Un piloto atemorizado por la falta de aire en la nave
Al atardecer del 12 de agosto de 2006, part¨ªa del Club de Yates de Baiona el velero Nadir III al encuentro del submarino que en esos momentos abandonaba las instalaciones del astillero Industrias Navales A Xunqueira de Moa?a para ser botado por segunda vez. Apenas hab¨ªa iniciado su singladura cuando el piloto del sumergible, Juan Carlos Gonz¨¢lez Filloy, detect¨® anomal¨ªas mec¨¢nicas que le hicieron temer por su seguridad. S¨®lo un tubo que asomaba a la superficie le proporcionaba ox¨ªgeno al tripulante y los instrumentos de navegaci¨®n no estaban debidamente se?alizados. Preso del p¨¢nico, desembarc¨®.
Viendo la que se le ven¨ªa encima, Manuel Clemente, El Ingeniero, decidi¨® abandonar el batiscafo en medio de la r¨ªa de Vigo, simulando su aprehensi¨®n por la polic¨ªa. Su objetivo era forzar a los colombianos a que hicieran el transporte de la droga en el velero. A las 9 de la ma?ana del d¨ªa siguiente, la polic¨ªa localiz¨® el submarino con los motores encendidos entre la playa de Lim¨¦ns y las islas C¨ªes, con 4.650 litros de combustible a bordo.
La cafeter¨ªa del Hotel Occidental de Sevilla fue el escenario de la ¨²ltima reuni¨®n en la que los colombianos exigieron la devoluci¨®n del dinero a los gallegos por la chapuza que hab¨ªan construido. Para saldar la deuda, Francisco Omil y Clemente Grova organizaron en noviembre de 2006 una operaci¨®n de tr¨¢fico de hach¨ªs pero la Polic¨ªa se adelant¨®. S¨®lo se libr¨® de la detenci¨®n el colombiano ?ngel David R¨ªos Vargas, el ¨²nico que logr¨® huir.
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