Cuidemos a los amigos
Cuando alguien nos describe a un desconocido suele especificarnos su profesi¨®n, si se trata de una persona casada o no, si tiene hijos, e incluso, cu¨¢nto gana. Dif¨ªcilmente nos indica si se trata de una persona con o sin amigos. Parece como si la profesi¨®n, el estado civil y la posici¨®n econ¨®mica fueran algo mucho m¨¢s relevante y definitorio que la amistad.
A la misma conclusi¨®n podemos llegar si nos fijamos en c¨®mo se define a la gente soltera, divorciada, sin pareja. "Est¨¢ solo" o "est¨¢ sola". La premisa impl¨ªcita es que los singles est¨¢n solos y los que tienen pareja no. La pareja cuenta m¨¢s que los amigos para decidir si etiquetamos a alguien de "solo". ?Realmente le damos a la amistad el inmenso valor que posee?
Los amigos de verdad son aquellos con los que nos encontramos c¨®modos, no juzgados, los que nos quieren con nuestros defectosAfirmamos que valoramos mucho la amistad, pero nuestros actos no reflejan el gran valor que le otorgamos
Sufrir estr¨¦s incrementa las posibilidades de padecer muchas enfermedades digestivas, cardiol¨®gicas, dermatol¨®gicas? incluso infecciosas. Por eso, cualquier remedio que nos ayude a controlarlo es una valiosa fuente de salud. Muchas investigaciones demuestran que la amistad es una de estas potentes medicinas. Investigadores de la Universidad de Pittsburgh han observado que cuando se pide a los sujetos de un experimento que lleven a cabo tareas estresantes, tan s¨®lo tener un amigo en la misma habitaci¨®n, aunque no ayude en la tarea, convierte en menos probable que aumenten su ritmo cardiaco y su presi¨®n arterial.
El primer estudio cient¨ªfico sobre la relaci¨®n entre amistad y salud data de 1979. Dicha investigaci¨®n dur¨® nueve a?os, en los que se observ¨® de cerca la salud de casi 5.000 residentes de un condado de California. Los datos indicaron que las personas que ten¨ªan m¨¢s contactos sociales (amigos ¨ªntimos y parientes a quienes ve¨ªan a menudo) corr¨ªan menos de la mitad del riesgo de morir que las que contaban con menos. Desde entonces, son numerosos los estudios que confirman que los amigos nos inyectan salud.
?de Qu¨¦ estamos hablando?
"Amistad que acaba
no hab¨ªa comenzado" (Publio Siro)
Seg¨²n el Diccionario de la Real Academia Espa?ola, la amistad es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. La definici¨®n es amplia porque especificar concretamente en qu¨¦ consiste resulta complicado. Probablemente habr¨¢ casi tantas formas de entenderla como personas.
Existe un adjetivo que solemos colocar junto a la palabra amistad: "Verdadera". Parece que necesitamos diferenciar ¨¦sta de otros tipos. Seg¨²n Arist¨®teles, estos tipos ser¨ªan la amistad por inter¨¦s y por placer.
La amistad verdadera se basar¨ªa en el bien, en la virtud. Y en opini¨®n de este gran fil¨®sofo, s¨®lo puede darse entre personas que se desean el bien por s¨ª mismos, sin ning¨²n tipo de inter¨¦s; por ello, aunque las circunstancias var¨ªen, ella permanece. "La amistad perfecta es la de los buenos y la de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido", dice Arist¨®teles.
Los amigos de verdad son aquellos con los que nos encontramos c¨®modos, no juzgados, los que nos quieren con nuestros defectos incorporados. Como tan bien expresan las palabras de Elbert Hubbard: "Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere".
La sinceridad es otra de las caracter¨ªsticas de las relaciones aut¨¦nticas. S¨®lo con los verdaderos amigos podemos pensar en voz alta, porque la confianza es absoluta. No obstante, la sinceridad no puede entenderse como abrir el grifo de nuestros pensamientos sin medir nuestras palabras. Los amigos, por mucho que nos quieran y conf¨ªen en nosotros, son seres humanos, y por ello en su interior habitan inseguridades, dudas, miedos? Nuestras palabras pueden herirlos, as¨ª que, incluso con ellos, hemos de cuidar c¨®mo nos expresamos; valorar qu¨¦ efecto producen en el otro.
Estar con alguien con quien compartes un afecto mutuo, sin sentirte juzgado, con quien conf¨ªas absolutamente y con quien puedes ser sincero es algo que no tiene precio. La amistad es un tesoro. Y no todo el mundo lo posee, ya que no se trata de un bien f¨¢cil de conseguir y mantener.
Atenci¨®n a las expectativas
"Una teor¨ªa infalible: siempre hay que saber qu¨¦ se puede esperar de cada amigo" (Carmen Posadas)
?Los amigos nos traicionan? Normalmente lo que nos defrauda son nuestras propias expectativas. Cuando alguien nos falla suele suceder porque esper¨¢bamos algo de ¨¦l que no nos ha dado. Por eso debemos tener tanto cuidado con nuestras expectativas, porque si son altas nuestros amigos nos decepcionar¨¢n con gran facilidad. Y el resultado final puede ser, como les ocurre a muchas personas, que nos quedemos solos. Hay que valorar que si muchas veces nuestro propio comportamiento nos decepciona, ?c¨®mo poder esperar que los otros no tengan fallos y est¨¦n siempre y constantemente a la altura de una amistad ideal?
La amistad verdadera es rec¨ªproca, pero tambi¨¦n es una equivocaci¨®n caer en la trampa de entender esta reciprocidad de forma equivocada. No se trata de anotar en una especie de libro de cuentas lo que damos y lo que recibimos. Si lo hacemos podemos sentir un desequilibrio porque solemos ser m¨¢s conscientes de nuestra entrega que de la ajena.
Y si la balanza se decanta hacia el otro lado y nos sentimos en deuda, ese sentimiento no debe confundirnos. Nuestra conciencia nos puede presionar a devolver exactamente lo que nos han dado. A los amigos les hemos de dar porque los queremos y no por ning¨²n tipo de presi¨®n subjetiva. La reciprocidad se debe encontrar en el afecto, no en los actos concretos.
atenci¨®n a los favores
"Si nuestros amigos nos hacen favores, pensamos que nos los deben a t¨ªtulo de amigos, pero no pensamos que no nos deben su amistad" (Marqu¨¦s de Vauvenargues)
Aprovechando la ocasi¨®n que me brindaba escribir este art¨ªculo, habl¨¦ con algunas de mis amigas sobre lo que para ellas significaba nuestra relaci¨®n. Una de ellas me confes¨® algo que yo no sab¨ªa. Me explic¨® que muchos a?os atr¨¢s quer¨ªa pedirme un favor, pero al final decidi¨® no hacerlo. No me lo pidi¨® precisamente por la gran amistad que nos une. Sab¨ªa que para m¨ª ese favor era muy dif¨ªcil de llevar a cabo, y si me lo ped¨ªa intu¨ªa que yo se lo har¨ªa cargando con todos los problemas que eso supondr¨ªa para m¨ª. Ahora todav¨ªa entiendo m¨¢s por qu¨¦ es una gran amiga.
Seg¨²n qu¨¦ tipo de favor pedimos a un amigo existen dos peligros: que nos lo haga, a pesar de lo que le puede suponer; y que no lo haga y nos sintamos defraudados. As¨ª que antes de pedirlo deber¨ªamos valorar detenidamente estos dos aspectos. Es mejor preservar los beneficios a largo plazo de la amistad en detrimento de los inmediatos.
cuidar la relaci¨®n
"Entre individuos, la amistad nunca viene dada sino que debe conquistarse indefinidamente" (Simone de Beauvoir)
Si preguntamos qu¨¦ valores son importantes en la vida, muchas personas nombrar¨¢n la amistad. ?Y si preguntamos en qu¨¦ medida cuidan sus amistades? En muchas ocasiones, las respuestas a estas dos preguntas no son proporcionales. Afirmamos que valoramos en gran medida la amistad, pero nuestros actos parecen no reflejar ese gran valor.
En el d¨ªa a d¨ªa estamos muy pendientes de nuestro trabajo y de nuestras obligaciones familiares, los amigos parecen estar en la cola de nuestros pensamientos. Sin embargo, en este mundo tan cambiante en el que podemos quedarnos sin trabajo, en el que podemos divorciarnos, en el que los hijos se van de casa? lo m¨¢s permanente son los aut¨¦nticos amigos. ?Por qu¨¦ no los cuidamos m¨¢s? ?Es una cuesti¨®n de tiempo o es que no los valoramos como se merecen?
En la hermosa y aleccionadora pel¨ªcula ?Qu¨¦ bello es vivir!, el mensaje que el ¨¢ngel le deja escrito en el libro al protagonista resume la importancia de la amistad: "Recuerda que ning¨²n hombre es un fracasado si tiene amigos". ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que dejamos por un rato nuestros problemas para preocupamos por c¨®mo se encontraban nuestros amigos; que decidimos alegrarles el d¨ªa de alguna manera; que les expresamos lo importantes que son para nosotros?? ?Hoy podr¨ªa ser un buen d¨ªa?
La arena y la roca
Dice una leyenda ¨¢rabe que dos amigos viajaban por el desierto y discutieron. Uno acab¨® dando al otro una bofetada. El ofendido se agach¨® y escribi¨® con sus dedos en la arena: "Hoy mi mejor amigo me ha dado una fuerte bofetada en la cara".
Continuaron el trayecto y llegaron a un oasis, donde decidieron ba?arse. El que hab¨ªa sido abofeteado y herido empez¨® a ahogarse. El otro se lanz¨® a salvarlo. Al recuperarse del posible ahogamiento, tom¨® un estilete y empez¨® a grabar unas palabras en una enorme piedra. Al acabar se pod¨ªa leer: "Hoy mi mejor amigo me ha salvado la vida".
Intrigado su amigo, le pregunt¨®:
-?Por qu¨¦ cuando te hice da?o escribiste en la arena y ahora escribes en una roca?
Sonriente, el otro respondi¨®:
-Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir la ofensa en la arena, donde el viento del olvido y del perd¨®n se encargar¨¢ de borrarla y olvidarla. En cambio, cuando un gran amigo nos ayuda o nos ocurre algo grandioso, es preciso grabarlo en la piedra de la memoria del coraz¨®n, donde ning¨²n viento de ninguna parte del mundo podr¨¢ borrarlo.
La arena y la roca
Dice una leyenda ¨¢rabe que dos amigos viajaban por el desierto y discutieron. Uno acab¨® dando al otro una bofetada. El ofendido se agach¨® y escribi¨® con sus dedos en la arena: "Hoy mi mejor amigo me ha dado una fuerte bofetada en la cara".
Continuaron el trayecto y llegaron a un oasis, donde decidieron ba?arse. El que hab¨ªa sido abofeteado y herido empez¨® a ahogarse. El otro se lanz¨® a salvarlo. Al recuperarse del posible ahogamiento, tom¨® un estilete y empez¨® a grabar unas palabras en una enorme piedra. Al acabar se pod¨ªa leer: "Hoy mi mejor amigo me ha salvado la vida".
Intrigado su amigo, le pregunt¨®:
-?Por qu¨¦ cuando te hice da?o escribiste en la arena y ahora escribes en una roca?
Sonriente, el otro respondi¨®:
-Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir la ofensa en la arena, donde el viento del olvido y del perd¨®n se encargar¨¢ de borrarla y olvidarla. En cambio, cuando un gran amigo nos ayuda o nos ocurre algo grandioso, es preciso grabarlo en la piedra de la memoria del coraz¨®n, donde ning¨²n viento de ninguna parte del mundo podr¨¢ borrarlo.
Amistades nada peligrosas
1. PEL?CULAS
'Cadena perpetua', de Frank Darabont.
'Toy Story', de Pixar Animation.
'?Qu¨¦ bello es vivir!', de Frank Capra.
'Friends' (serie televisiva), de Marta Kauffman y David Crane.
'Thelma y Louise', de Ridley Scott
2. M?SICA
Una de las m¨¢s bellas canciones sobre la amistad:
'You've got a friend', de Carole King.
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