Carreteras sin delincuentes
Los juicios r¨¢pidos por delitos al volante ya son casi la mitad del total - Juristas y catedr¨¢ticos critican el abuso debido a la presi¨®n social - Las medidas han ayudado a evitar 900 muertes
El apocalipsis penal y penitenciario, vaticinado por algunos sectores hace justo dos a?os, se ha desinflado. Sea porque los espa?oles est¨¢n m¨¢s concienciados o porque la reforma del C¨®digo Penal en materia de seguridad vial ha surtido un efecto disuasorio, pero a pesar de las miserias y limitaciones, los juzgados y de los departamentos que gestionan las condenas han logrado salir sin demasiadas magulladuras del primer asalto contra los delitos al volante. Pocos dudan hoy de que el peaje a pagar en este viaje es perfectamente asumible: en este tiempo la reforma ha ayudado a evitar unas 900 muertes sobre el asfalto, y 2009 concluir¨¢ con una cifra que, pese a ser escalofriante, ser¨¢ la menos tr¨¢gica de la historia en las carreteras espa?olas: menos de 2.000 muertos.
700 personas est¨¢n encarceladas por delitos contra la seguridad vial
El perfil del penado a trabajos sociales: joven y con estudios universitarios
La tramitaci¨®n a trav¨¦s de juicios r¨¢pidos de alrededor del 90% de los asuntos de tr¨¢fico ha sido clave para que la reforma saliera a flote, as¨ª como el establecimiento de los trabajos en beneficio de la comunidad como sustitutos de la c¨¢rcel en buena parte de las condenas (para penas menores de dos a?os y cuando no existen antecedentes), que, pese a necesitar un impulso, han dejado ver que tienen un inmenso potencial. El 44% de los juicios r¨¢pidos ya son por delitos de seguridad vial, aunque ¨¦stos s¨®lo representan el 5% de los procedimientos incoados por delito. Seg¨²n la fiscal¨ªa, el aumento de actividad en los juzgados de instrucci¨®n en sus funciones de guardia y en los de ejecutorias ha aumentado un 20% desde la reforma penal.
Antonio Garc¨ªa, portavoz de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, se?ala que "no se han producido grav¨ªsimas disfuncionalidades, aunque s¨ª ha aumentado la penuria en la que los juzgados viven desde siempre". Mientras que Miguel ?ngel Gimeno, portavoz de Jueces para la Democracia, asegura que el Estado no deber¨ªa "recurrir al Derecho Penal cada vez que encuentra un problema, sin agotar el margen administrativo. Creo que deben ser m¨¢s imaginativos, por ejemplo, requisando el coche; porque si no, cuando haya una muerte, ?qu¨¦ pena se le habr¨ªa de poner en t¨¦rminos de escalera?". El catedr¨¢tico de Derecho Penal en la Universidad de Murcia Jaime Peris utiliza una imagen para explicar la situaci¨®n actual de los juzgados debido a la sobrecarga causada por los delitos de tr¨¢fico: "Id¨¦ntico a la caja de un supermercado, los abogados haciendo cola y el fiscal sentado; llegas all¨ª y el abogado dice: 'Bueno, ?en cu¨¢nto me lo dejar¨ªa [la condena]'? Es as¨ª, literalmente". Eugenia Dom¨¦nech, abogada y presidenta de la Asociaci¨®n para la Prevenci¨®n de Accidentes de Tr¨¢fico P(A)T, se rebela frente a estos planteamientos y destaca el papel preventivo y concienciador de los nuevos delitos: "Fue un mensaje a la sociedad para dejar claro que determinadas conductas al volante son inadmisibles".
Apenas dos meses despu¨¦s del endurecimiento de algunos supuestos (consumo de alcohol y exceso de velocidad) y la tipificaci¨®n de otros, como la conducci¨®n sin carn¨¦, los servicios penitenciarios (no incluye Catalu?a) ya hab¨ªan recibido 1.461 sentencias con obligaci¨®n de cumplir trabajos en beneficio de la comunidad. Ese a?o acab¨® con 33.184. Y cuando llegue la hora de comerse las uvas este a?o, Instituciones Penitenciarias habr¨¢ recibido unas 100.000 condenas a las que tendr¨¢ que dar salida antes de que prescriban (las de menos de 30 jornadas lo hacen al a?o). Mientras, en las c¨¢rceles ya hay 700 personas cumpliendo condena por estos delitos, de ellos s¨®lo 10 son mujeres. La causa principal que les meti¨® entre rejas ha sido la conducci¨®n temeraria (30,6%), circular con el carn¨¦ suspendido o sin haberlo obtenido nunca (29,4%) y la conducci¨®n bajo la influencia de alcohol o drogas (28%). En algo menos de un a?o, entre diciembre de 2008 y noviembre de 2009, la poblaci¨®n reclusa cuyo delito principal ten¨ªa relaci¨®n con la seguridad vial se increment¨® el 102%.
Los trabajos en beneficio de la comunidad (TBC) se establecieron como una alternativa a la prisi¨®n, de forma que el condenado, mayoritariamente joven y con estudios universitarios, purgara su pena sin dejar de lado su vida normal, aunque aportando algo a la sociedad. M¨¢s del 85% de las condenas impuestas por los jueces han sido de conformidad, es decir, el acusado acepta los hechos y recibe a cambio una reducci¨®n en un tercio de la condena, que generalmente consiste en una multa, retirada temporal del permiso y entre 20 y 180 jornadas de trabajo social. En noviembre, Prisiones hab¨ªa dado salida a 31.606 condenas, ejecutaba 10.535 y estaba gestionando 32.159. Cerca de 36.600 estaban pendientes. Todo ello con 14.267 plazas rubricadas, que en 2008 eran 11.404 y en 2007 no llegaban a 6.000. En Catalu?a, pionera de estas medidas alternativas, se cumplieron 2.319 TBC por delitos de tr¨¢fico este a?o, hasta el pasado d¨ªa 1, mientras que la demanda rozaba las 9.900 plazas.
La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, dedica buena parte de su tiempo a patearse Espa?a atando convenios para que engorde la bolsa de ocupaciones disponibles. Una labor a veces frustrante: "Es muy importante que funcione. Todos tenemos que redoblar esfuerzos, porque hay una d¨¦bil conciencia en algunos agentes que deben crear los instrumentos para que eso se cumpla. Algunos de esos agentes, ll¨¢mense ayuntamientos, diputaciones, comunidades aut¨®nomas, asociaciones, entidades, dicen: '?Uf, otro l¨ªo m¨¢s!', en lugar de verlo como una oportunidad". Tambi¨¦n recuerda Gallizo que cada plaza puede estar ocupada por distintas personas en distintos momentos ("tienen una rotaci¨®n muy alta"), y m¨¢s que escasez de puestos para trabajos en beneficio de la comunidad habla de "reparto descompensado". Cuando se le pregunta por presuntas prescripciones de alguna de estas condenas, echa mano de un tono tajante: "El infractor debe saber que va a cumplir. Estamos avanzando mucho en poco tiempo, y trabajando con el ¨¢mbito judicial para que las sentencias nos lleguen de la forma m¨¢s r¨¢pida posible, dando prioridad a las m¨¢s cercanas a la prescripci¨®n". Para impulsar y agilizar el cumplimiento de penas, el pasado viernes el Gobierno aprob¨® la creaci¨®n de talleres en los que los penados recibir¨¢n formaci¨®n y, posteriormente, ayudar¨¢n a la concienciaci¨®n vial en colegios o empresas, o realizar¨¢n trabajos en entidades vinculadas con la seguridad vial.
Algunos de los tipos penales retocados o incluidos por primera vez en el C¨®digo Penal aquel 2 de diciembre de 2007 responden a lo que se conoce como delitos de peligro abstracto. Es decir, aqu¨¦llos en los que el castigo se anticipa al da?o para las personas o los bienes. Jaime Peris explica que hace 50 a?os ya se denunciaba que esa justicia preventiva se estaba extendiendo "peligrosamente como una mancha de aceite". "Bueno, ?si vieran lo de ahora...! Lo que pasa es que es pol¨ªticamente incorrecto decir esto porque el Estado tiende a atender a la alarma social... En la penosa reforma del C¨®digo Penal que se tramita en el Congreso, de los 150 art¨ªculos que van a cambiar m¨¢s de 50 est¨¢n relacionados con noticias period¨ªsticas de los ¨²ltimos tres a?os. Si se abusa de este tipo de delitos y su realidad aplicativa es decepcionante, al ciudadano le provoca un efecto de desaliento. En los pa¨ªses serios juridico penalmente esto no ocurre". La idea de que se opta con demasiada facilidad por tipificar conductas que podr¨ªan evitarse aumentando la sanci¨®n administrativa tambi¨¦n es compartida por las asociaciones de jueces y por el catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de la Laguna Esteban Sola: "Aunque la reforma penal [sobre seguridad vial] fue objeto de severas cr¨ªticas, parece innegable que se ha demostrado muy ¨²til. Con todo, no se ha desvanecido la idea de que incluso mejores resultados se podr¨ªan obtener sin la reforma penal" [aumentando las sanciones].
El C¨®digo Penal ha sacado de la carretera, al menos temporalmente, a una parte de los infractores m¨¢s peligrosos y ha supuesto un buen apoyo para el permiso por puntos, al que reforz¨® castigando con prisi¨®n la conducci¨®n que hab¨ªa agotado su saldo. Mar Cogollos, directora de Aesleme y una de las principales activistas en favor de la seguridad vial, subraya: "Estamos siendo m¨¢s conservadores en el ¨¢mbito penal que el resto de Europa. ?Es que hablamos, por ejemplo, de ir a 200 en autov¨ªa! No hay que esperar a que haya una muerte para tomar medidas contra esa gente".
Condenas
Seg¨²n la fiscal¨ªa, el aumento de actividad en los juzgados de instrucci¨®n en sus funciones de guardia y de los de ejecutorias tras la reforma penal de 2007 ronda el 20%.
- Condenas. Conducir sin carn¨¦: en 2008: 22.875 | 1er semestre 2009: 20.031. Velocidad: en 2008: 670 | 1er semestre 2009: 403. Alcohol / drogas: en 2008: 43.447 | 1er semestre 2009: 24.671. Conducci¨®n temeraria: en 2008: 1.030 | 1er semestre 2009: 622. Negarse a realizar las pruebas de alcoholemia: en 2008: 1.844 | 1er semestre 2009: 794.
- Procedimientos anuales 2007: 43.926 | 2008: 87.755 | 1er semestre 2009: 57.040
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