Psiquiatras a pie de calle
Un equipo de especialistas vela por las personas sin hogar que padecen enfermedades mentales
Cerca de 700 personas duermen todas las noches en las calles de Barcelona. En portales o cajeros autom¨¢ticos; solos o con compa?eros de fatigas. Con mantas y cartones se protegen del fr¨ªo, del miedo y, a veces, hasta de s¨ª mismos. Y alrededor de 150 personas sin hogar afrontan su tragedia cotidiana y, al mismo tiempo, a veces sin saberlo, una enfermedad mental grave.
Es el caso de Pedro (nombre falso), de 75 a?os. Casi ni se acuerda de cu¨¢ndo dej¨® Castell¨®n para venirse a Barcelona, de cu¨¢ndo trabajaba en la obra y viv¨ªa en una pensi¨®n. Un problema pulmonar lo apart¨® de la construcci¨®n, del hostal que no pod¨ªa pagar y de una vida que ya no echa de menos. Lleva 20 a?os sin casa. Duerme en un portal de la calle de Val¨¨ncia, pero ve pasar el d¨ªa desde un banco del paseo de Sant Joan. Dos carros con ropa, pl¨¢sticos y chatarra son sus ¨²nicas propiedades. Sufre un trastorno mental grave, pero se vale por s¨ª mismo. Come dos veces al d¨ªa y dice que mata las horas leyendo y pensando. Adem¨¢s, todas las semanas tiene una visita. Isabel Mart¨ªnez, enfermera especialista en salud mental, se sienta a su lado, charla con ¨¦l y pasa consulta. "?C¨®mo tienes el ojo? El pr¨®ximo d¨ªa te traer¨¦ una pomada que te va a ir muy bien para el orzuelo". Pedro asiente con una sonrisa e Isabel hace otro intento para lograr su objetivo: "Tenemos que ir al m¨¦dico, te lo he dicho muchas veces, ?cu¨¢ndo vamos a ir al m¨¦dico para que te haga una revisi¨®n?". Nada. Pedro no acepta nada. Se niega a ir al centro de salud y hasta a hacerse el DNI.
Es uno de los pacientes que trata el equipo de salud mental para las personas sin hogar (Esmess), que funciona desde 2007. El grupo est¨¢ formado por tres psiquiatras, dos enfermeros y tres gestores. Atienden en la calle y en los centros sociales a los sin techo que sufren enfermedades mentales y que han sido detectadas antes por los servicios sociales del Ayuntamiento.El mayor obst¨¢culo para los profesionales del Esmess es la desconfianza de los pacientes, que en su mayor¨ªa sufren esquizofrenia. 'Las personas sin hogar lo han perdido todo, no tienen familia ni amigos, y sus delirios les hacen rechazar cualquier tipo de ayuda', explica la psiquiatra Francesca Asensio, coordinadora de este equipo, que depende del Parc Sanitari Sant Joan de D¨¦u y la Fundaci¨®n Hospital Sant Pere Claver en colaboraci¨®n con el Consorcio Sanitario de Barcelona y la Direcci¨®n de Acci¨®n Social del Ayuntamiento. En los jardines de M¨¢laga, en el barrio de Sants, otro de los pacientes del Esmess comienza el d¨ªa ordenando su chatarra. '?Qu¨¦ tal has pasado la noche? ?Quieres que te traiga un caf¨¦ despu¨¦s de comer?', le ofrece una vecina al hombre, que vive en el banco de debajo de su casa. ?l, sonriente, dice que s¨ª, que empieza a hacer fr¨ªo de verdad y que se lo agradecer¨¢ mucho. El equipo psiqui¨¢trico de calle y los servicios de inserci¨®n social tratan de convencer a los enfermos para que acepten recursos sociales y sanitarios, desde un albergue a una simple revisi¨®n m¨¦dica. 'Dejar la calle es el primer paso para que empiecen un tratamiento psiqui¨¢trico', explica el psiquiatra David Clusa. Muchos enfermos se niegan, pero a no ser que los s¨ªntomas o el diagn¨®stico justifiquen un ingreso involuntario, los profesionales de calle del Esmess siguen al pie del ca?¨®n, visitando regularmente a los enfermos aunque semana tras semana rechacen su ayuda. 'Siempre habr¨¢ alguien que prefiera hacer de la calle su casa, pero no podemos olvidar nuestro compromiso de reducir al m¨¢ximo el sufrimiento de los sin hogar', a?ade Asensio. Lo importante es que los enfermos empiecen a medicarse. En esa segunda fase de rehabilitaci¨®n, est¨¢n a su lado los gestores de casos o coordinadores de planes individuales. 'Adem¨¢s de controlar su tratamiento farmacol¨®gico', explica Estefan¨ªa Cuello, 'es necesario hacer un trabajo integrador y de acompa?amiento para desestigmatizarles y ayudarles a superar su situaci¨®n'. Esto es, hacer con ellos actividades cotidianas que ten¨ªan olvidadas, como tomarse un caf¨¦ en un bar o comprarse ropa, o ayudarles a tramitar documentaci¨®n, desde el DNI, el padr¨®n o la tarjeta sanitaria hasta la solicitud de una prestaci¨®n p¨²blica. 'Somos el hilo conductor entre profesionales e instituciones', resume Cuello. El primer paso que dan estos profesionales para ganarse la confianza de los enfermos es ofrecerles su n¨²mero de tel¨¦fono. Aun as¨ª, suele pasar alrededor de un a?o antes de que los pacientes se f¨ªen de ellos. 'Es normal', explica Manel Prieto, otro gestor, 'las personas sin hogar con enfermedades mentales han roto sus ra¨ªces y a menudo se sienten amenazadas'. Cuando los pacientes acceden a solicitar documentos a la Administraci¨®n y pierden el miedo a la burocracia, los gestores de casos siguen gan¨¢ndose su confianza potenciando sus habilidades y sus aficiones. De ese modo, adem¨¢s, recuperan la autoestima. El objetivo del Esmess es que los enfermos mentales sin hogar sean tratados en centros de la red psiqui¨¢trica p¨²blica. Algunos se derivan a residencias especializadas en trastornos mentales severos; otros viven en pisos tutelados o pensiones, pero siempre con tratamiento m¨¦dico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.