1,3% del PIB, comparado con la media del 2,3% en los pa¨ªses de la OCDE. Para no perder este tren, Espa?a deber¨¢ seguir el ejemplo de pa¨ªses como Suecia, Finlandia, Suiza, Corea del Sur o Jap¨®n, que apostaron hace a?os por la tecnolog¨ªa, la formaci¨®n, la flexibilidad y que invierten m¨¢s del 3% de su PIB en I+D.
Mar¨ªa Fernanda Viecens, investigadora de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (FEDEA), subraya que Espa?a est¨¢ "en una clara desventaja" en relaci¨®n al resto de Europa y otros pa¨ªses desarrollados en redes de telecomunicaciones de nueva generaci¨®n, un pilar b¨¢sico para extender el uso de las nuevas tecnolog¨ªas y fomentar la productividad, la eficiencia y la innovaci¨®n en las empresas. El n¨²mero de conexiones a Internet de banda ancha en Espa?a sigue en aumento, (hoy llega a 7,3 millones de hogares), pero la penetraci¨®n de esa v¨ªa de conexi¨®n a¨²n est¨¢ por debajo de la media europea, con 19,8 accesos por cada cien habitantes, frente a los 21,7 de promedio en la UE.
"Telef¨®nica no est¨¢ invirtiendo, y por parte del Gobierno no se ha visto hasta el momento una estrategia centralizada y coordinada para promover el despliegue, a diferencia de lo que se observa en pa¨ªses como Francia, Reino Unido, EE UU, Holanda, etc", dice Viecens. "Adem¨¢s, las ofertas de precio/velocidad con que contamos, por ejemplo, en Madrid son realmente muy pobres si las comparamos con Par¨ªs, Londres o Lisboa, por citar algunas ciudades".Otra coincidencia entre los expertos: Espa?a debe aprovechar lo que tiene y crecer apoy¨¢ndose en sus mejores virtudes. Capaz de lo mejor y de lo peor, de combinar chapuzas al estilo Pepe Gotera y Otilio con los mejores cocineros y deportistas del mundo, Espa?a tiene escuelas de negocios de primer nivel y es l¨ªder, entre otros sectores, en energ¨ªas renovables, banca comercial, transformaci¨®n de alimentos, m¨¢quina-herramienta y gesti¨®n de infraestructuras. Para erradicar un modelo productivo dependiente del ladrillo, que ha llegado a suponer m¨¢s del 10% del PIB, se hace imprescindible redirigir recursos hacia nuevas actividades y aumentar la productividad en los tradicionales, como el turismo o la fabricaci¨®n de autom¨®viles, que seguir¨¢n siendo pilares b¨¢sicos de la econom¨ªa espa?ola.
Otro punto flaco es la competitividad. Espa?a figura en el puesto 33? de 134 pa¨ªses en el ¨²ltimo ?ndice de Competitividad Global que publica anualmente el Foro de Davos, que analiza anualmente a 134 pa¨ªses. Y el IMD World Competitiveness Center de Lausana (Suiza) coloca a Espa?a en el 39 de 57, por detr¨¢s de Portugal o la Rep¨²blica Checa.
A diferencia de otros pa¨ªses, en los que el estallido de la burbuja inmobiliaria no ha sido tan devastador, casi un mill¨®n de espa?oles e inmigrantes que trabajaron en la construcci¨®n durante la ¨²ltima d¨¦cada tendr¨¢n que buscar empleo en otros sectores. Sus puestos de trabajo han desaparecido para siempre. Uno de los objetivos de la Ley de Econom¨ªa Sostenible es precisamente apoyar el tr¨¢nsito de actividades y mercados m¨¢s maduros, como el ladrillo, hacia los que tienen mayor potencial de crecimiento, y a la vez facilitar la creaci¨®n de empresas y mejorar el ambiente para hacer negocios. A Xavier Segura, de Caixa Catalunya, le hubiera gustado que el proyecto de ley hubiera puesto m¨¢s ¨¦nfasis en planes de infraestructuras. Juan Jos¨¦ Toribio elogia las medidas para acortar el tiempo y el coste para fundar una empresa, pero las considera insuficientes. Recomienda seguir el ejemplo de EE UU, donde se puede hacer por Internet en 15 segundos.
Como recientemente sosten¨ªa Jos¨¦ Manuel Campa, secretario de Estado de Econom¨ªa, es imprescindible reorientar el tejido productivo espa?ol hacia la demanda externa. En esta carrera, Espa?a parte con un serio h¨¢ndicap. Su tejido empresarial est¨¢ formado por peque?as y medianas empresas que tienen muy dif¨ªcil ofrecer a sus empleados la formaci¨®n en nuevas tecnolog¨ªas que, gracias a sus econom¨ªas de escala, s¨ª proporcionan las grandes, y aumentar su capacidad exportadora.
La formaci¨®n de la mano de obra es esencial para que se consolide un nuevo modelo productivo, y Espa?a tiene mucho camino por recorrer en este terreno para ponerse a la altura de sus competidores. Sin distinci¨®n de color pol¨ªtico, Gobierno y oposici¨®n han sido incapaces de alcanzar un pacto de Estado sobre educaci¨®n en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Espa?a supera a todos los pa¨ªses de la OCDE en fracaso escolar. Cuatro de cada diez j¨®venes espa?oles han repetido curso en los ¨²ltimos 15 a?os.
Para cambiar la situaci¨®n, la Ley de Econom¨ªa Sostenible busca promover el uso de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones y del aprendizaje de idiomas, as¨ª como aumentar la concesi¨®n de becas y pr¨¦stamos para mejorar la formaci¨®n. Las medidas anunciadas el viernes por la vicepresidenta Salgado responden a las recomendaciones de la OCDE, partidaria de facilitar el paso de la formaci¨®n profesional de grado medio al grado superior.
Luis Garicano elogia la iniciativa. "Esto puede empezar a resolver el problema m¨¢s grave de nuestro pa¨ªs: la falta de formaci¨®n de un segmento muy importante de la poblaci¨®n. El 41% de los j¨®venes entre 25 y 35 a?os no tienen secundaria ni Formaci¨®n Profesional terminada. No hay encaje posible en la econom¨ªa global del conocimiento sin resolver urgentemente este problema".
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