Con 1.556 j¨®venes a su cargo

Carmen Balfag¨®n cumple esta semana cinco a?os al frente de la Agencia del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid. Esta licenciada en Derecho, que ha desarrollado toda su carrera profesional en la Administraci¨®n p¨²blica, asegura que sus jornadas de trabajo no bajan de las 14 horas diarias. Es el tiempo que dedica a supervisar a los 1.556 j¨®venes (212 mujeres y 1.344 varones) que cumplen alguna medida judicial por haber cometido delitos o estar acusados a la espera de juicio. Detr¨¢s de estos j¨®venes entre 14 y 22 a?os hay un millar de profesionales encargados de que todo funcione sin sobresaltos.

Balfag¨®n tiene 55 a?os. Desde el primer momento se postula como madrile?a: "Nacida en Lavapi¨¦s y criada en Vallecas". Funcionaria, recorri¨® los ministerios de Educaci¨®n, Administraciones P¨²blicas, Fomento y Sanidad hasta recalar en el de Interior con el entonces secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa. Pero fue en 2004 cuando gir¨® hacia la Administraci¨®n regional. El entonces consejero de Justicia, Alfredo Prada, la fich¨® como jefa de gabinete y luego, para que dirigiera la naciente Agencia del Menor Infractor. Ah¨ª sigue cinco a?os despu¨¦s.

"Casi hemos acabado con la reincidencia", afirma

"Los centros de r¨¦gimen cerrado son c¨¢rceles para menores"

Su jornada de trabajo comienza a las 7.15, cuando se levanta y ve si existe alg¨²n mensaje o alguna llamada en su tel¨¦fono m¨®vil. Hacia las nueve de la ma?ana habla con los coordinadores de los centros. Despu¨¦s reuniones, entrevistas, participaciones en foros... Y as¨ª hasta un largo etc¨¦tera. "Ning¨²n d¨ªa es igual al anterior", asegura la directora.

La agencia cuenta con 12 centros de r¨¦gimen abierto, semiabierto y cerrado. Estos ¨²ltimos acogen a 304 j¨®venes condenados o imputados por todo tipo de delitos, incluido el terrorismo, aunque el m¨¢s frecuente es el robo. Y en este punto, Balfag¨®n habla sin ambages: "Son c¨¢rceles de menores. Una cosa es que la Ley del Menor diga que tenemos que cumplir lo que dice la Constituci¨®n espa?ola y que debamos reinsertar a un menor. Y otra cosa es que no pueda salir de ese recinto, porque son centros privativos de libertad. Lo contrario es demag¨®gico".

Uno de los puntos con los que Carmen Balfag¨®n est¨¢ m¨¢s satisfecha es con el nivel de reinserci¨®n de los j¨®venes tratados por la Agencia. El 89% no ha vuelto a pisar un centro. Adem¨¢s, Balfag¨®n ha firmado un convenio con Instituciones Penitenciarias para saber si pasado el tiempo esos menores se convierten en delincuentes ya cuando son adultos. "?Alguien puede estar tan segura del trabajo que se est¨¢ haciendo desde este departamento como para que nos fiscalicen desde fuera? Hay que ser muy valiente para hacerlo", afirma la directora, consciente de que en Espa?a no hay cifras similares en otras comunidades aut¨®nomas. Al menos, hasta la fecha.

"Lo he dicho muchas veces. En el tema del menor infractor, en Espa?a hay j¨®venes que viajan en primera, como los de Madrid, y otros que van en tercera. ?Por qu¨¦ algunos j¨®venes en otras comunidades aut¨®nomas pasan a la c¨¢rcel cuando cumplen los 18 a?os y aqu¨ª los mantenemos todo el tiempo que podemos en los centros?", se pregunta con un derroche de orgullo. Pero reconoce que el trabajo es gracias a que los empleados que tiene a su cargo se esfuerzan. Al m¨¢ximo. "Aqu¨ª hay gente que lleva trabajando toda la vida con los menores. Comenzaron cuando se crearon los tribunales tutelares. Y de eso hace ya mucho tiempo", a?ade.

-?C¨®mo resume estos cinco a?os al frente de la agencia?

-Han sido muy duros, muy intensos, de no parar, pero muy interesantes y satisfactorios.

Una afici¨®n de la directora es pasarse por los centros sin previo aviso. Se sube al coche oficial y le dice a su conductor que la lleve a uno en concreto. Se presenta a las siete o las ocho de la noche, cuando nadie la espera. "Entonces s¨¦ si las cosas van bien o no. Me gusta conocer todo de primera mano", afirma. Otros d¨ªas el cierre de la jornada lo marca el pronunciar alguna conferencia o el participar en alg¨²n coloquio.

Balfag¨®n reconoce que estos cinco a?os han sido de duro trabajo y lo siguen siendo. Acab¨® con la imagen de un joven que llegaba esposado a un instituto para acudir a clase. Ahora son 82 los profesores que acuden a los centros de internamiento. Y a eso se suma otro logro del que habla como si se tratara de sus propios hijos. Ahora mismo, cinco internos est¨¢n matriculados en la Universidad. Cursan Econ¨®micas, Empresariales, Psicolog¨ªa, Imagen y Sonido y Derecho. Otros 42 cursan bachillerato y 502 han obtenido empleo en los ¨²ltimos a?os.

"Como no queremos que los chicos pierdan clases o tengan que ir a los juzgados, hemos implantado la videoconferencia en todos los centros para que no tengan que ir de un lugar a otro", explica. Y sin rodeos apostilla: "El Defensor del Pueblo nos felicit¨® en su ¨²ltimo informe porque estamos poniendo en marcha temas pioneros y casi hemos acabado con la reincidencia. En la Comunidad de Madrid no falta nada de lo que marca la ley".

Un tema sobre el que no entra Balfag¨®n es sobre la reforma de la controvertida Ley del Menor. Asegura que la sociedad s¨®lo se interesa por esta norma cuando hay un caso muy medi¨¢tico. Desde su visi¨®n del derecho y futura crimin¨®loga (le quedan s¨®lo tres asignaturas) apuesta por un debate sereno antes de cualquier modificaci¨®n.