El crucifijo resiste
Una virulenta reacci¨®n conservadora asusta al Gobierno y frena las medidas por la laicidad de la escuela - La doctrina de Estrasburgo agita la Europa cat¨®lica
"No est¨¢ en los planes del Gobierno retirar los crucifijos de los colegios". Con estas palabras del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, termin¨® una jornada de gran revuelo entre los partidos pol¨ªticos, las asociaciones y plataformas de ense?anza, laicas y religiosas, y en la m¨¢s alta jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica. La petici¨®n del Congreso al Gobierno, a iniciativa de ERC con aceptaci¨®n del PSOE, de que traslade una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre retirada de los s¨ªmbolos religiosos de los colegios p¨²blicos encendi¨® la mecha. El presidente del Gobierno, anoche, ech¨® agua al fuego, consciente de que se hab¨ªa abierto un frente del todo imprevisto. Las decisiones en esta materia quedar¨¢n para la futura Ley de Libertad Religiosa.
Zapatero dice que la medida no est¨¢ ahora en la agenda del Ejecutivo
Si se hace, se har¨¢ con "un amplio consenso", se?ala el ministro de Justicia
Ahora, los consejos escolares deciden si retiran o no los s¨ªmbolos
El PSOE asegura que la iniciativa no es para los colegios concertados
La libertad religiosa es invocada por los defensores de una y otra postura
Los cat¨®licos reivindican el crucifijo como una imagen cultural
Queda aparcado as¨ª un debate que est¨¢ recorriendo con especial virulencia los pa¨ªses de la Europa cat¨®lica donde la cruz tiene m¨¢s presencia p¨²blica: Italia, Polonia y Espa?a. Las medidas anunciadas para garantizar la laicidad se aplazan en un momento en que la justicia europea da la raz¨®n a quienes creen que no cabe el crucifijo en las aulas de la escuela p¨²blica. A¨²n m¨¢s, algunos expertos creen que la cruz tampoco tendr¨ªa que presidir las aulas de colegios concertados, lo que no hace m¨¢s que agitar m¨¢s la pol¨¦mica.
Todo empez¨® por la perseverancia de Soile Lautsi, una ciudadana italiana de origen finland¨¦s contraria a que en el colegio p¨²blico de sus hijos en Italia hubiera crucifijos. El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha dado la raz¨®n a esta mujer, que intentaba desde 2002 que el instituto p¨²blico Vittorino da Feltre, de Abano Terme (Padua), donde estudiaban sus dos hijos, retirara los crucifijos. El tribunal ha dictaminado que la presencia de esos s¨ªmbolos cat¨®licos en las aulas italianas constituye "una violaci¨®n del derecho de los padres a educar a sus hijos seg¨²n sus convicciones" y "una violaci¨®n de la libertad religiosa de los alumnos".
Y la espita se abri¨®. Aunque el Gobierno italiano ha recurrido la sentencia de Estrasburgo y no est¨¢ claro hasta qu¨¦ punto vincula al resto de Estados europeos, ayer el Parlamento polaco vot¨® por amplia mayor¨ªa la defensa de los crucifijos en las aulas, por miedo a que la decisi¨®n de la corte europea abra la puerta a la exigencia de retirarlos, informa Efe. Y en Espa?a lleg¨® la resaca de la proposici¨®n aprobada en el Congreso de los Diputados para sacar los crucifijos de las aulas.
El incendio se produjo desde el mismo momento que la Comisi¨®n de Educaci¨®n aprob¨® esa proposici¨®n no de ley de ERC con la ayuda del BNG. A la representante de CiU Merc¨¨ Pigem se le transform¨® el gesto al leer que el texto aprobado alud¨ªa a "los centros escolares", sin especificar si eran p¨²blicos o concertados (privados sostenidos con fondos p¨²blicos, la inmensa mayor¨ªa, cat¨®licos). El portavoz del PSOE en la Comisi¨®n, Luis Tom¨¢s, asegur¨® que se trataba de centros "p¨²blicos", pero Pigem negaba con la cabeza. En la ma?ana de ayer los pasillos del Congreso eran un hervidero de comentarios y declaraciones en torno a la decisi¨®n que el d¨ªa anterior, sin alharacas, hab¨ªa tomado la Comisi¨®n de Educaci¨®n. Ahora bien, el autor de la proposici¨®n, Joan Tard¨¤, de ERC, aprovech¨® la indefinici¨®n para proclamar que la norma afectaba a centros p¨²blicos y concertados.
Y la duda es lo que hizo que el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, considere que esta proposici¨®n supone un ataque en toda regla a la libertad religiosa y, sobre todo, a la autonom¨ªa de los centros. Los portavoces socialistas trataron de aparentar normalidad con el argumento de que se trataba de incorporar al ordenamiento jur¨ªdico espa?ol una sentencia que Espa?a debe cumplir por estar suscrita al Convenio de Derechos Humanos.
As¨ª lo hizo el presidente de la Comisi¨®n Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra, y el portavoz de Libertades del PSOE, ?lvaro Cuesta, presidente de la Comisi¨®n de Justicia del Congreso. Muchas explicaciones se le pidieron al ponente socialista de esta proposici¨®n, Luis Tom¨¢s, que fue quien negoci¨® l¨ªnea a l¨ªnea con Tard¨¤.
Pero ?afecta la iniciativa a todos los centros? S¨®lo a los p¨²blicos, aseguraron los portavoces socialistas. A pesar de que la proposici¨®n no especifica a qu¨¦ centros se refiere, los interlocutores gubernamentales consideran fuera de la realidad exigir lo mismo a los colegios concertados.
Rodr¨ªguez Zapatero, asegur¨® que la retirada de crucifijos "no est¨¢ en la agenda del Gobierno en este momento" y a?adi¨® que no lo estar¨¢ hasta que la futura Ley de Libertad Religiosa contemple esa posibilidad. Y, si se hace, ser¨¢ "siempre buscando el consenso", a?adi¨®. En la misma l¨ªnea, el ministro de Justicia, Francisco Caama?o, asegur¨®: "Estudiaremos esta sentencia, veremos tambi¨¦n qu¨¦ precedentes tiene la doctrina del propio tribunal, la valoraremos con la jurisprudencia de nuestros propios tribunales y, en su caso, si la tenemos que incorporar al proyecto de ley de libertad religiosa, buscaremos siempre el m¨¢ximo consenso posible en torno a esta cuesti¨®n con todas las fuerzas pol¨ªticas".
Tambi¨¦n el titular de Educaci¨®n, ?ngel Gabilondo, se esforz¨® en mantener una l¨ªnea apaciguadora y mostr¨® su convencimiento de que la ley tendr¨¢ en cuenta el art¨ªculo 16 de la Constituci¨®n, que habla de "la aconfesionalidad del Estado", pero tambi¨¦n de "tener en cuenta las creencias religiosas de la poblaci¨®n espa?ola".
Hasta ahora, la doctrina que hab¨ªa aplicado Educaci¨®n es la de dejar que sean los consejos escolares de los centros los que decidan sobre los s¨ªmbolos religiosos dentro de su recinto. No parece que el Gobierno tuviera conciencia exacta de lo que horas antes hab¨ªa aprobado el Grupo Socialista en la Comisi¨®n de Educaci¨®n. El ministro de Educaci¨®n, por ejemplo, interpret¨® que lo aprobado por el Congreso era una llamada a desarrollar "con celeridad" la Ley de Libertad Religiosa.
Pero se haga cuando y como se haga, Caama?o a?adi¨® que el Gobierno va a examinar con todo detenimiento la sentencia de Estrasburgo "para ver qu¨¦ grado de exigencia tiene para los Estados miembros". En todo caso, para ¨¦l hay una diferencia clara entre los centros que cuentan con un ideario y los que no lo tienen, porque esas diferencias se producen tambi¨¦n en sus reg¨ªmenes jur¨ªdicos.
No est¨¢ de acuerdo el catedr¨¢tico de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza Antonio Embid Irujo, que no ve esas diferencias. Otra cosa, contin¨²a, es que hagan falta dos sentencias para hablar de jurisprudencia. Aunque est¨¢ seguro de que, por las similitudes que existen entre Espa?a e Italia, si llega un caso espa?ol similar a la corte de Estrasburgo, el resultado ser¨¢ el mismo. Y podr¨ªa ocurrir, porque una sentencia de un tribunal vallisoletano oblig¨®, tras la insistencia de un padre, Fernando Pastor, a retirar los crucifijos del colegio p¨²blico Mac¨ªas Picavea y la Junta de Castilla y Le¨®n ha recurrido ante el tribunal superior auton¨®mico.
Pero el caso es que, sea como sea, "la proposici¨®n aprobada obliga pol¨ªticamente al Gobierno a llevarlo a cabo", dice Dionisio Llamazares, catedr¨¢tico em¨¦rito de la Universidad Complutense y director de la c¨¢tedra de Laicidad y Libertades P¨²blicas de la Universidad Carlos III de Madrid. "Se trata de pura coherencia: si este es un pa¨ªs laico, no tiene ning¨²n sentido que las actuaciones p¨²blicas est¨¦n presididas por s¨ªmbolos religiosos". De hecho, cree que no deber¨ªan estar en ning¨²n centro p¨²blico, como juzgados u hospitales. En cuanto a la extensi¨®n de la medida a los concertados, Llamazares admite que en ese caso es "m¨¢s discutible y, adem¨¢s, generar¨ªa una incomodidad que quiz¨¢ la sociedad no est¨¦ en condiciones de superar sin traumas".
El secretario general de la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de Ense?anza (FERE), Manuel Castro, dijo directamente que extender la medida a los centros confesionales "es legalmente inviable". En general, los cat¨®licos, como ya hicieron el Vaticano y el Gobierno italiano tras la sentencia de Estrasburgo, interpretan la medida, por un lado, como un ataque a la libertad religiosa y, por otro, reivindican los crucifijos, tambi¨¦n como icono cultural de la identidad europea. As¨ª, si se retiran de los colegios, se privar¨¢ "a las familias y a los ni?os espa?oles en las escuelas del Estado de poder ver el signo m¨¢s fundamental y caracter¨ªstico de su fe, y de la fe que ha configurado su historia personal, la historia de sus familias y la historia de su pueblo", dijo ayer el presidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela.
La lista de rechazos abarca tambi¨¦n a la patronal de colegios privados CECE o la asociaci¨®n cat¨®lica de padres Concapa. En el otro lado, la asociaci¨®n laica de padres Ceapa o el sindicato FETE-UGT aplaudieron la medida.
No hay cifras sobre el n¨²mero de crucifijos que quedan en las aulas p¨²blicas espa?olas. S¨®lo la asociaci¨®n Europa Laica se atreve a aventurar "la estimaci¨®n" de que uno de cada tres colegios e institutos exhibe crucifijos. El mayor volumen est¨¢ en Galicia, Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andaluc¨ªa, las tres ¨²ltimas de gobiernos socialistas.
En efecto, los gobernantes socialistas ponen buen cuidado de no hacer gesto alguno contra las tradiciones religiosas, de las que, por otra parte, participan con ah¨ªnco. Quiz¨¢ por eso cuando en la Comisi¨®n de Educaci¨®n el portavoz del PP dio por supuesto que los socialistas acabar¨ªan prohibiendo cantar villancicos y "entrar¨¢n en las casas" para confiscar crucifijos, los diputados y diputadas del PSOE, algunos con risas, otros con cara de espanto, se echaron las manos a la cabeza, al grito de ?qu¨¦ barbaridad!
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