Luminoso medievo
No es ning¨²n secreto entre los expertos que los brit¨¢nicos, en materia de museos, no paran de dar sorpresas desde una posici¨®n incluso discreta y hasta ausente de las alharacas medi¨¢ticas que cultivan otras instituciones europeas. Hace bastantes a?os fue la National Gallery de Londres que, frente a las r¨ªgidas presentaciones muse¨ªsticas por pa¨ªses, por "escuelas", apostaba por un planteamiento m¨¢s org¨¢nico, estableciendo un di¨¢logo, en lo visual tambi¨¦n, entre territorios en principio antit¨¦ticos para la historia del arte cl¨¢sica. Y, sin embargo, resultaba obvio que aquello que llamamos Renacimiento tuvo fuera de Italia -y sobre todo en los Pa¨ªses Bajos- f¨®rmulas alternativas esenciales para comprender lo intenso del periodo en toda su profundidad.
Ahora le ha tocado el turno al museo Victoria&Albert de Londres, una instituci¨®n de colecciones literalmente fabulosas por lo que tienen de cofre sin fondo, cuyo contenido nunca resulta posible conocer de forma exhaustiva. El V&A acaba de plantear la revisi¨®n radical de un muy repetido lugar com¨²n. Opuesto a una Edad Media oscura frente al flamante Renacimiento -no en vano el mismo nombre, peyorativo, apela a lo que ocurri¨® entre dos clasicismos, el de la antig¨¹edad y el renacentista-, reemerge aqu¨ª un inesperado concepto de esplendor, de riqueza y objetos preciosos, una ¨¦poca sensual¨ªsima que devuelve cierta imagen luminosa del periodo y explicita la necesaria l¨ªnea de continuidad con el siguiente "estilo" codificado por la historia, los m¨ªticos Quatttrocento y Cinquecento.
Es justo en este punto donde el m¨¦rito es todo de los brit¨¢nicos -una vez m¨¢s-, pues han sabido lograr que el cambio te¨®rico trascienda al "gran p¨²blico", que goza insaciable ante los objetos prodigiosos una agradable dosis de sensualidad en este mundo de desmaterializaciones. Bien es cierto que no todos hubieran podido desvelar de modo tan eficaz la no ruptura entre el medievo y la ¨¦poca que lo sigui¨®. Los brit¨¢nicos no s¨®lo tienen una escuela de pensamiento m¨¢s que s¨®lida en materia de historia del arte: poseen adem¨¢s unas colecciones que permiten revisar la historia de ese modo brillante en que suelen hacerlo los museos ingleses, impregnando al espectador de la necesaria reescritura del relato que, paseando por las salas, se hace indiscutible.
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